Poco duró el gusto a los “libertarios” y antisistema que votaron por tercera vez por el conductor de “Reality ShowsDonald J. Trump con el fin de “secar el pantano” y oponerse al complejo militar industrial guerrerista que ha llevado al planeta al borde del abismo nuclear durante los últimos años, con sendos frentes abiertos en Ucrania y en Palestina y muchos otros puntos de conflicto alrededor del mundo.

Al gabinete de Trump podrían unirse, por ejemplo, el político de origen cubano Marco Rubio, a quién investigaciones periodísticas señalan con vínculos a un narcotraficante en Florida y uno de los principales promotores de golpes de Estado y cambios de régimen en América Latina, principalmente en Cuba y Venezuela.

Otro personaje guerrerista, la militar en activo con vínculos en servicios de inteligencia, Tulsi Gabbard, estaría siendo considerada para ser la directora de la CIA, así que esperen más espionaje a personas dentro y fuera de los Estados Unidos, más represión, más censura.

El funcionario bipartidista Tom Homan será el denominado “zar fronterizo”, un sujeto que sueña con enviar a decenas de millones de migrantes “ilegales”, como le llaman los fascistas estadounidenses de regreso a sus países, además de atacar a México con drones y fuerzas especiales para dizque “combatir el narco” (el cuál ellos mismos financian con sus millones de adictos y arman con sus rifles y pistolas).

El cuatrienio de Donald Trump nos augura más de lo mismo: más crisis políticas, bélicas y económicas mientras los Estados Unidos ven la destrucción del sistema neoliberal e imperialista mientras son incapaces de detener su declive. La situación para México será difícil, pero no imposible. El EU de ahora no es el de hace una década y cada año que pasa su hegemonía se diluye para dar paso al mundo multipolar. La historia no tiene fin y los procesos inexorables continuarán.