Montevideo. - Con mucho honor acudí en representación de Morena a la toma de protesta de Yamandú Orsi, nuevo presidente de la República Oriental del Uruguay, postulado por el partido hermano Frente Amplio.

Uruguay es una nación pequeña pero entrañable. Precisamente el día de la toma de posesión se cumplieron 40 años del regreso de la democracia a este país después de una dictadura feroz, salvaje y criminal.

Como parte de las actividades de la visita al Uruguay, distintos partidos del mundo nos reunimos para dialogar acerca de la situación global, donde todos sufrimos los embates de la derecha ahora disfrazada de populismo. A la “nueva” derecha, no le gustan los Estados fuertes, prefiere que todo sea subrogado y privatizado bajo el argumento de la eficiencia privada; a la derecha no le gustan los sindicatos ni los derechos laborales, no le gustan los derechos para los trabajadores de las aplicaciones; la tecnocasta, quiere apoderarse de los datos de las personas para utilizarlos con fines comerciales; la nueva derecha combate los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual; a la nueva derecha le estorban los derechos humanos; son negacionistas, no creen en el cambio climático, únicamente piensan en la economía extractiva; la nueva derecha ha pretendido apoderarse del concepto de “libertad” porque convenientemente confunden la libre determinación de las personas con la libertad de que cada quién haga lo que se le venga en gana sin que nadie lo detenga; confunden “freedom” con “liberty”. En ese eje del mal, se alinean abiertamente Trump, Elon Musk, Milei, Bolssonaro, Meloni, Le Pen, Bukele, Orbán y Abascal.

Representantes de partidos y organizaciones sociales y sindicales de Italia, España, Brasil, Paraguay, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y México, nos reunimos para compartir experiencias y buscar soluciones. Coincidimos en la necesidad de explorar nuevas vías para la organización y la comunicación política mundial; decimos que las instancias que existen son insuficientes para enfrentar la realidad. Acordamos profundizar este intercambio informal a través de una red internacional progresista. Seguiremos trabajando unidos y claros.

Mientras tanto, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, puso en efecto aranceles de 25% para los productos mexicanos. La presidenta Claudia Sheinbaum ha respondido con firmeza y con templanza a la nueva decisión unilateral. Coordinación y cooperación sí, subordinación nunca. México es un país soberano, México es un país libre, México es un país vigoroso y fundamental en el concierto mundial y exigimos un trato de iguales.

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El próximo domingo miles de mexicanas y mexicanos acompañaremos a la doctora Claudia Sheinbaum en el Zócalo de la Ciudad de México y en concentraciones en distintas plazas a lo largo y ancho de la república para manifestar nuestro apoyo decidido a la política de nuestra presidenta. La presidenta no está sola, detrás de ella, un pueblo valeroso y organizado estará acompañando cada una de las acciones que ese día se anunciarán.

Al nuevo orden mundial que tratan de imponer desde la tecnocasta, el pueblo de México sabrá responder como lo ha hecho a lo largo de su historia: con firmeza, con valentía defendiendo la soberanía y recordando el principio juarista de que entre las personas como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz.