Entiendo que el Presidente AMLO no quiera dejarse de aquellos que lo atacan. Digamos que está en su derecho de defenderse. Y se defiende de los que lo critican y que son periodistas, porque cree que ello les da derecho a meterse con él y entonces saca las uñas y se defiende desde donde puede que es su Mañanera.
Odia a los periodistas que no lo quieren y desde el poder que él tiene los nombra a todos y a cada uno de ellos para que el pueblo bueno y sabio se haga cargo de ellos.
De otro modo no sé porqué en lugar de buscar el debate, busca la confrontación. El periodista Joaquín López-Dóriga hoy propuso, hablando de debates, uno entre Felipe Calderón y el Presidente AMLO. Dado que el segundo no deja de mencionar al primero, creo yo también justo y necesario un debate entre ellos.
Pero seamos serios, como diría Don Federico Arreola, director de este maravilloso medio SDP Noticias, la verdad de las cosas, el presidente no va a aceptar un debate con Calderón. ¿Y por qué? Saquen ustedes sus conclusiones.
Hoy de nueva cuenta el mandatario agredió y atacó a un simple ciudadano, que no es periodista, que se dedica a la comunicación pero que tiene más pinta de ciudadano común que otra cosa, a pesar de tener miles de seguidores en Twitter y un programa de radio que por cierto solo dura 25 minutos, AMLO puso ahí el blanco perfecto para el ataque. Y esto es por demás serio, porque Chumel Torres no es otra cosa que un ciudadano tan parecido a lo común como el que más. No por tener cientos de seguidores se vuelve poderoso o importante. Es un YouTuber que ha sabido ganarse su lugar en el medio de los influencers por tener el tino perfecto, en el momento perfecto para aventarse unos buenos tuits. Según esto dijo el Presidente que no lo conocía y que no había oído hablar de él.
Chumel Torres nos guste o no, es creativo, es inteligente y sabe usar el sarcasmo con genialidad. Pero es un mexicano que paga impuestos, que usa y vive la libertad de expresión que supuestamente existe en este país para mencionar lo que a él se le antoja y le viene en gana.
Pero resulta que el Presidente cree que alguien le paga, que alguien lo manda. No me consta pero no creo que sea así. Yo no soy nada comparada con este famoso tuitero, pero me asusta que yo también escribo y tuiteo exponiendo mi inconformidad ante este gobierno y pienso que tal vez el presidente pueda algún día señalarme por eso. Sí evidencia a un ciudadano como Chumel Torres, pues qué podemos esperar los demás… El Presidente AMLO está evidenciando y linchando a un ciudadano que se expresa contra él en redes. Yo no sé si Chumel tenga seguridad o guardaespaldas pero yo le sugeriría que los tenga, porque lo que pretende López Obrador es exponer a quien lo ataca para que sus fieles seguidores ardan en llamas y se vayan contra el atacante.
El presidente no está ganando nada con esta estrategia y sí ganaría muchísimo más si también aceptara debatir con Chumel Torres.
Pero el Presidente tiene pánico de hacerlo y nunca lo hará. Entonces sus argumentaciones para contraatacarlos cada vez serán menos fuertes. Es que ya no tiene argumentos.
No es posible que siga culpando a Felipe Calderón de la inseguridad que hay en el país… Pero… un momento… sí, sí es posible…. Porque le escuchan y lo siguen millones de personas que están sumergidas en la pobreza y en la ignorancia. Ahí es donde quiere llegar él. Es a esa gente a la que le habla. No te habla a ti que me estás leyendo. Tú no le importas. Yo no le importo. Le importa el que menos tiene y el que menos puede para devorarlo y nutrirse de ellos, de su ignorancia y pobreza y entonces lograr que esa gente absolutamente carente de todo piense: “es verdad, todo es culpa de Calderón”.
Si Don López Obrador no acepta el debate público con aquellos que tanto odia, será difícil que siga queriendo aparentar que es “muy fuerte y que la oposición está moralmente derrotada”.
¿Te sumas para pedirle que debata en lugar de seguir agrediendo?