Hay algunos hombres que le temen a las mujeres. Hay otros hombres que piensan que pueden acosarnos nada más porque sí. Hay aquellos hombres que ante mujeres fuertes y valientes se hacen chiquitos y entonces se vuelven agresivos para demostrar a fuerza su superioridad.

No, no sé si soy feminista. El término se ha ido desvirtuando y descomponiendo con el paso de los años, no termino de describirlo en su totalidad.

Yo soy una mujer que admira a otros hombres. Soy una mujer que mira a los hombres desde el respeto y la igualdad.

No creo en aquello que se piensa de que haya hombres mejores que las mujeres tan solo por ser hombres. Tampoco creo que una mujer pueda ser mejor que otro hombre tan solo por ser mujer.

Pero hemos visto, por ejemplo, en este sexenio que el presidente no quiso nunca recibir o escuchar a las mujeres en las marchas del Día internacional contra la Violencia hacia las Mujeres. Solo tuvo de su lado a mujeres que él sabía que lo adoran. Pero difícilmente tuvo un acercamiento con mujeres no morenistas.

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El caso de la decisión de Joe Biden de declinar para ser reelegido es un gran acierto. Es evidente que padece ya de demencia, y me duelen todos los memes y burlas que de eso se han hecho porque mi padre tuvo demencia y no solo lo padecen los enfermos, también la familia que le rodea; se vuelve un infierno y un laberinto sin salida. Destruye por completo a todos esta enfermedad. Yo lo viví con mi Padre y fue un tormento, para él y para mí.

Por eso creo que la decisión de Biden fue acertada y sensata.

Pero lo interesante es que él deja en su lugar para contender por la presidencia en Estados Unidos a Kamala Harris, una mujer que he admirado desde siempre.

Tiene un porte, un carisma nato. Pero además es ultra inteligente, sabe comunicar, es natural, no vive de estar posando ni fingiendo. ¡Vaya que soy fan!

Y me alegra que sea ella sea la que esté peleando contra Trump. Pienso que Michelle Obama no tendría ese carácter para enfrentar al monstruo llamado Donald Trump.

Pero si Kamala es inteligente y Claudia que también lo es, unen fuerzas, el gran monstruo llamado Trump se debilitaría como un huracán.

Este hombre siempre se ha referido a las mujeres de una manera grotesca y ruin. No podemos olvidar cuando dijo que era muy cierto que si un hombre es rico y poderoso “las mujeres se dejaban agarrar el coño”... ¡Qué maldita y lamentable opinión! Al menos yo jamás lo permitiría.

Dicha declaración es el claro aviso de que él no se imaginó en su vida tener que contender nuevamente contra una mujer e incluso contra dos, porque insisto, si Claudia Sheinbaum como presidente tiende puentes exitosos de comunicación y unión y solidaridad con Kamala, la cosa se va a poner muy interesante, porque las mujeres cuando estamos unidas y juntas hacemos grandes cosas.

Aún falta tiempo para que todas las mujeres entiendan que tendiendo lazos con otras mujeres construimos muros inquebrantables, pero desafortunadamente hay mujeres que envidian a otras, que hieren a otras, que se burlan de otras, que agreden a otras mujeres.

Nos hace falta entender que esto tiene que terminar y no por crear un batallón contra los hombres, de ninguna manera, sino para tener recursos y redes de apoyo para salir adelante en esta vida.

Hoy amanecí contenta, esperanzada de ver a Kamala y a Claudia tomándose una foto alguna vez.

Me resulta inspirador pensar que las mujeres nos estamos abriendo caminos y estamos caminando en rutas que solamente fueron trazadas  para los hombres.

Yo no lo dudo: Biden dentro de su inteligencia es un hombre brillante, a él le inspiró el triunfo de Claudia Sheinbaum y por eso se sintió seguro de poner a Kamala Harris en su lugar, eso creo.

Lo que sí estoy segura es que sí o sí, el presidente Biden tendrá que dejar la presidencia. Su mandato termina en enero del 2025 pero la demencia es progresiva, él no va a poder sostener a su gobierno durante todo este tiempo. En alguien tiene que caber la prudencia y la sensatez . Por el bien de él, de su familia y de Estados Unidos.

No cabe duda, es tiempo de mujeres y esto a mí me da mucha esperanza.

De pronto piensas que a tus cincuenta años la vida terminó pero ver a dos mujeres, una con 62 años (Claudia Sheinbaum) y la otra de 59 (Kamala Harris) es realmente inspirador.

¡Que vivan las mujeres y hombres de buena voluntad y de bien!... (Ya sé, se leyó cursi mi porra)

Es cuanto.