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Mucha atención, todos los reflectores puestos sobre el anuncio de la primera parte del gabinete de gobierno de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, donde no hubo sorpresas, aunque sí novedades.

Primero la inclusión de Marcelo Ebrard como titular de la Secretaría de Economía, muestra un trabajo fino de conciliación, entre la presidenta y quien se convirtió por capricho y despecho en su principal detractor. Vamos ni siquiera la candidatura del bloque opositor planteó tanto estrés en la campaña de la hoy presidenta electa, como el activismo de Ebrard.

Desde el “No vamos a someternos a esa señora”, hasta la supuesta impugnación del proceso interno de Morena, a Marcelo se le fueron las formas y se mostró como un político berrinchudo y poco profesional, hasta que Claudia fue nominada y después obtuvo el triunfo arrollador del que ya hablamos mucho.

Creo que en ese caso, Claudia Sheinbaum fue magnánima, generosa, y muy displicente.

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Quizás es lo que se necesita.

De Marcelo no dudo que sea un buen secretario, político con cartas credenciales envidiables y con la capacidad de sacar un importante encargo en economía.

Creo que su mensaje después de la designación era necesario, y creo que más allá del “con su permiso señora presidenta…” a Marcelo le faltó algo de humildad, sin embargo ya el hecho de redimirse es notorio y suficiente, y el hecho de que tiene más vidas que un gato es notorio.

De los otros integrantes del gabinete, solo tengo cosas buenas para decir, Ernestina Godoy es un gran perfil para la Consejería Jurídica y muy atinada selección, sin duda que hará falta en el Senado.

De Juan Ramón de la Fuente, que es el más calificado de todos los integrantes del gabinete, es poco lo que se puede agregar, tiene 20 doctorados, fue rector de la UNAM, embajador de México en la ONU, y coordinador de los diálogos por la transformación.

Él va a relaciones exteriores y creo que no hay mejor perfil que el suyo.

Alicia Bárcena, en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales es una gran decisión de la presidenta electa, la comentocracia daba por buena la especie de que llegaría alguien del Partido Verde, incluso Manuel Velasco, lo que sería una broma; no fue así y lo celebro. Creo que Alicia Bárcena ha realizado un gran papel como canciller, y lo seguirá haciendo en su nuevo encargo.

Julio Berdegué y Rosaura Ruiz Gutiérrez, el primero en agricultura y desarrollo rural y la segunda en ciencia e innovación tecnológica, son dos decisiones muy acertadas.

En esos cargos es necesario dejar a un lado la politiquería, el amiguismo y los intereses y hacer que sean los expertos los que hablen.

La presidenta electa presentó en esta primera ronda las mejores decisiones, alejadas de la grilla y de la especulación.

“Me siento muy orgullosa, contenta de que quienes están sentados hoy aquí hayan aceptado formar parte de nuestro equipo, son hombres y mujeres de primera, con experiencia y que además nos van a ayudar mucho a cumplir con los objetivos en los próximos seis años”, expresó.

Ella misma dejó cita para la semana que viene y dijo que habrá otros 6 nombramientos. Los 6 primeros son la parte técnica, economía, el sector agropecuario, ciencia y tecnología, la consejería jurídica y relaciones exteriores.

Ahora faltan las que son polémicas, educación, infraestructura y comunicaciones, salud, bienestar, gobernación y claro está el gabinete ampliado.

Mucho se habla de relevos, también de ratificaciones, pero si por la víspera se saca el día, la presidenta dio un paso al frente firme, que manda un mensaje de confianza y de que en su gobierno no se andarán por las ramas.

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