Mi paso por esta red social X, antes llamada Twitter (y aún sigo diciéndole así), data del 2010.
En aquel entonces Twitter era divertido, interesante; podías lograr lo inimaginable: interactuar con tu artista o deportista favorito, o con tu periodista predilecto.
Twitter/X me daba en aquel entonces la posibilidad de expresarme sin que llegara alguien a agredirme. Podía comentar mis opiniones con respecto al gobierno en turno y las desgracias e injusticias que veía pero nadie ejercía odia hacia mí.
Algo que me encantaba es poder enterarme de todo lo que acontecía al momento... Dejé de ver, por tanto, noticias en la televisión.
Twitter/X me informaba en tiempo y forma sobre las cosas que sucedían y nos poníamos todos de acuerdo para replicar los rostros de personas que agredían a otras. Esta red social encontraba más rápidamente al malhechor que la misma policía.
Pero ahora algo pasa en esta red y, ojo, no la pienso dejar y seguiré en ella mientras viva: El odio que se ha desatado ha adquirido dimensiones impresionantes, y me pregunto por qué pasa esto.
Una de mis teorías es que el exlíder de la nación, López Obrador, durante 6 años lanzó petardos llenos de odio y resentimiento. Quizá este odio que hay en esta red sea consecuencia de ello, digamos que es un daño colateral.
Otra de mis teorías es que muchos jóvenes están emigrando de TikTok a Twitter. Sus cuentas a veces carecen de fotografías en sus perfiles lo que hace pensar que puedan ser bots. Pero hay muchas otras que se presentan con fotografía y biografía y se dedican a destrozar a quien pueden con comentarios cargados de odio.
Me parece que al final estos jóvenes que están llegando a Twitter/X deben de sentirse muy solos, y muy poco amados de tal manera que llegan a esta cuenta a descargar su furia.
Otro de los fenómenos que he notado es que hay tuiteros que se esmeran en escribir de todos los temas como si fueran expertos en la materia, para así generar interacciones y por lo tanto poder monetizar.
Entonces es confuso porque por ejemplo desde que Elon Musk propuso que los usuarios podían monetizar, empezaron a lanzarse tuits de perritos fallecidos, o de temas que conmuevan para generar interacciones.
Yo por ejemplo, no puedo monetizar porque alguno de mis adversarios me reportó no sé por qué; será por la envidia… Pero ahora tengo que fijarme mucho en cada cosa que leo en Twitter/X .
Cometí el error de señalar a alguien como culpable de un feminicidio, tan solo porque leí de otra cuenta que el hombre en cuestión estaba prófugo, lo cual no fue así.
Entonces este tipo de informaciones se esparcen como pólvora y es cuando se crean las famosas “fake News”.
Por supuesto, e insisto, no pienso dejar de usar esta red que me ha dado tanto: amigos, trabajo, gente que ha confiado en mí, gente buena que ayuda a otros, etc.
Sí, sin duda son más las cosas buenas que he adquirido usando esta cuenta que las malas.
Pero por eso escribo de ello para que seamos más honestos y cuidadosos con lo que escribimos.
Principalmente sugiero no engancharse con gente que odia. Esa gente necesita de amor y de atención.
Quizá si respondiéramos a sus agresiones con un amor genuino podríamos hacer mucho por ellos.
Porque nadie odia porque sí. Se odia cuando la soledad nos ahoga, cuando estamos frustrados, cuando nuestros sueños se apagan.
Así que bueno, este fue mi análisis de X que estoy segura Elon habrá considerado que regrese a su nombre original.
Todavía me cuesta mucho decirle X a X.
Es cuanto.