Ya se dijo en este espacio que el pleito que se está gestando entre Monreal y las más altas esferas del poder puede tener como consecuencia una parálisis legislativa que impediría que reformas como la eléctrica y la política-electoral no sean aprobadas.
Una eventual destitución de Ricardo Monreal en la coordinación parlamentaria de Morena en el Senado podría causar una desbancada en cuestiones de votos oficialistas, lo que le imposibilitaría al partido en el poder lograr las votaciones suficientes para alcanzar las mayorías calificadas que requieren las reformas constitucionales impulsadas por el presidente de la República.
Además, un escalamiento en el conflicto entre el zacatecano y el oficialismo generaría un momento disruptivo en la actual coyuntura político electoral en el país.
Si Ricardo Monreal dejase las filas de Movimiento Regeneración Nacional lo haría para aceptar una eventual invitación de parte de la oposición para encabezar alguna candidatura. ¿La presidencial? Improbable, pero posible.
El hoy senador de Morena podría dirimir una controversia entre los partidos opositores por la elección de una candidatura y sumar a Movimiento Ciudadano al bloque de oposición.
Creo que hoy en día Monreal Ávila no contaría con la fuerza política suficiente para encabezar una campaña por la presidencia de la República competitiva. Sin embargo, estoy convencido que, si un bloque opositor lo postulara a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, le ganaría sin problemas a cualquier candidato oficialista.
Ricardo Monreal deberá ser pragmático.
Yo no insistiría en contender por la presidencia. Menos sabiendo que los oficialistas contarán con el respaldo de por lo menos 20 gobernadores en 2024. Asimismo, ya sabemos que quienes detentan el poder se valdrán del Estado, las instituciones y todo lo que tengan al alcance de la mano para garantizar la sucesión presidencial en los términos y condiciones que desee el titular del Ejecutivo federal.