En el intento de AMLO de burlarse del premio que le fue concedido a la Primera Ministra en Derechos Humanos Norma Piña entregado por la Asociación Internacional de Juezas, pues “sin querer queriendo”, diría Chespirito, trajo a la memoria de todos los mexicanos a la famosa plagiaria Yasmín Esquivel.
Y es que, el premio otorgado a la primera ministra, sea chafa o no, o sea de relevancia o no, no fue plagiado, clonado o copiado y eso es lo que se le pasó aceptar al presidente. Y en su afán y delirio, por burlarse de ello, diciendo que el premio otorgado a la primera ministra fue adquirido en Santo Domingo, todos recordamos que quien sí acudió a Santo Domingo o que quien sí plagió y quien sí copió fue la ministra Yasmín Esquivel, sí, la que el presidente quería que quedara al frente de la Suprema Corte de Justicia.
Es tanta la ira de López Obrador que se le olvida que está descuidando a su círculo más cercano por querer golpear a otros y estar a la defensiva todo el tiempo.
Entre tanto enojo y golpeteo que trae el presidente contra todo y todos a diestra y siniestra, llegando el punto de que hasta la propia Claudia Sheinbaum está un tanto extraviada, y descobijada haciendo campaña como puede y con lo que puede, sola de alguna manera, porque el presidente ensimismado en sus contrincantes está olvidando proteger a los suyos.
Como, insisto, en este intento de querer opacar y reírse de un reconocimiento otorgado a la ministra que no le cae nada bien como es Norma Piña, trajo a AMLO lo que más o menos parecía haber quedado en el pasado: El evidente plagio de su ministra favorita: Yasmín Esquivel.
Un plagio que fue evidente y que fue comprobado pero en donde nada pasó porque el presidente prohibió que nada pasara.
Si yo fuera cercana a él, así de cuates, le diría que tenga más cuidado con las cosas que dice y a las personas que ataca porque sin querer o sin darse cuenta, empieza a golpear a los que más le importan, a su círculo más cercano, e incluso empieza a descuidar desde mi punto de vista a Claudia Sheinbaum quien es su proyecto más importante.
Pero entre que defiende a sus hijos y agrede a Carlos Loret de Mola y se mofa de la primera ministra, lo importante para él se le está yendo de las manos.
Ya no se diga lo que es importante para los mexicanos: los temas de salud, de empleo, de seguridad y del combate contra la delincuencia y las drogas.
Ya me han contado que don Obrador no se deja asesorar…
Pero no se rindan, quizá algún día escuche a alguien y deje de estarse el solito metiendo en laberintos sin salida.
Hoy se nueva cuenta abordó el tema de Loret de Mola diciendo que “zafo” para hablar o ser entrevistado por él.
Mal ahí, de nueva cuenta. Pero le sirve de distractor. En fin…
Es cuanto.