La historia de Aerolíneas Argentinas es fascinante. Hace ya algunos años, cuando se vino la bajada de Mexicana de Aviación, miembros de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) tuvieron una reunión en nuestro país, y los trabajadores aprovechamos su presencia para hablar de la quiebra fraudulenta de la aerolínea, apoyada en ese entonces por el gobierno de Felipe Calderón.
Fue justamente en esas reuniones donde estrechamos lazos con los trabajadores de Aerolíneas Argentinas y de primera mano conocimos su historia, no muy diferente de la nuestra, hablando de la aviación comercial.
Su empresa nace en 1950 de la mano del peronismo, y fue el resultado de la fusión de varias aerolíneas argentinas, como Alfa, Zonda, Fama y Aeroposta. Esta línea aérea incluso tuvo la oportunidad de operar a la denominada “reina de los cielos” y me refiero al equipo Boeing 747, también conocido como “Jumbo”, el cual fue inaugurado con su ruta a Nueva Zelanda.
Estamos hablando de una importantísima aerolínea para el país austral. Sin embargo, la misma ola expansiva del neoliberalismo -que en México llegó con Miguel de la Madrid y consolidó Carlos Salinas de Gortari-, llegó a Argentina, y en los años noventa Aerolíneas Argentinas fue privatizada.
Los trabajadores emprendieron una larga lucha, quienes vivieron las peores épocas de la aerolínea cuando fue privada, pues la redujeron a “casi nada”. Otros países que se han entregado a los brazos del capitalismo rapaz se quedaron sin industria aeronáutica. En el caso de Argentina, estuvieron a punto de desaparecer, y no lo pudieron lograr gracias a la gran batalla que encabezaron los trabajadores, que en 2008 lograron que Aerolíneas Argentinas volviera a manos del Estado.
Si quieren conocer a fondo esta historia, pueden buscar en Google el documento “Aerolíneas Argentinas. Una gestión atravesada por la racionalidad técnica y la ideología política.” Epelbaum y Germán (2014). VIII Jornadas de Sociología de la UNLP. Departamento de Sociología de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, La Plata.
Ahora, tenemos que hablar de la llegada de Javier Milei a la presidencia de dicho país, y de sus planes respecto a Aerolíneas Argentinas. Este anarco libertario político, creyente acérrimo del libre mercado y del capitalismo más rapaz, ha hecho pública su intención de “entregarle” a los trabajadores la gestión de Aerolíneas Argentinas, sin embargo, es una propuesta por demás tramposa. Lo que ya fue calificado por los propios trabajadores como una “amenaza”.
La Asociación del Personal Aeronáutico (APA) a cargo de su secretario general Edgardo Llano manifestó las intenciones privatizadoras de Javier Milei, y que con ello llevaría a Aerolíneas Argentinas a la obtención de un “certificado de defunción”, al acabar con su aerolínea bandera.
¿En qué me baso para decir que la propuesta del presidente Milei es una trampa? Tal y como lo resalta el medio El Cronista de aquel país, el planteamiento “es entregar la empresa a los empleados para declarar cielos abiertos y retirarle los aportes del Estado.”
¿Ustedes, estimados lectores, recuerdan la defensa que aquí en México hizo la industria aeronáutica en contra del cabotaje? Fue en febrero de este año cuando en las reformas tanto a la Ley de Aviación como a la de Aeropuertos, se habló de modificar el tema del cabotaje y permitirlo; de haberse dado en la reforma, hoy estaríamos hablando de los cielos abiertos y de la pérdida de la soberanía aérea en nuestro país.
Pues eso es justamente lo que pretende Milei, acabar con la aviación argentina dejando el camino libre a las aerolíneas extranjeras para la explotación de sus cielos.
Todo esto, sin importarle al anarco libertario que Aerolíneas Argentinas es una empresa del Estado que genera ganancias al país. Por supuesto, ya sabemos que es un mantra que la narrativa de la derecha asegure que el Estado “no sabe administrar” y que esa labor se la deberían de dejar a la iniciativa privada que sí sabe cómo hacerlo.
En los hechos, y sobre la industria aeronáutica de nuestra nación, sostengo que el Estado sí sabe administrar, y que, de 1988 a la fecha, solo la línea aérea “Aeronaves de México” quebró por malos manejos del gobierno; el resto, más de 20 aerolíneas en manos de empresarios privados que las quebraron y dejaron grandes deudas al Estado mexicano al no pagar el TUA, el cual se jinetearon, y quedaron a deber pagos de los servicios aeroportuarios, así como la turbosina. Todo lo anterior es un grave golpe al erario y por ende al resto de la población.
A pesar de la afectación que tuvo por la pandemia de Covid en este 2023, Aerolíneas Argentinas cierra con una ganancia de 32 millones de dólares, y además tiene en la caja 350 millones de dólares. Con lo que se confirma que no es un barril sin fondo de dinero del Estado, como sostiene la derecha en su narrativa perversa al referirse a las empresas que administra el gobierno, en este caso el argentino.
Con todo y las adversidades, la aerolínea bandera de Argentina es una empresa redituable, y privatizarla sería un gravísimo error por parte de Milei, quien además ya la está afectando con el alza del dólar, pues las tarifas aumentaron hasta un 125%. No es la única línea aérea que ha tenido que hacer ajustes a sus precios, aerolíneas del sector privado como JetSmart y Flybondi fueron las primeras en subir los precios de los boletos de avión.
Shell, que provee el combustible, aumentó en un 37% el precio por lo que se vieron obligados literalmente a tener que subir sus precios, pues no sale la operación. Todo “gracias” a las políticas económicas de Javier Milei.
Al igual que en México, allá pasa lo mismo con los grandes medios de comunicación: cambian la narrativa en favor de crear un descontento en torno a Aerolíneas Argentinas, para que los gobernados vean con buenos ojos las decisiones del actual gobierno.
Recuerden que las primeras aerolíneas en subir los precios de sus boletos de avión fueron líneas aéreas privadas y extranjeras. Para los grandes medios, estas aerolíneas no están en el panorama, y solo existe Aerolíneas Argentinas, a quien le achacan de ser la primera en aumentar sus precios, y añaden: “La línea aérea de bandera no fue la única, sino que las low costs como JetSmart o Flybondi también modificaron sus valores con el correr del día.” Así lo registró el diario argentino Perfil Córdoba.
Ya veremos si el nuevo gobierno logra su cometido privatizador, o si logran impedirlo los trabajadores, como la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), de la mano de Pablo Biró. Ellos siguen haciendo campaña contra la privatización de la aerolínea bandera del país del tango y la milonga.
Esperemos que Argentina no se sume a países como Brasil, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Costa Rica, que dependen de la aviación extranjera para poder comunicar a su país. Espero que todos estos ejemplos queden claros en nuestro territorio, para evitar que los vivamos nosotros mismos.