Insisto, porque no se debe olvidar: el servicio de transporte aéreo en este país, es público. Suele ser concesionado a particulares para que hagan uso y lo exploten, y en ese sentido la Ley de Aviación Civil establece los pormenores, detalles, requisitos, límites, excepciones y demás reglas a observarse.

Y es evidente, en los últimos días se ha generado una serie de notas hablando “de la competencia desleal” que significará la nueva Mexicana de Aviación dentro de la industria, dibujando panoramas desalentadores y visiones terroríficas del futuro próximo, que tienen como punto de partida un posicionamiento político, en contra de la 4T, más que un análisis real y objetivo.

Tal y como he mencionado, nuestro principal mercado se encuentra dentro de los Estados Unidos; también he dicho que es un rubro en el que hemos perdido tanto por la degradación a Categoría 2, como por la pandemia de Covid 19. En cambio nuestro vecino del norte ha aprovechado ambas circunstancias de nuestro país para facilitar su propia recuperación. Mi lectura es que a los “gringos” les conviene alargar lo más que se pueda la degradación de nuestra aviación. A pesar de lo trascendente de esta información, poco se aborda en los sesudos análisis que han proliferado recientemente.

Los gobiernos del mundo no pierden de vista que la aviación es estratégica para su desarrollo, por eso no debe de sorprendernos que el nuestro quiera precisamente tener una aviación cien por ciento nacional y del Estado.

Alrededor de 22 aerolíneas han desaparecido desde 1988 a la fecha, y solo una de ellas quebró en manos del Estado. Estamos hablando de Aeronaves de México, S.A. de C.V., la antigua Aeroméxico. Sabemos que esta resurgió con una razón social diferente: Aerovías de México, S.A. de C.V. utilizando el nombre de Aeroméxico, pero es una empresa completamente distinta, muy similar a lo que ahora va a ocurrir con la nueva Mexicana, cuya razón social Compañía Mexicana de Aviación, S.A. de C.V. ya no tiene el nombre de Mexicana de Aviación, ahora el dueño es Aerolínea del Estado Mexicano, S.A. de C.V.

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Del resto de las líneas aéreas que vieron la luz después de 1988 y han quebrado, más de 20 lo hicieron por malas administraciones de los particulares que obtuvieron la concesión para operar.

Mucho más graves fueron los casos de Mexicana de Aviación y Aeroméxico, que tras ser privatizadas durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, a la llegada del siguiente sexenio, quebraron y tuvieron que ser rescatadas, ambas, por el erario mexicano. Al día de hoy todos los ciudadanos del país, incluso aquellos que en 1994 todavía no habían nacido, están pagando el rescate de las líneas aéreas a través del IPAB.

Los números de nuestra aviación al cierre del 2022, arrojan que contamos con 11 líneas aéreas; de estas se destacan Aeroméxico y su alimentadora Aeroméxico Connect, Volaris, VivaAerobus y Magnicharters. Tan solo estas cinco aerolíneas transportaron a 56,369,595 millones de pasajeros.

El próximo diciembre se piensa sumar la aerolínea número 12, esto es, la nueva Mexicana de Aviación, de quien se dice que hará “competencia desleal”, y que además su finalidad será acabar con el resto de las aerolíneas privadas. Honestamente, están haciendo una tormenta en un vaso de agua.

Todavía tengo fresco en mi memoria cuando se hablaba que Mexicana de Aviación y Aeroméxico éramos un monopolio, al ser ambas aerolíneas parte de la controladora CINTRA. Fue justamente durante la administración de Vicente Fox, que se dieron concesiones sin reparo: siete concesiones, de las que sólo dos sobreviven.

Estamos hablando de Novoair, Aladia, Alma de México, Avolar, Volaris e Interjet. Y cuando sucedió eso se habló mucho de la competencia desleal, pero las voces a favor del gobierno de Fox salieron pronto a decir que se estaba impulsando la libre competencia, y ello obligaría a bajar los precios de los boletos de avión ¿les suena?

Cuando Mexicana y Aeroméxico eran aerolíneas del Estado Mexicano, a través de una controladora creada para ello, una de las principales quejas que había era el “monopolio” que ambas líneas aéreas ejercían; si no me creen, pueden revisar cualquier hemeroteca y percatarse de esto.

El pretexto que se usó en el gobierno de Fox para la entrega de tanta concesión de aerolíneas fue la falta de precios competitivos, que no había una “sana competencia”, que todo lo acaparaban Mexicana y Aeroméxico y por ende, los precios de los boletos eran muy altos. Para bajarlos, la idea de que entrase en el mercado la aviación de bajo costo traería una bocanada de aire fresco a la industria permitiendo la competencia tarifaria.

La realidad fue muy distinta, pues el pasajero estaba acostumbrado al servicio de una aerolínea tradicional, y a pesar de los altos costos de las dos principales líneas aéreas del país, el mercado fue muy tímido para volar con las nuevas opciones.

Opciones limitadas, pocos equipos y sin el servicio a bordo al que estaban acostumbrados, muchos pasajeros “regresaban” con nosotros, a pesar de los altos precios en los boletos, y la razón principal era por el servicio que brindábamos. La aviación de bajo costo no se pudo imponer a rajatabla en nuestro país, cuando nació se tuvo que hacer una especie de “híbrido modificado” para no perder a los pasajeros. Hoy en día la aviación ha cambiado tanto que el pasajero en general ya está acostumbrado al servicio low-cost.

La nueva Mexicana entrará al mercado como una aerolínea más de bajo costo, con “aviones sardina”, si se me permite la expresión, y precios más baratos al tener su base en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y no en el AICM, lo cual bajará los precios. Yo no veo que la nueva línea aérea sea ninguna amenaza para el resto de las empresas; los 10 equipos con los que va a operar no se comparan contra los 148 aviones de Aeroméxico, 117 aeronaves de Volaris y VivaAerobus -la más “austera”- con 74 equipos. ¿De verdad creen posible que 10 aviones les hagan competencia desleal?

Yo lo veo muy complicado. Curiosamente, se equivocaron esas voces que dijeron que las aerolíneas bajo costeras nacidas durante el gobierno de Fox serían una gran competencia tanto para Aeroméxico como para Mexicana; no fue así, la consolidación de muchas de ellas, se debió prácticamente a la salida de Mexicana de Aviación del mercado aéreo en 2010. Interjet vio sus mejores épocas una vez que Mexicana dejó de volar.

Lo mismo ha sucedido con Volaris, que se fortaleció de forma increíble tras la salida de Interjet, y que incluso ha superado a Aeroméxico en cuanto a número de pasajeros transportados.

La razón que ha hecho que Volaris crezca a pasos agigantados es la suma de varios factores: bajos salarios, explotación laboral y la necesidad de la gente de comprar boletos “más baratos” (una ilusión, porque al final a la tarifa super barata habrá que sumar una serie de cobros que prácticamente igualarán a la línea tradicional).

El país debe darse cuenta de la importancia de la aviación para su propio desarrollo; no nos vamos a comparar con el gigante estadounidense, pero veamos qué sucede en otras latitudes. Lo traigo a colación después de ver un video de TikTok sobre uniformes de sobrecargos. Yo creía que España solo tenía tres aerolíneas: Iberia, Iberojet y Vueling, pero el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana de dicho país, me ha abierto los ojos.

Cuando vi el video, la chica mostró más de 10 uniformes. Ello incitó mi curiosidad a saber ¿cuántas aerolíneas tiene España? Según datos de la página ministerial, España tiene 25 compañías aéreas. Me fui de espaldas, pues aquí en México apenas tenemos 11 aerolíneas y nuestro territorio es de 1,964,375 km2, casi 4 veces el territorio de España (505.990 km2)

Pero eso no es todo, ¿cuántos pasajeros transportaron las aerolíneas españolas el año pasado? 113,830 millones de pasajeros, lo que representa el 41.4% del tráfico total de pasajeros, esto quiere decir que casi el 60% de su pasaje lo manejan aerolíneas extranjeras. Un total de 275,360 millones de pasajeros transportados al año, mientras nuestro país transportó durante 2022 poco más de 107 millones de pasajeros.

Somos un país más grande que España, pero tenemos menos líneas aéreas nacionales, por consiguiente el flujo de pasajeros es inferior. España maneja poco más del doble que nosotros, y eso que somos un país en que tenemos todo, estamos en el quinto lugar de los “países megadiversos” por nuestra biodiversidad.

Dejemos de ser timoratos y vislumbrar solo panoramas sombríos en la aviación, dejemos de tenerle miedo a que sea el Estado quien maneje un servicio de transporte público, el aéreo. En los hechos ha quedado demostrado que han quebrado más líneas aéreas a manos de empresarios privados que por el propio gobierno, y que al contrario, seguimos pagando los rescates a estos empresarios a través del IPAB.

México tiene todo para explotar su potencial, solo falta que le pierdan el miedo a la “competencia”. El mercado es abundante y hay para todos.