A Claudia Sheinbaum, coordinadora de los Comités de la Defensa del Voto, le refrendó la dirigencia del partido guinda la tendencia que siempre conservó. Se presentaron, por lo menos, cinco encuestas que, de igual forma, cotejaron su triunfo. De hecho, nos quedamos con la noción de esa interpretación para las decisiones que se tomarán en las nueve entidades federativas donde habrá candidatos y candidatas del lopezobradorismo. Incluso, hay ponderaciones muy precisas que, a la postre, se convertirán en el mecanismo para darnos cuenta si el CEN, avala la determinación del pueblo.
Lo que sigue será, no hay duda, algo así como un trámite para reafirmar las tendencias. De hecho, el papel que debe jugar Morera es el de juez, pues los órganos de dirección están obligados a respaldar al pueblo, máxime si se trata de la esencia de un partido que, por principios, tiene una gran influencia por la democracia participativa. Sería muy obvio si, desde las cúpulas, se perpetrara la imposición de algún perfil que, dicho sea de paso, no merece ni con un golpe de suerte el nombramiento.
Aquí lo inminente es, por democracia y por reglas en los estatutos, avalar las encuestas de opinión pública que se levantan para conocer quienes, por decisión colectiva, serán los representantes populares en las boletas de elección. En ese sentido, la ciudadanía ha reconocido, en gran proporción, a cuadros a lo largo y ancho del país. Al menos cuatro aspirantes en distintos puntos de la geografía nacional dominan de pies a cabeza el proceso interno de Morena. La mejor muestra es todas las metodologías y, además de ello, el poder de convocatoria que jalan.
A quienes les ocupa el tema, pero no debe preocuparles porque lideran todas las encuestas, es a los aspirantes de Puebla, Tabasco, Veracruz y Chiapas. Rocío Nahle, Javier May, Alejandro Armenta y Eduardo Ramírez, están muy por encima de sus rivales., por ese motivo, creemos que, a todos, sin excepción, lo único que les inquieta es que no se respete la voluntad del pueblo. Ha pasado en otros periodos y, para la democracia, eso significó un retroceso. Si esta etapa no es así, Morena dará el salto definitivo a la consolidación y, de paso, a la legitimidad como un movimiento plural que es incapaz de tomar una decisión unilateral.
Esperemos que así sea porque, de lo contrario, puede haber muchos rompimientos y, con ello, un caso similar a lo que aconteció en Coahuila. A raíz de ello, el gran reto de Morena es, al igual que pasó con Claudia Sheinbaum, avalar lo que el pueblo ha decidido para el futuro del país. Siendo así, Rocío Nahle, Javier May, Alejandro Armenta y Eduardo Ramírez, son los mejores posicionados en cada una de sus entidades y, por ende, virtuales abanderados de Morena.
En Comitán, Chiapas, por ejemplo, Eduardo Ramírez reunió a más de 16 mil asistentes el pasado fin de semana que presentó su propuesta de gobierno para la transición. En pocas palabras, logró convocar a una multitud; no cualquiera cuenta con esa base de apoyo social. De hecho, se estima que faltaron contingentes por la cuestión del traslado, aunque, de primera mano, observamos una muchedumbre que abarrotó un espacio público para ver al Jaguar Negro. Incluso, nunca antes había visto esa efervescencia en el sur del país por un personaje de la clase política. Lo vi el domingo y, créanme, fue impresionante el clima que se vivió.
Lo mismo pasa en Puebla, con Alejando Armenta. Vale la pena echar un vistazo a la última encuesta que publicó SDPnoticias sobre aquel punto del país. Desde esa perspectiva, quien fuera presidente de la mesa directiva del Senado domina las encuestas de opinión. Es, en condiciones más específicas, el favorito de la inmensa mayoría de los poblanos. Cerca del 35% de la ciudadanía avala su aspiración y, para términos de reconocimiento, esa cifra es suficiente para ganar el estudio final.
Donde las pugnas internas se elevan es en el estado de Veracruz, por la aspiración de Rocío Nahle. Pese a la atmósfera que se ha formado, no habrá muchas sorpresas y la titular de la Secretaría de Energía, será elegida como abanderada de Morena. Su ventaja se ha convertido en la prueba más infalible y la constancia de que, hoy por hoy, no tiene prácticamente un rival que haga competencia. Es un asunto que, al fin y al cabo, es muy positivo para Nahle. En ese sentido, al igual que Armenta y Ramírez, Rocío no será la excepción y, con la ventaja que posee en sus manos, tiene el nombramiento en la bolsa.
Y en Tabasco, tierra natal del presidente López Obrador, el escenario es propio para Javier May. O sea, una elección interna cantada.
Por esa razón, el reto de Morena es titánico. Tendrá que, por principios y voluntad del pueblo, avalar la decisión que han tomado las mayorías. Es decir, el pueblo bueno y sabio ha levantado la mano por Rocío Nahle, Javier May, Alejandro Armenta y Eduardo Ramírez, en sus respectivos estados. En lo que respecta a los demás, el proceso es más cerrado y, por consiguiente, su pronóstico dependerá del activismo que pongan en marcha estos últimos días.