El PAN nació después de la Revolución mexicana para representar a una parte importante de la sociedad que se oponía al todopoderoso PNR y al PRI que creó Plutarco Elías Calles, que ejercía una dominación autocrática y hasta cierto punto fascistoide o totalitaria.
Durante poco más de siete décadas el PAN fue el único partido de oposición, tiempo en el que fortaleció los principios democráticos, con un programa y estatutos que se cumplían, no en favor de un líder, sino en función de lo que representaban ideológicamente y de su militancia.
Se perdieron
Lamentablemente al PAN le sucedió lo que advirtió uno de sus grandes dirigentes e ideólogos, Carlos Castillo Peraza, quien advertía que el gran reto del PAN era que, una vez consiguiera el poder, no perdiera el partido, y lamentablemente su predicción se cumplió.
El PAN ganó la presidencia después de siete décadas de lucha democrática y ahí perdió todo. Llegaron los arribistas, los oportunistas y los corruptos a utilizar el poder para su enriquecimiento y ambición.
El PAN empezó a ser tan, pero tan similar al PRI -y su herencia en el PRD y principalmente en Morena- que hoy se puede decir, que con todo lo que se quejan de Morena, la dirigencia de Marko Cortés le responde más a AMLO que a su propia militancia o lo que es peor, al país.
Los peores males del blanquiazul comenzaron en la dirigencia de Ricardo Anaya, un personaje con una extraordinaria oratoria, pero también con un historial de traiciones.
Traicionó al gobernador de Querétaro, Francisco Garrido, al presidente del PAN, al presidente Felipe Calderón, a Gustavo Madero y como candidato sirvió a los intereses mezquinos de AMLO y los priistas morenistas en la contienda electoral del 2018.
Los “Quintos”
Con Anaya llegaron a la palestra personajes terribles, algunos que incluso actúan como mafia, que se hacen llamar los “Quintos” o “los 5 fantásticos” que hoy dominan al PAN: Santiago Taboada, Mauricio Tabe, Luis Mendoza, Andrés Atayde y Jorge Romero, que se han convertido en los operadores del cartel inmobiliario del que han hecho el mejor negocio de la vida.
Hace tres años, Marko Cortés contó con el apoyo de la Secretaría de Gobernación y de algunos aliados en Morena, para reelegirse en la dirigencia con la intención final de que no se les tocara legalmente por los fraudes y corrupción de los ranchos de aguacate o del “cartel inmobiliario”.
Lo más lamentable es que a unos días de que se registren los aspirantes a la dirigencia nacional del PAN, en las peores horas del país, Marko y su gallo, Jorge Romero, repiten las mismas triquiñuelas del morenismo para intentar quedarse con el partido y negociar con el gobierno en turno, como bien lo ha exhibido el propio Cortés.
La actual dirigencia hirió al PAN
Empezando por un padrón que por ejemplo en la CDMX -en un sondeo rápido de 6 mil llamadas, solo responden 300- muchos de ellos no quieren saber del PAN.
Las multas del INE son por millones en cuentas del CEN y de los estados que no se transparentan.
Ahora que se acerca la contienda oficial al interior del partido se da el fenómeno de la recolección de firmas desde los estados y municipios en favor de Jorge Romero de forma violatoria a los estatutos.
La dirigencia a cargo de Marko pretende configurar una elección “de Estado”, donde solo tenga posibilidades el candidato que ellos quieran imponer, los recursos del partido, del Congreso son usados para favorecer al candidato oficialista.
Se quejaron en el 2024 de que los servidores de la nación estaban al servicio del partido en el gobierno y ahora ellos usan sus estructuras de manera similar, se aplican en una contienda interna cuando han fallado en su tarea primaria y no fueron capaces de tener el ejercito electoral en el pasado 2 de junio.
Por otro lado, está la inequidad de recursos en la contienda, primero de los que se dispone legalmente, es decir, recursos propios del partido y del dinero que destina el INE para estos procesos, donde se privilegia al candidato oficialista y luego, el dinero que llega por parte de los diversos negocios que tiene el grupo en el poder.
Lo cierto es que ya se vio para dónde juegan las imposiciones de Marko y su grupo a nivel de Congreso y municipios, empezando por los Yunes y los diputados locales que votaron oportunamente en favor de la tiránica reforma al poder judicial.
Sin embargo, la elección no está decidida, he observado a una militancia dispuesta a romper las inercias peligrosas que quieren acabar con la democracia y que si el ADN panista sobresale, el PAN tendrá su primera mujer presidenta nacional.
X: @diaz_manuel