Sonora Power

“Será un atropellamiento, como sí los embistiera un camión de carga, un verdadero abuso electoral…”

Demian Duarte

Esa fue la respuesta que di cuando me preguntaron mi opinión sobre la enorme ventaja con la que parte Claudia Sheinbaum Pardo en esta contienda política que ya inició y que tendrá su punto culminante en la elección del 2 de junio próximo.

Y es que, si por la víspera se saca el día, al observar las diversas encuestas que comienzan a aparecer y que miden por primeras veces los escenarios en que se mueve la elección presidencial, y junto a ella las elecciones legislativas y de gobernadores en 9 entidades, la verdad es que creo que la oposición debe estar muy preocupada.

La primera en aparecer en escena fue la de Demotecnia-De las Heras que marcaba un escenario devastador 68 puntos a 14, una distancia de 54 puntos; después vino la de Mendoza Blanco, la del Universal, la de Consulta Mitofsky apenas ayer, y todas ellas en mayor o menor medida plantean diferencias irremontables de 30, 20 y 24 puntos.

Hay que tener claro que hoy es 10 de octubre, y que faltan 7 meses y medio para el proceso electoral, y a pesar de que la precampaña ni siquiera ha comenzado, la realidad es que los escenarios están definidos, aunque falta que Movimiento Ciudadano defina qué es lo que hará para postular a su eventual candidato o candidata presidencial, la realidad es que los 2 principales polos ya están listos y armados, con Claudia Sheinbaum con la causa de la izquierda y la 4T, y Xóchitl Gálvez con la representación de la derecha.

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Xóchitl Gálvez, candidata presidencial del Frente Amplio por México

Es interesante observar también como tras 4 años de repetirlo, el presidente logró ese nivel de simplificación en el debate político, al definir una contienda entre conservadores y quienes impulsan la transformación, una elección entre derecha e izquierda.

Y es sorprendente como la oposición reacciona a este escenario devastador, primero con negación, asegurando (de manera muy similar como lo hicieron en su momento los partidarios de Marcelo Ebrard y Adán Augusto López) que las encuestas que dan esa ventaja a Sheinbaum son pagadas, que son propaganda y que por lo tanto no tienen validez.

Llama la atención, porque lejos de reaccionar y ponerse a construir, esa negación de la realidad en que se mueve la contienda solo fortalece a Sheinbaum, que no se detiene y sigue recorriendo el país construyendo un verdadero trabuco político-electoral.

Justo al arranque de semana, se dio una primera reacción de la coordinadora del Frente Amplio por México, la propia Xóchitl, reconociendo que su problema base es que es poco conocida entre los electores, mientras que a Sheinbaum todo México ya la conoce.

Sin embargo, creo que la senadora panista omite un detalle importante, que son los negativos que su candidatura ha despertado entre la población, y que su falta de compromiso, sus fallas discursivas, y sobre todo sus incongruencias y escándalos iniciales, le han acarreado rechazo. Eso y claro la perspectiva de que su candidatura y los partidos que la postulan parten de la cancelación de avances y conquistas sociales que se han dado al calor de la 4T.

Eso de que el Frente Amplio quiere privatizar Pemex, la eventual privatización del servicio de electricidad, la cancelación de las pensiones y programas de bienestar, la carga negativa de los liderazgos del PRI-PAN-PRD y la falta de una oferta que conecte con la población, en específico con los que menos tienen, tiene a la oposición metida en un verdadero brete.

Las tendencias actuales son tan reales, como puede ser la diferencia entre quienes avalan el trabajo y desempeño de AMLO (un 68% de la población, frente a un 22% que lo rechaza) y que por tanto apoyan la perspectiva de la continuidad.

Lilly Téllez durante su intervención en la comparecencia de Rosa Icela Rodríguez ante el Senado de la República

Cuidado con el síndrome de Lilly Téllez

Y aquí es donde creo que hay un riesgo, la enorme ventaja de Claudia Sheinbaum provoca ya que la estructura y las figuras que se habían alienado en el bloque del PRIAN comiencen a desligarse, y que perfiles que en el pasado se declararon abiertos opositores de la 4T, hoy pretendan sumarse.

Me llamó la atención el formato de los pactos por la unidad y la esperanza que promueve la Dra. Sheinbaum en su recorrido por los estados del país, y es que muchos perfiles que antes (no hace mucho) rechazaban a la 4T y su visión y que incluso votaron en contra de la reforma eléctrica o de la reforma electoral propuesta por AMLO, ahora son recibidos de brazos abiertos.

Y aquí es donde se corre el riesgo del “síndrome de Lilly Téllez”, es decir, el ofrecer candidaturas a personalidades políticas, del espectáculo e incluso de los medios de comunicación que no corresponden con la visión y objetivos de la cuarta transformación, pero que por su estridencia y presencia en medios parecen ofrecer más votos, sin embargo, en realidad no es otra cosa que meter al enemigo en casa.

Ya ocurrió en el 2018 y todo indica que en el 2024 volverá a pasar, ya el clavadista Rommel Pacheco se pasó a la 4T, priistas y panistas encabezan la emigración y el chapulineo a pesar del disgusto de los militantes y simpatizantes de la 4T.

Cuestione sobre el tema a Mario Delgado y su respuesta es que más allá de la clara equivocación con la senadora por Sonora, también se dieron grandes adhesiones, gente valiosa que llegó por esa vía al movimiento transformador.

La pregunta es ¿cuáles? Porque si observamos a Sergio Mayer, Germán Martínez, la propia Téllez y muchos otros que oportunistas se colaron, hablando con claridad el resultado ha sido desastroso y al mismo tiempo se ha ninguneado, si no es que traicionado a quienes desde siempre militan en la izquierda.

Correspondencia a: demiandu1@me.com | X: @Demiandu

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