Es extraño que Claudia Sheinbaum y su equipo hayan decidido, como si fuera una serie de Netflix, ir develando capítulo por capítulo quienes conformarán su gabinete presidencial.
Ayer, la expectativa por conocer el siguiente bloque del gabinete fue altísima en redes sociales, pero también en los noticieros por televisión. La emoción o la curiosidad por saber quienes serían los siguientes cuatro integrantes del gabinete era enorme. Y supimos que serían 4 los nombramientos porque ahí estaban las imágenes de 4 sillas vacías.
Ver llegar casi abrazando a Claudia Sheinbaum a Rosita Icela Rodríguez, me dio para abajo. Es que verla ahí era como ver a López Obrador y es que ya estoy muy harta de todo lo que tenga que ver con el, sinceramente.
Era como si Rosa Icela, más que secretaria de Gobernación, fuera la representante de López Obrador.
Ya sé, los morenistas me dirán que esto no es así, pero denme oportunidad de expresar libremente mi opinión y mi percepción de las cosas.
Después nombró a Ariadna Montiel como secretaria del Bienestar. La verdad de las cosas es que no la tenía ubicada.
Fuentes fidedignas y la propia futura presidenta mencionaron que ella, sin protagonismos ni reflectores había ayudado mucho a los damnificados por el huracán Otis en Acapulco.
La sentí sincera y una mujer de mucha calma y control mental. Me gustó. Aunque prácticamente a nivel profesional no tiene conocimientos del tema pues cuenta con una licenciatura trunca en Arquitectura. Pero así es la vida, quizá para alguna otra cosa resultó especialista y por eso es que está ahí. También porque es muy cercana a López Obrador.
Después vino la mención del esperadísimo Omar García Harfuch. Es que era impensable que no estuviera cerca de Claudia Sheinbaum. Me gustó mucho que esté como secretario de Seguridad porque creo que es un experto en el tema y también me gustó que estuviera ahí porque a todas luces se ve que López Obrador nunca lo quiso, ni siquiera lo mencionó jamás he hizo todo lo posible por alejarlo de Claudia, pero Claudia tuvo el carácter para regresarlo a su lado.
Pienso que ella se siente segura y protegida por él. Y también a mí me inspira esa seguridad. Bien ahí.
El que de plano se voló la barda fue Mario Delgado como secretario de la SEP... Vaya desagradable sorpresa.
Para empezar después de su nombramiento, tomó el micrófono y habló durante 7 minutos (los demás hablaron entre 3 y 5 minutos) prácticamente se sentía presidente y hablaba como lo que es: un político voraz.
Se nota que le importaba más ese puesto para tener a los maestros sindicalizados contentos y cercanos, que para abonar en mejoras para la educación de niños y niñas, de adolescentes y jóvenes. Eso como que no le importa mucho, pero además ni sabe.
No creo que sepa siquiera de qué se tratan las adecuaciones curriculares. Cero conocimientos de pedagogía y ni se diga creo que tenga conocimientos de psicología infantil y salud mental.
Total rechazo para el de muchísima gente que tenemos hijos que estudian.
¿Qué le depara a nuestra niñez? ¿Qué va a ser de los estudiantes, cuáles serán las formas correctas de enseñanza y de aprendizaje en los niños y jóvenes en el aula? Ni idea. Y es aterrador.
En fin que debe de ser difícil la batalla que esté librando Claudia Sheinbaum contra los designios del presidente, porque aunque me insistan y me insistan los morenistas que López Obrador no está metiendo mano en la elección de su gabinete, me parece que sí, que hay una elección por parte de él, de sus consentidos y los que siente más leales, los que son como buitres cuidando el “negocio” y los que de verdad tienen ganas de hacer un buen ejercicio como funcionarios públicos.
Lo que sí ya urge es que sea 1ro de octubre y López Obrador aunque diga que se va a ir a su rancho, se vaya de los reflectores y de los aplausos y de estarlo viendo y escuchando decir mentira tras mentira todos los santos días en su mañanera.
Ya urge, por el bien de todos. Yo como ciudadana de verdad que le deseo la mejor de las suertes a la futura presidenta de México pero más que suerte, que tenga la inteligencia, el control emocional y la fuerza para quitarse de encima a gente que quiere controlarla y tome el timón del barco.
Como mujer se lo deseo y como mujer le digo que cuenta conmigo.
No es momento de abandonarla. Ella nos necesita, a todos. Espero sepa contactar con quienes no comulgan con Morena.
Porque una cosa que dijo Omar García Harfuch que me gustó mucho y es que es el primer secretario que dijo fomentaría la unidad y comunicación con las 32 entidades federativas, esto quiere decir que él está abierto a tener contacto con estados panistas por ejemplo.
Y es que no nada más él, todo el gabinete tendrá que entender que no fueron nombrados para atender a los morenistas nada más, sino a todos los ciudadanos de este país.
Tengo esperanza. Ya saben. Esa que nunca se me va.
Es cuanto.