“No te creas tan importante

Las cosas ya no son como antes, ey

Hace mucho que yo ya te olvidé

Y ahora dizque me vieron gritando tu nombre

Borracho en un bar no sé en dónde, bebé, ¿según quién?

¿Según quién?”

MALUMA

“Ese amor es por quien matas

Por quién das la vida entera

Es el mismo que arrebatas

Sin dejar más que una huella

El que me habla de tus manos

Sin tenerlas todavía

Presintiendo que están cerca

Si no llegas morirían”

MIJARES

Me cayó el veinte. Finalmente entiendo el porqué Claudia le da su lugar a Andrés. Se llama supervivencia. Y, claro, eso significa aguantar.

Claudia sabe que Andrés Manuel se crece con el castigo y que conoce bien eso de jugar su papel de víctima sempiterna. Lo practicó cuando tenía todo el poder, con mayor razón el señor lo haría ahora.

Siempre en la vida se debe tener especial cuidado con tres cosas: el narcisismo, los celos y la envidia. Peligrosa combinación y peor cuando la misma está enfocada hacia uno. Un país de machos y, luego, teniendo al peor narcisista esperando la revocación de mandato, exige saber maniobrar. Agreguemos: ¿la supra mayoría legislativa de Morena le responde a ella? Obvio no; le rinde cuentas a él.

Hay que darle su lugar a Andrés, ganando terreno en otros contextos... El tabasqueño no puede ni debe reaparecer. Sin embargo es difícil disuadirlo en estos momentos ya que él ha de estar que trina con el éxito que está teniendo Claudia. Los celos y la envidia de Andrés Manuel están a un tris de asomarse. Mas si algo lo contiene es que Sheinbaum le sigue dando su lugar. En los hechos, pero sobre todo en el discurso. Ella no pocas veces lo pone en un pedestal.

Él, quien quiso pasar como el nuevo Simón Bolívar, ser el referente de América Latina, no pudo. Su enojo en Perú, en Ecuador, su apoyo a Venezuela. Mal parado quedó cuando hasta Gabriel Boric señaló que el dictador Maduro se robó las elecciones… ¿Qué estará pasando ahora por la cabeza de López Obrador al ver que en menos de tres meses Claudia Sheinbaum es referente en Europa, le plantó cara a Trump, la respeta medio México. ¡Qué digo medio!, popularidad nunca antes vista en el país, ni siquiera con él.

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Claudia navega los mares que le dejó López Obrador. Una economía que no creció lo suficiente, un Pemex y una CFE que hacen agua, elefantes blancos, el partido apergollado por su gente (incluyendo a su hijo) y una cantidad ingente de personas que le responden a él. Muchas veces me he quejado de cómo la dejan sola. Y aún así, con todo lo anterior, va ganando espacios y haciéndose notar.

No hay nada peor que hacer sombra a un hombre, más si ese hombre es el expresidente y tiene aún tanto poder de influencia.

Empezando por la deferencia de hablar de él en términos de presidente (¡algo tan estadounidensamente neoliberal!) revolucionariamente mexicano. O la descortesía y ausencia de un sentido democrático de no incluir a la ministra presidenta Norma Piña al aniversario de la Constitución… Duele por la República, mas le da gusto a López Obrador.

Tal vez la última prueba de ello, es la celebración de la Lealtad presidida ayer por la presidenta y en la que asistió el general Salvador Cienfuegos. El protegido de López Obrador, ¿para qué tenerlo en la ceremonia? La presidenta dándole su lugar al exmandatario; aplacando los ánimos, permitiéndole el desahogo…

Conociendo al narcisista, el nuestro ha de encontrarse bastante dislocado. El silencio se impone y debe pesarle al más lenguaraz de cuantos presidentes hemos tenido. Mientras ella, metódica, rutinaria y conscientemente le da su lugar.

Si cabildeamos en las actitudes, formas y fondos del actual gobierno, especialmente en el estilo personal de gobernar de ella (parafraseando a Cosío Villegas), más nos vale replantear nuestras percepciones: lo de ella no es lealtad hacia él (o no necesariamente); no es emularlo (o no necesariamente); no es obedecerlo (o no necesariamente). Lo que sí es, es evitar enfadarlo y, en ello, ahorrarse los desplantes de él. Es navegar en aguas complicadas con muy poco margen de maniobra.

Se dice que no hay nada peor que una mujer despechada; yo les digo que lo hay: un narcisista que se encuentra ante la realidad de que fue desplazado tan rápidamente. Peor aún, si se prueba que la alumna le superó con un estilo tan diferente.

Se necesita un gran, gran hombre para estar al lado de una mujer que es más importante, inteligente, destacada que él. López Obrador NO es ese hombre y Claudia lo sabe.

Giro de la Perinola

(1) No, no he cambiado mi pensar sobre la 4t o su ‘segundo piso’. Solo describo aquello de la sobrevivencia del más apto visto en acción. Ahora que el gobierno de Estados Unidos anda en plan persecución de narcos y políticos comprometidos con el crimen, más les valdría a muchos burócratas incrustados en el aparato gubernamental por López Obrador, alistarse del lado de ella. Intentar volver al redil. Esto apenas empieza y ella también sabe a quién le estarán dando su lugar.

(2) Sheinbaum ya trata con un narciso; hace malabares para darle gusto, no enojarlo y, encima, sacar al país adelante. Ahora, con Trump, ¡tiene que tratar con dos! ¿A cuál de los dos “egos” le conviene más tener contento?

(3) Por cierto, lo del Cacao del Bienestar es una mega… pasada; pero entrando en gastos, es una competencia al chocolate Rocío. Alguien debe de estar trinando…