“No me mires, no me mires
No me, no me, no me mires
No me mires, no me mires, déjalo ya
Que hoy no me he puesto el maquillaje (Hey, hey, hey)
Y mí aspecto externo es demasiado vulgar
Para que te pueda gustar…
Sombra aquí, sombra allá
Maquíllate, maquíllate
Un espejo de cristal
Y mírate y mírate.”
MECANO
Recibir donaciones en efectivo, anónimas, con fines electorales, no declaradas ente el INE, es un delito. Más cuando no se sabe cuánto fue, quién es quien lo dio, ni cómo se usó. El video de los sobres amarillos y Pío López Obrador muestra cómo el hermano del presidente recibe dinero. El reciente video-entrevista es una aceptación clara y contundente de ese hecho. Pío es un delincuente; él mismo lo confesó. Sí, Pío López Obrador, el hermanísimo beisbolista del inquilino de Palacio, dio una entrevista donde el cinismo desbordaba las pantallas y la mentira se ondeaba cual bandera.
Sin embargo, en el país de “los otros datos” -con una hipocresía ya conocida, manipulación, tergiversación, engaño, opacidad-, Pío dice que no cometió ningún delito. Por si fuera poco, el delincuente se queja de quien sacó el video a la luz y demanda a Carlos Loret de Mola. La conocida y ya muy trillada estrategia de hacerse las víctimas.
A la corrupción que prometieron barrer, le dieron una shineneada; cambiaron a los personajes, pero la misma sigue ahí.
Pero no solo los sobres, ¡qué va! Hasta enero de este año, el gobierno federal lleva invertido en el estadio donde juega el equipo de beisbol de Pío, “Guacamayas de Palenque”, 103.5 millones de pesos. Cuenta con tribunas nuevas, 1,500 butacas, palcos, 12 locales para venta de entradas, seis baños para espectadores, dugouts para los equipos, vestidores y un nuevo techado. Cierto, el estadio pertenece al ayuntamiento, pero los únicos que pueden jugar ahí son las Guacamayas, por ende, el más beneficiado de dicha inversión es el hermanísimo. (Como comentario aparte: cuando la 4T quiere, todo funciona a la perfección. Apenas el año pasado se licitó la obra de remodelación del estadio —por un monto de más de 80 millones de pesos— y a principios de este, el presupuesto alcanzó los 103.5 millones de pesos y le faltaba solamente adecuar el campo de juego e instalar los servicios de agua, electricidad y drenaje.)
Poco importa si él no se quedó con el dinero ni si este fue mucho o poco; lo que importa es que ni siquiera los declaró.
Pío, al igual que su hermano, comprobó ser es cínico, corrupto y mentiroso. Aunque los maquille de “faltas”, su declaración es una aceptación de que violó la Ley. Y lo hace con un desparpajo que solo brinda la tranquilidad de la impunidad al amparo de la Fiscalía General de la República. La misma que se negó a entregar la evidencia al INE y, con ello, impedirse le finquen delitos electorales. Así, en lugar de echarle pleito a la FGR, debería de estar agradecido.
Así la promesa lopezobradorista de combate a la corrupción y a la impunidad. Otro falso compromiso de Andrés Manuel.
Lo hecho por Pío no es una falta, ni un tema baladí aunque así lo quieran maquillar. Un acto delictivo se realizó por el mismo hermano del presidente, el video existe, él ya lo aceptó, pero no pasa nada. El delincuente duerme tranquilamente en Palenque, Chiapas, porque sabe que no lo tocarán ni con la pluma de un ganso cansado…
La promesa de no permitir la corrupción nació muerta. Más cuando el ataque a la ley es diario y quienes deberían ser ejemplo de su cumplimiento, la violan. ¿Me pregunto si, como ocurrió al inicio del sexenio de Ernesto Zedillo, este hermano incómodo vaya a dar a la cárcel? Lo dudo. El “corrupto” priismo resultó más limpio que la “pulcra” Cuarta Transformación.
Efectivamente, Pío no es el único; otros integrantes de la 4T pueden delinquir sin ningún problema. Ahí está Delfina Gómez, quien fue encontrada y declarada culpable de un delito por parte del TEPJF y como “castigo” del régimen es ahora la secretaria de Educación Pública nacional y pronto candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México…
No pasó nada. La impunidad ‘del poder en el poder’ (la mafia del poder, pues) ampara a la familia y a los miembros de la 4T.
Seguramente en esta administración, con su confesión de parte, Pío López Obrador pueda continuar abanicando en el nuevo estadio que solo usa su equipo; pueda estar tranquilo mientras lo cubre el manto del poder y máxime siendo el hermano del presidente. Pero que no se olvide, en algún momento los hermanísimos dejan de ser cómodos.
Pío López Obrador se burló de los mexicanos (sí, de todos). No tiene vergüenza. Este país requiere justicia. El hermano del presidente es de los primeros en pisotearla.