Ha trascendido que esta semana las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez se han reunido con el papa Francisco en Roma. En el momento de la redacción de estas líneas, han surgido fotografías de la morenista con el pontífice, mientras circulan ampliamente las de Gálvez con su familia y el jefe de la Iglesia universal.

Un encuentro de un político con el papa siempre ha generado controversia. ¿Por qué ? En primer lugar, huelga recordar que México es una nación mayoritariamente católica. A pesar de que un número creciente de mexicanos se definen como “católicos no practicantes” pues no van a misa los domingos ni reciben los sacramentos, festividades religiosas como el día de la Virgen de Guadalupe, Semana Santa o Navidades perviven en el imaginario mexicano.

Para mayor prueba échese un vistazo al número de peregrinos que acudieron a la basílica de Guadalupe el pasado 12 de diciembre, o si se quiere, la algarabía provocada históricamente por las visitas papales. Sí, México, no obstante la opinión de un puñado de liberales despistados que buscan ver cosas donde no existen, es una nación profundamente católica. En segundo lugar, sin embargo, el catolicismo, a pesar de ser la religión mayoritaria, tiende a incomodar públicamente a las políticos.

Derivado del laicismo consagrado en la Constitución, existe una separación entre la Iglesia y el Estado. Por lo tanto, un presidente mexicano, y si se quiere, cualquier ministro de Estado, no debe mostrar públicamente sus creencias religiosas ( en materia de la relación histórica entre la Iglesia y el Estado mexicano sugiero leer al Dr. Roberto Blancarte)

No obstante, esta limitación constitucional, vale señalar que muchos políticos han pasado de largo. He recordado ahora la visita de Vicente Fox y Marta Sahagún al papa Juan Pablo, y el beso del anillo del pescador por parte del presidente; o las múltiples escenas de personajes como Peña Nieto u Osorio Chong comulgando en misa.

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Por otro lado… ¿no ha leído AMLO el Evangelio en las mañaneras, en un intento peregrino de adoctrinar a los mexicanos en el mensaje de Cristo? En otras palabras, poco ha valido la letra constitucional.

Desconozco -ni pretendo conocer- las creencias religiosas de Claudia y Xóchitl. Lo que sí es que, sabedoras de la devoción mexicana a la Iglesia católica, ven al papa Francisco como un aliado en la promoción de un mensaje que haga ganar voluntades.

Cualquiera de ellas -la que resulte electa- deberá tomar la decisión de seguir el paso de sus antecesores en el cargo, o hacer valer el Estado laico.