La victoria, que fue la más contundente en la historia de la democracia en México, trajo consigo una serie de perspectivas para el futuro político de nuestro territorio nacional. Además de ello, queda claro, la ganadora de los comicios, una vez que trascendió el resultado final, fortaleció su poder político. Lo hizo, desde luego, con el apoyo de la inmensa mayoría de la población. Eso, por mucho, garantiza la continuidad del proyecto que encabeza el presidente López Obrador. En términos políticos, Claudia Sheinbaum, una vez puesta a prueba esa capacidad que mostró en la Ciudad de México, rompió cualquier paradigma. Y no solamente eso, sino también impulsó una correlación de fuerzas a su favor.
Entre muchas cosas más, tomará protesta, de acuerdo con los estudios que divulgó MetricsMx, con un apoyo de más del 60% de los ciudadanos. De paso, esperamos que el Instituto Nacional Electoral, con fundamento sólido, apruebe la conformación de diputados de representación proporcional. Recordemos que, parte del proyecto de transformación, se sitúa en los cambios constitucionales que ha planteado para el primer semestre de su mandato. Entonces, con una mayoría calificada en San Lázaro, y un Senado de la República dominante, tendrá dos grandes aliados para concretar la agenda, como lo hizo el mandatario federal, López Obrador. A nivel nacional, de igual forma, contará con el apoyo irrestricto de las fuerzas armadas de México.
Por otro lado, Claudia Sheinbaum tendrá a favor una cantidad importante de gobernadores y gobernadoras a lo largo y ancho del país. Al existir esa condición, debemos resaltar que, en su inmensa mayoría, los congresos locales han logrado consolidar su dominante fuerza para poder contribuir a reformar el marco constitucional. La primera prueba de fuego, evidentemente, vendrá con el tema de la reforma al poder judicial. Todos ellos, de hecho, se mantendrán en esa misma dirección para consagrar y, desde luego, profundizar las políticas públicas. Habiendo fuerza para ello, el panorama luce inmejorable para el arranque de Sheinbaum.
Ahora bien, otra parte medular será, sin duda, la labor de los gobernadores en cada uno de los estados que, con acciones concretas, siguen promoviendo la esencia de la Cuarta Transformación. Esta semana, de hecho, se divulgó una ponderación que mide el desempeño de los mandatarios en cada uno de los estados. Para ser más precisos, el lopezobradorismo cuenta con los gobernadores más eficientes en trabajo, confianza y manejo correcto de las decisiones. La mayoría de ellos, con una evaluación superior al 65%, son emanados de las filas de Morena. Hablamos de las primeras 10 posiciones que han conducido sus territorios con gran responsabilidad. En Michoacán, por ejemplo, ha sido constante el quehacer eficiente que ha realizado Alfredo Ramírez Bedolla. Hay que señalar que, en tan solo un mes, subió a casi 68% de respaldo ciudadano. Es decir, se ubica en el lugar número 5 de 32 mandatarios.
Hace tres años que Morena hizo historia en Michoacán. El gobernador, en ese entonces abanderado de la izquierda, ganó las elecciones. Desde ese momento, hasta ahora, la entidad ha sido punta de lanza con Alfredo Ramírez Bedolla. De entrada, hay grandes proyectos de infraestructura que actualmente se están poniendo en marcha y otros que, a la postre, se han garantizado con el presupuesto estatal. Eso, evidentemente, pone muy en alto al lopezobradorismo a nivel nacional. Lo mismo pasa en la entidad de Hidalgo, con Julio Menchaca. Él, de acuerdo con esa evaluación que trascendió, se ubica en la primera posición. Para tal efecto, hay registro de un ascenso de Evelin Salgado en Guerrero, lo mismo que de Alfonso Durazo en Sonora. Ambos, a propósito, tienen niveles de aprobación de más del 63%.
Desde luego, los ganadores de las elecciones del pasado 2 de junio, de igual forma, serán parte importante de la base de apoyo de Claudia Sheinbaum. Durante los próximos meses, sabemos, tomarán protesta los triunfadores. En ese sentido, hay un compromiso sólido a lo largo y ancho del país, especialmente en el sur del territorio nacional. Hasta ahora, como sabemos, aquella parte de México experimentó cambios sustanciales que, a su vez, permitieron mejorar la calidad de vida. Proyectos como el Tren Maya han revolucionado el sexenio del presidente López Obrador. Además de la creación de fuentes de empleo, eso significa una palanca de impulso para el turismo que, para el caso, se hizo posible con la voluntad del gobierno de izquierda.
La buena noticia es que, en esa misma dirección, Claudia Sheinbaum ha prometido seguimiento a los proyectos que afianzarán más el desarrollo en el sur del país. Allá, de hecho, la ganadora de las elecciones tiene un inmenso respaldo social que, producto de ese trabajo, se vio reflejado en las urnas. Tabasco y Chiapas, por ejemplo, son de los principales bastiones del lopezobradorismo. Morena, en ese sentido, logró imponerse con mucha categoría al ganar con el 80% de los votos. Recurrir a la imagen de Eduardo Ramírez, en aquel tiempo de definiciones internas, fue la mejor decisión. Él, con esa experiencia, aprovechó al máximo la conexión y el cariño que tiene con la población civil para acaparar la atención a la coalición Seguimos Haciendo Historia. Eso, además de mejorar la perspectiva, hizo posible que los votantes, de nueva cuenta, dieran su voto de confianza a la causa del movimiento que encabezó Sheinbaum hace un par de meses.
Y qué decir de los operadores políticos con los que cuenta Claudia Sheinbaum en posiciones claves. Eso, a la par, afianzará su poder político en Palacio Nacional. La coordinación entre el ejecutivo y legislativo, se comprobó en esta administración, fue clave para profundizar las políticas públicas de la 4T. Ricardo Monreal, en ese sentido, fue hilo conductor de las reformas que, desde luego, están plasmadas en la constitución. Para tal efecto, ese camino de logros y conquistas continuará en los próximos tres años, pues Monreal, una vez más, será coordinador de la fracción de Morena. Así que, con ello, el panorama luce inmejorable bajo el compromiso social que adquirió la ganadora del ejercicio democrático del pasado 2 de junio. La apuesta de Sheinbaum, además de la continuidad que inició AMLO, es sentar las bases para que el movimiento tenga una larga vida. De hecho, hay plena organización desde la casa de transición con los protagonistas. El mismo Monreal, de manera constante, se reúne con la presidenta electa no solamente para el tema del poder judicial que está por aprobarse, sino para fortalecer todo el proceso interno que vendrá con la transición.
Por cierto, Claudia Sheinbaum, así lo anticipan los especialistas objetivos, contará con una economía fuerte para tomar decisiones importantes que, a la postre, sigan provocando un impacto positivo en todos los sentidos.