En el marco de la conmemoración histórica del 18 de Marzo, el Zócalo de la Capital del País retumbará el próximo sábado. Será, sin duda, un espacio abarrotado de simpatizantes del proyecto de la Cuarta Transformación. En sí, creemos que la convocatoria tiene una gran lógica después de las marchas que ha organizado la oposición, incluso eso fue el detonante para despertar ese nuevo interés de hacer valer el derecho constitucional a la libre manifestación y expresión.
No sé si eso obligó al mandatario a volver a salir a las calles; lo cierto es que, el próximo sábado, puede ser el marco perfecto para encauzar el proceso de unidad pues Morena, y el mismo presidente López Obrador, no pueden darse el lujo de no reavivar este tipo de activismo pues un movimiento social -sin el apoyo colectivo- puede llegar a fracasar como otros que a lo largo de la historia hemos podido constatar a través de la línea del tiempo.
En ese sentido, hay que nutrir la expresión para evitar posibles fracturas, máxime porque se avecina un proceso electoral donde el mandatario federal necesita, eminentemente, de todos los que representan un papel fundamental en esa transición. Hablo de precursores del movimiento, intelectuales, organizaciones sociales, académicos, medios de comunicación y activistas que han hecho sentir su voz como instrumento de opinión.
Y los espacios de interacción públicos son fundamentales con la presencia de grandes sectores de la población civil. Qué mejor que conmemorar un hecho sin precedentes como la expropiación petrolera manifestando el respaldo al proyecto de transformación.
Por esa razón, lo que acontecerá, más que una celebración de esa naturaleza, es atender el llamado para cerrar filas, especialmente porque hay temas de fondo donde el país necesita de apoyo para enfrentar los retos, como lo que surgió hace poco con la posición irracional de algunos legisladores estadounidenses. De hecho, esa premisa sirvió para reactivar el reclamo social por razones obvias en la defensa de la soberanía del territorio nacional.
Quizá, esa sea otra de las razones del mitin del próximo sábado en las inmediaciones del Zócalo de la Ciudad de México. Nuestro país requiere, sin duda, unidad para encarar este tipo amenaza. Por ello, ha surgido un gran activismo en las redes sociales. De igual forma, precursores del movimiento han levantado la mano para asistir y, en ese terreno, acompañar al presidente López Obrador.
Tiene que ser, como se anticipa, una gran fiesta popular. Asimismo, sería el marco perfecto para sellar el proceso de unidad en los procesos electorales que se avecinan. La mejor forma de ello es constatar que habrá respeto y tolerancia justo cuando el presidente Obrador ha dado un giro a la estrategia sucesoria. Me imagino, quiero creer, que López Obrador caminará con los cuatro aspirantes que buscan sucederle en 2024.
Esa postal retrataría, en este momento, la unidad para los retos que están en puerta y, podría fin, a una oleada de especulaciones que ha generado ese clima de favoritismos que, incluso, se ha cuestionado porque durante muchos meses ha predominado, como lo muestran las propias evidencias y testimonios. De hecho, se piensa que, en esa coyuntura, aún hay signos de cargada. Por ello será clave el mensaje que de el presidente López Obrador, ya que de eso dependerá la voluntad de que exista unidad o no.
Notas finales
El coordinador de los senadores de Morena adelantó que, en esta misma semana, podría quedar instalada la Comisión Bicameral de Seguridad, integrada por senadores y diputados. Con ello, inmediatamente después se podrá citar a comparecer al gabinete de seguridad pública.
Esta instancia es la encargada de solicitar a las dependencias de procuración de justicia que informen a los legisladores sobre las acciones que están llevando a cabo para detener la violencia que se vive en el país.
También atiende otros temas como el presunto espionaje en contra del activista Raymundo Ramos por parte del Ejército mexicano.
Esta Comisión está contemplada en las reformas que permitieron que las Fuerzas Armadas ampliaran su actuación en tareas de seguridad, concretamente en el artículo Quinto Transitorio constitucional.
Es la instancia que puede pedir el informe sobre el espionaje de la SEDENA y sobre todo lo que tiene que ver con la seguridad pública”, indicó.
Son cuestionables las prácticas de espionaje; esto siempre será delicado en cualquier sociedad y en cualquier momento.