Así como los buitres sobrevuelan, esperando el momento preciso para lanzarse sobre un cadáver, así se comporta la oposición y los detractores a la Cuarta Transformación ante el relanzamiento de la marca comercial “Mexicana de Aviación”.

Hoy, en el espacio de la conferencia mañanera, el presidente de la nación, Andrés Manuel López Obrador anunció la inauguración del primer vuelo de la Aerolínea del Estado Mexicano, que por nombre comercial llevará el de “Mexicana de Aviación”.

Datos importantes que quiero resaltar de la conferencia, que son puntos a tratar. El primero y más obvio es aclarar que no se rescató a Compañía Mexicana de Aviación, sino que a los trabajadores de la aerolínea se nos compró la marca comercial y algunos bienes, y esta que hoy comenzó operaciones es una empresa totalmente nueva.

También es cierto que con la bajada de la antigua Mexicana, en 2010, perdimos una aerolínea bandera; ya en varias columnas les he hablado de la importancia de tener una aviación nacional.

En la actualidad, solamente VivaAerobus es una compañía nacional. Tanto Aeroméxico como Volaris, tienen participación de accionistas extranjeros, y en un momento dado ellos pueden tomar decisiones, aunque no sean tan benévolas para el país, y no es descabellado pensar que nos puede pasar como lo que sucedió en Perú o Chile, países que ya no cuentan con una aviación nacional, y están a expensas de que aerolíneas extranjeras cubran sus rutas.

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Yo sé que para mucha gente este punto es algo complicado de entender, pues algo que no se ve ni se toca (intangible) resulta difícil de comprender. Pero la soberanía de nuestro espacio aéreo depende de nuestra capacidad -como país- de proveer transporte aéreo; recordemos que este es un servicio público que concesiona el Estado a un particular para su explotación, pero que al final del día le sigue perteneciendo al país.

Otro punto que me parece importante tratar es el de la decisión de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) de incorporar de manera definitiva los tres aviones B737-800NG a la flota de la nueva aerolínea, y no reemplazarlos como se tenía contemplado con la llegada de los nuevos equipos durante el próximo año.

Mexicana "Aerolínea del Pueblo de México" inició operaciones

Lo digo fuerte y claro, me parece un total desacierto quedarnos sin esos aviones para el uso de la fuerza aérea. Sé que tienen otros equipos, pero no de la capacidad de un 737, que en un caso de emergencia se puedan utilizar, espero que rectifiquen esta decisión.

Ahora, hablemos de lo que está pasando en los medios, pues el vuelo inaugural despegó a las 8:00 de la mañana, recordándole a todo el mundo que “la primera, siempre será la primera”. Pero en el cielo están algunos medios y buitres carroñeros, esos que están a la espera de cualquier cosa para hacer tremendo escándalo; todos en un bonito ballet de nado sincronizado empezaron -sí, otra vez- a hablar del fracaso de la nueva línea aérea.

Y es que el vuelo inaugural tuvo que desviar su trayectoria para aterrizar en el alterno, que es el aeropuerto de Mérida, porque las condiciones climatológicas en el Aeropuerto de Tulum no eran las óptimas. Y ahora esto será tratado como tragedia y fracaso, y no como algo común dentro del mundo aeronáutico.

Y como esta gente entiende poco de seguridad aérea, cabecearon notas amarillistas que van desde “El primer vuelo de Mexicana ‘se pierde’”, para echarle leña al fuego de los opositores y crear una fogata de dimensiones colosales, hasta “Mexicana aterriza de emergencia”, o “Falla la nueva aerolínea, se desvía a Mérida”.

Lo que ocurrió no fue un aterrizaje de emergencia, sino algo que sucede frecuentemente, y más con un mundo afectado por el cambio climático, pues las condiciones meteorológicas no dependen de la mano del hombre; además, no fue el único vuelo que tuvo que desviar su trayectoria por este motivo, VivaAerobus fue otro afectado por el clima, pero de eso nadie habla, porque en realidad no es noticia.

Si revisamos las condiciones que en los últimos días han tenido los distintos aeropuertos del país, e incluso en el mundo, veremos que varios de ellos han sufrido de cierres temporales por neblina, lluvias, nieve o algún otro fenómeno natural; nada fuera del otro mundo en la aviación, más bien el pan de cada día de la industria.

Ahora, hablemos de los subsidios, porque todos los que están en contra de la nueva línea aérea no hacen más que hablar (y mal) de los subsidios. Convenientemente estas personas tuvieron una coordinada pérdida de memoria temporal, y han olvidado que del año 2000 al 2006, el gobierno de Vicente Fox concesionó aerolíneas como si despachara tortillas a granel. A las pruebas me remito, se subsidió a las siguientes empresas:

  • Avolar; de los hijos de Martha Sahagún de Fox, la esposa del primer mandatario, a quienes le subsidiamos sus ganas de jugar con avioncitos
  • ALMA de México
  • Aladia
  • Novoair
  • Interjet
  • Volaris
  • VivaAerobus

¿Saben cuántas líneas aéreas perdimos en la docena trágica panista? 10 aerolíneas, comenzando evidentemente por Mexicana de Aviación, AeroCalifornia, Aviacsa, ALMA de México, Aladia, Avolar, Novoair, Líneas Aéreas Azteca, Allegro y Aerolíneas Internacionales.

¿Saben cuántas aerolíneas nacieron durante los últimos sexenios priistas antes de Fox y que ya no existen? Aquí la lista, y a todas también las subsidiamos:

  • TAESA
  • AeroCancún
  • Noroeste
  • Estrellas del Aire
  • Oasis
  • SARO
  • Aerofiesta
  • LaTur

Todas ellas a manos de particulares, que aprovecharon los subsidios y una vez que hubo que pagar, aplicaron la de “aquí corrió”, no pongo a Aeronaves de México cuyo nombre comercial fue Aeroméxico, porque de todas estas líneas aéreas, fue la única que quebró a manos del gobierno, ya con Carlos Salinas de Gortari se privatizaría tanto a Mexicana como Aeroméxico, quebrando ambas por malos manejos de los empresarios privados y teniendo que ser rescatadas por el FOBAPROA.

Es más que claro, al neoliberalismo no le interesan ni la soberanía aérea y mucho menos el fortalecimiento de la industria aeronáutica. En pasados sexenios, empresarios privados fueron subsidiados por el gobierno, y solamente aprovecharon el tiempo que recibieron el dinero público y en cuanto tuvieron que pagar, prefirieron quebrar sus líneas aéreas, dejando deudas millonarias.

El tema álgido aparece en los desmemoriados cuando se habla del financiamiento de la nueva Mexicana; les urge saber cuándo será “rentable”. El periódico El Financiero desmenuza el documento que les fue entregado por la SEDENA, llamado “Análisis financiero para el inicio de operaciones de la Aerolínea del Estado Mexicano, S.A. de C.V.”.

Mexicana "Aerolínea del Pueblo de México" inicio operaciones

Pareciera que se están dando cuenta que operar una línea aérea es caro; pero la verdad es que no saben realmente si lo es o no. El plan de arranque de la nueva Mexicana costará 126 millones de dólares, que en realidad es muy barato. En el caso de la antigua Mexicana de Aviación, para poder arrancarla se requerían de 350 millones de dólares, y más menos es el mismo plan (número de aviones y rutas) del que ya les he hablado en otras columnas.

Pero como los detractores no lo saben, utilizan las cifras para escandalizar a la población de lo que va a costarle del dinero público; eso sí, se cuidan de no mencionar a todas las aerolíneas que dejaron de operar por los malos manejos de sus dueños, como los casos más recientes de Interjet y Aeromar. En el caso de la primera, dejaron de pagar 2 mil 947 millones de pesos, incumplimiento el pago de impuestos. Eso es un golpe al erario, pero no toquemos ese tema, mejor hay que quejarnos de que el gobierno va a proveer a la población de transporte aéreo público.

El arranque de la nueva Mexicana de Aviación tiene que verse desde otra perspectiva y no nada más desde el punto del “negocio y las ganancias”, sino del beneficio que llevará a poblaciones donde se ha dejado de prestar el servicio de transportación aérea.

Otra cosa que quiero resaltar fue la presencia de mis compañeros sobrecargos jubilados, quienes le desearon a la primera tripulación del vuelo inaugural los mejores deseos, y se hizo un “pase de estafeta”. Fue muy emotivo ver a las antiguas generaciones pasándole la bandera a las nuevas; mis compañeras, fueron vestidas con los uniformes históricos de Compañía Mexicana de Aviación y la verdad es que se veían muy guapas; ellas fueron mis maestras y gracias a ellas aprendí muy bien la profesión de sobrecargo.

Grupo de jubilados de Mexicana de Aviación con la tripulación del primer vuelo de la nueva Mexicana

No podía faltar el presidente de la Asociación de Jubilados, Trabajadores y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM), Fausto Guerrero, quien también fuera sobrecargo de la aerolínea, y dirigente sindical en su momento. También fuimos compañeros de lucha, aunque desde diferentes trincheras, pero siempre dejando clara la convicción de luchar por regresar a Mexicana a los cielos con justicia y dignidad.

Ahora una anécdota: ¿sabían ustedes que el primer vuelo de Compañía Mexicana de Aviación, en 1921 también tuvo problemas con un banco de niebla, en su ruta México-Tampico-Tuxpan? Pues el diario El Universal recoge precisamente esa anécdota, ya que ellos mismos la relataron en su momento “Su vuelo inaugural enfrentó complicaciones por la niebla que retrasaron su regreso. Partió el 30 de agosto y el 2 de septiembre fue necesario hacer una escala de emergencia por el clima”.

Dicho todo esto, y pésele a quien le pese, el nombre de Mexicana de Aviación vuelve a surcar los aires, de la mano de gente extremadamente profesional; muchos de ellos estuvieron en la antigua Mexicana, y esta es una razón que alcanza y sobra para sentir orgullo.

Como el ave fénix, Mexicana de Aviación resurge de sus cenizas, y viene dispuesta a recuperar sus fueros; viene por otros 100 años y dispuesta a sortear tanto neblinas como nubarrones mediáticos. Su vuelo cala en muchas voces, y les molesta porque saben que al final del día “La primera, siempre será la primera”.