Hoy 8 de marzo es un gran día en el que conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, que moviliza a millones de mujeres alrededor del mundo, desde trincheras diferentes, con luchas diferentes, pero con unas muy puntuales que nos une a todas por igual; MISMOS DERECHOS PARA TODAS Y TODOS; RESPETO, IGUALDAD, EQUIDAD.
Es motivo de lucha y de salir a marchar: el escuchar a grupos de personas que se dicen NO-FEMINISTAS, personas que a través de redes sociales tratan de callar, las formas de exigir y de mantener las luchas sociales por los derechos humanos que por tiempos milenarios fueron solo para los hombres o para personas de poder.
Es importante replicar nuestro sentir y respetar a nuestras hermanas que desconocen la historia de la lucha feminista, de la que tanto se quejan, tenemos que dejarles en claro que, si una mujer lucha, los beneficios nos llegan a todas y es nuestro deber impulsar a las que están en posiciones menos privilegiadas para que salgan adelante y avancen en sus proyectos personales.
Estamos viviendo cambios drásticos, dramáticos, diametralmente opuestos, en donde las que nos atrevemos a levantar la voz, somos atacadas principalmente por hombres, aunque ellos insisten en su discurso de que la peor enemiga de una mujer es otra mujer: No, ¡claro que no!, son las enseñanzas machistas que desde su pacto patriarcal siguen impulsando. Muchos de ellos son por enseñanza histórica, replican el silencio de sus atropellos (lo que llamamos pacto patriarcal) y señalan públicamente a las mujeres libres, independientes que se atreven a competir en los espacios que son “exclusivamente para hombres”; de manera cómplice desde sus mentes enanas que les impide aceptar el desarrollo y avance de las mujeres en los diferentes espacios de nuestra vida cotidiana, se dedican a atacar de manera violenta a mujeres que opacan sus intenciones de estar en esos espacios que según ellos les pertenecen a los hombres.
Lo anterior lo escribo tratando de analizar sin ser una estudiada en la materia, simplemente desde mis vivencias y lucha diaria por sobrevivir en un mundo diseñado por hombres para hombres -basta ver que detrás de mujeres que están en posiciones de poder, los asesores son hombres-. Es increíble la cantidad de obstáculos que tenemos que esquivar para avanzar, desde el hogar, nuestro circulo cercano, el laboral, el empresarial, el político, el familiar, en todas partes nos encontramos personas machistas que viven señalando el avance feminista, que no soportan el poder que tenemos las mujeres para decidir sobre nuestras acciones y forma de vida.
No podemos quedarnos enganchadas con una sola persona para tratar de cambiar su mentalidad, tenemos que ver más allá y darnos cuenta del poder que tenemos para cambiar a generaciones completas contribuyendo en la ardua tarea de participar en la revolución de las conciencias.
Luchamos por deconstruir la opresión, represión, estigmas y prejuicios, obviamente fomentados por el machismo patriarcal, esos actos terribles que matan, que violan, que trasgreden, que hacen que las personas se sientan infelices e inferiores ante mujeres que viven libres su vida, que son líderes, que quieren desarrollarse en un mundo en donde la palabra empoderamiento está de moda y si es moda, se impone por un momento, es pasajera, es de temporadas y no queremos eso, queremos que sean patrones de conducta que terminen en verdaderas deconstrucciones de aprendizajes, que permitan vivir en un mundo libre de violencias.
Nuestro deber este día y siempre es levantar nuestra voz, en redes sociales, en las calles, en cualquier medio de comunicación masiva para tener mayor impacto. Es importante saber que el poder de una imagen, una palabra, una frase, puede salvar vidas y abrir la mente de quien la encuentra en su camino. Date la libertad de escribir, deja huella y súmate a la lucha feminista.
Es satisfactorio recibir un agradecimiento sobre lo que planteo de voz de mujeres cercanas, de mujeres que nunca he tratado, que les han llegado a lo más profundo de su ser mis escritos, los cuales escribo con gratitud y amor, con miedo, con lágrimas, pero sobre todo con ganas de que permanezcan como manifiestos de una mujer que vive en estos tiempos; los comentarios negativos los ignoro totalmente y las críticas constructivas las tomo para tratar de ser mejor a la hora de plantear mis siguientes letras, me animan a continuar con esta noble tarea de ser una escritora que quiere contribuir, impulsar y apoyar las luchas de las mujeres.
No tengas miedo de salir a marchar con nuestras hermanas, con esas que aun con miedo salen a exponer su rostro, su cuerpo, su integridad, su vida, sí, esas que queman, que destruyen, que son ninguneadas por salir a exigir un alto a todo tipo de agresiones, a exigir que se reconozca que somos mujeres que queremos tener derecho a una libertad absoluta y de respeto, a vivir libres de violencias y en armonía, a vivir sin miedo, ni prejuicios que lastiman, a dejar documentado que la lucha siempre debe de estar presente porque nuestros derechos son frágiles y no podemos descuidarnos.
Todos, absolutamente todos los movimientos feministas son válidos, todas las luchas que llevan a impulsar el bienestar común que nos unan y que nuestras diferencias nos fortalezcan, el respeto social es imprescindible bandera 24/7. Ten presente mujer que nuestro momento es siempre y que nuestra voz es libertad. Te abrazo, te creo, te respeto. Solas somos fuertes, pero juntas somos revolución.