¡Momento! No se me enojen. Quiero decir que dentro de todo lo negativo que se ha dicho del no tan joven Rodolfo Márquez, nadie inventó nada. Quedó grabada en video su osadía y su violencia.

Pero, más allá de esto, ya había subido varios tiktoks donde hacía gala de tener poder, dinero, chicas hermosas a su alrededor y carros último modelo. Un cabeza hueca diría yo, pero un influencer al fin y al cabo. Lograba su cometido: Rodearse de “amigos” de alta alcurnia que al final no lo rescataron como él esperaba.

Me alegra que el tema de la agresión que sufrió Edith N. por parte de Rodolfo Márquez se haya puesto sobre la mesa.

Hay toda una generación de jóvenes que son los que salieron de la pandemia, totalmente empoderados, retando a sus maestros y directores, creyendo que tienen la verdad absoluta. Tendientes a la agresión o a ser agredidos también sin poder defenderse.

Las escuelas públicas y privadas ya no saben qué más hacer para contener a esta nueva generación, a la que le falta tener sueños, sentirse amados y amar.

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Muchos padres de familia prefieren enviar a sus hijos al extranjero. Claro que no todos podríamos hacer algo así.

Es triste ver cómo México no es un lugar seguro ni esperanzador para muchos jóvenes.

Triste es que crean que lo verdaderamente valioso es tener dinero: Piensan que teniendo muchísimo dinero tienen todo a sus pies, y sí, pero efímero, irreal y convenenciero.

¿Cuanta gente rodea al Fofo Márquez por lo que tenía y no por lo que era?

Es aleccionador para muchos jóvenes ver que sí, que no puedes andar por la vida enojándote y pateando a las mujeres porque sí hay una consecuencia.

Yo temía que el tema por ser tan mediático no cobrara tanta relevancia y la condena fuera minimizada.

Pero aplaudo la firmeza con la que ésta fue realizada.

Pateas a una mujer en el piso y en la cara, entonces tendrás tu merecido.

Han habido personas que han pensado que todo esto fue un montaje. ¿Para qué? Porque de ser cierto, ¡Bingo! Lograron distraernos en absoluto. Me parece que pensar en ello es ilógico.

El video está ahí y esas imágenes quedarán en la memoria de todos.

Nuestros jóvenes llevan prisa, sufren ansiedad, depresión, se sienten vacíos si no alcanzan a usar aquella ropa de marca, asistir a aquel concierto de música, sin contar con autos de lujo.

El amor, ese es difícil que trascienda no solo en ellos sino en todos.

Me parece bien la condena al Fofo, pero yo en el lugar de la agraviada, hubiera perdonado. Hubiera sido también una bofetada con guante blanco para Rodolfo y para toda la sociedad mexicana.

A veces hay que saber perdonar y seguir adelante. El acto de perdonar es absolutamente difícil de hacer. Pero creo que yo lo hubiera hecho.

Edith, como yo, ya tenemos 50 años, hay que saber elegir nuestras batallas.

No queremos jóvenes que sigan creyendo que lo que hace y publica este joven (que de jovencito no tiene nada porque ya tiene 26 años) los hará valer más.

Ya es hora de educar a nuestros jóvenes desde el amor, el perdón y la escucha.

Quizá si Fofo hubiera estado más cerca de su madre, o quizá su madre de él, no hubiera pasado esto.

Así que finalizó mi columna con una pregunta para padres de familia de adolescentes: ¿Ya platicaron con ellos? ¿Ya les dijeron cuánto los aman?

Es cuanto.