Si bien el senador electo al parecer no coordinará el Senado debido a una interpretación algo tramposa de los acuerdos tomados por Morena y los seis presidenciables del movimiento cuatroteista, al ser Manuel Velasco y el no afiliados al partido guinda, sino a sus aliados (PT y Verde) debiera ser considerado para el gabinete, el que esto escribe vería en él, un perfil ideal para la Secretaría de Educación pública, o bien para la relativamente nueva Secretaría de Cultura.
Ningún político en la actualidad tiene los niveles de cultura que Gerardo Fernández Noroña, quizás desde José López Portillo y José Francisco Ruiz Massieu no tenía México a un funcionario de conocimientos enciclopédicos como él, sumado a su probada honestidad más su incuestionable y férrea lealtad, a sus ideales, al movimiento lopezobradorista y a la patria misma.
Quienes pretenden encasillarlo en un ‘excelente tribuno’ con la intención de dejarlo como a uno más de 128 senadores obra con mala leche, ya que además de torcerse los acuerdos ya aquí citados, se estaría desperdiciando a un activo valiosísimo que tiene México, y que ya nada tiene qué demostrar; incluso sus lapsus de ira que se llegaron a apoderar de su persona han desaparecido; su madurez personal política es total, pues.
Así que, o se le toma en cuenta para las ya mencionadas Secretaría de Educación, Cultura e incluso la del Bienestar, o se estaría cayendo en un escenario de tremenda injusticia. ¿Ebrard el veleidoso en Economía (si bien, políticamente desactivado) y el disciplinado Fernández Noroña sin cartera? Eso hasta al electorado sentaría bastante mal, enviando la presidenta electa además una pésima señal, no a los famosos mercados y su irracional y característico nerviosismo, sino a la base social que sostiene a los gobiernos emanados de la 4T, lo cual muchos verían (y me incluyo) como un acto de ingratitud y además de dudosa congruencia con sus pilares ideológicos que sostienen al régimen. Esperemos entonces, los próximos anuncios de la presidenta electa.