Equipos que rellenan la Liga MX y que sus fuerzas están lejos de los que están haciendo grandes torneos futbolísticos y que además van creciendo y desarrollando su estructura deportiva a la par de la financiera. Mientras estos aprovechan su existir para buscar fines que difícilmente tienen como principal objetivo competir por ganar un título o desarrollar una plaza, o mucho menos por entregar un gran espectáculo a la plaza donde juegan.
El G6: Querétaro, San Luis, Mazatlán, Puebla, Necaxa y Juárez FC, de la Liga MX, no es oposición al resto de la liga, difícilmente son equipos que contienden por un título y por estas fechas están blindados del descenso. Ni fríos, ni calientes. Tibios.
Empresarios, promotores y políticos que se benefician de la vitrina de la Liga MX para la venta de jugadores, acrecentar su mayoría en el comité de dueños para mantener el control del negocio del futbol mexicano. Establo de jugadores, franquicias que son usadas como tienda para poder estar en orden reglamentaria con la FIFA para poder seguir en el negocio de la compra y venta de jugadores.
Alfiles políticos que ayudan a los intereses de un partido en el gobierno.
¿Cómo le piden a la afición que obedezca y no ponga en riesgo la participación de México en la Copa del Mundo?, el máximo negocio que tiene este deporte.
Si hay equipos como estos que no están interesados más que en cumplir, algunos, un capricho. Que son utilizados con puente para acercarse a círculos políticos y empresariales. Donde no es prioritario desarrollar la plaza en aras de hacer cada vez más fuerte a la Liga, una Liga que se está llenando de equipos poderosos que aumentan su brecha con el resto.
Y las diferencias son notorias.
Se ven torneo a torneo, donde, con honrosas excepciones, siempre son estos equipos los que no califican y se convierten en refugio de extranjeros que no tuvieron éxito en la Liga o andan vagando. Escuadras de última oportunidad para talentos que no fueron, malogrados.
Torneo a torneo se desarman y venden a sus mejores jugadores sin importar un proyecto deportivo. No importa cómo manejen sus recursos, sus dineros e inversiones, pero sÍ llama la atención como la Federación y el resto de los equipos lo permiten sin mayor empacho. Invierten, contratan buenos jugadores, hacen una liga competitiva, construyen estadios.
Como si no importara. Como si el nivel de la liga no fuera importante. Estamos hablando de la tercera parte de las plazas de toda la Liga.
Los proyectos de una Liga Binacional, torneos compitiendo en suelo estadounidense para dolarizar ingresos, no son para toda la Liga son para algunos equipos, están vetados para los del G6.
Paco Vela en Twitter: @PacoVela14