La designación de Guadalupe Taddei y otros consejeros como miembros del Consejo General del INE ha suscitado un buen número de comentarios y especulaciones en la opinión pública nacional.
Mientras algunos ven en Taddei una buena oportunidad para continuar con el funcionamiento del INE, otros lo perciben como una seria amenaza, a la vez que contemplan detrás de la funcionaria la mano invisible de AMLO y el elemento perverso impuesto por el presidente como parte del plan C y la continuación de la embestida contra la democracia mexicana
Yo creo, contrario a los dos argumentos radicales en los extremos de la disputa, que la consejera Taddei merece el beneficio de la duda. Por un lado, la consejera cuenta con experiencia en materia electoral, lo que la califica para presidir el máximo órgano directivo del instituto. En adición, a pesar de sus lazos familiares con miembros de Morena, su probidad no ha sido puesto en duda ni pesan sobre ella sospechas reales de corrupción o conflicto de interés.
Por el otro, sí que existen algunos elementos que fortalecen el argumento expuesto por los analistas que ven con desasosiego la designación de Taddei. Y no están privados de argumentos. Se trata de las loas expresadas por AMLO y su satisfacción tras haber conocido el nombre de la futura consejera.
AMLO, es bien sabido, no es hombre enteramente racional cuyas opiniones estén basadas en la evidencia. Por el contrario, es un jefe de Estado impulsivo motivado por sus ambiciones políticas y por su firme creencia de que posee la verdad absoluta y que el fin justifica sus medios; un fin definido por él mismo en tanto que un nuevo Juárez cuyas decisiones son inescrutables.
Por tanto, lo que sí preocupa a muchos es que AMLO, nuevamente erigido en fuente de la verdad y de la honestidad pública, se haya pronunciado hacia sus bases con un apoyo abierto a Taddei. No pocos han pensado que ello trasluce las acciones del presidente detrás del nombramiento de la consejera
En resumen, mientras unos celebran el nombramiento de los nuevos integrantes del Consejo General, otros han sonado la alerta en torno a la hipotética mano del presidente detrás de Taddei, en el marco de los ataques verbales y legislativos del régimen en contra del INE.
¿Se trata, pues del plan C, o de una auténtica votación en la Cámara de Diputados? En todo caso, no es el momento de descalificaciones, y los mexicanos deberemos vigilar la conducción del INE, especialmente rumbo a las elecciones en el Estado de México y Coahuila. Veremos.