En semanas recientes, el Senado ha sido testigo de una rebelión interna, donde legisladores morenistas, que durante años respaldaron a Andrés Manuel López Obrador, ahora se encuentran excluidos de las listas de reelección.
Este giro inesperado se manifiesta en casos como el de Zacatecas, donde la nominación de Saúl Monreal, hermano de Ricardo Monreal, como candidato al Senado ha generado controversia. A pesar del cuestionado historial de Saúl Monreal como alcalde, se le ha otorgado esta posición, dejando atrás a figuras como José Narro Céspedes, quien previamente había defendido al presidente y al gobierno federal.
En Yucatán, las tensiones internas en Morena han salido a la luz pública, con acusaciones entre candidatos del partido. Las disputas entre Joaquín “Huacho” Díaz Mena y Rafael Echazarreta revelan fisuras en la estructura del partido, exacerbadas por desacuerdos en la selección de candidatos y señalamientos de corrupción.
Este descontento no se limita a algunos casos aislados. Al menos una veintena de senadores han expresado su malestar por la selección de candidatos, al denunciar que dichas nominaciones obedecen más a premios de consolación que a méritos reales. Los quejosos sospechan que estas decisiones buscan encubrir casos de corrupción dentro del gobierno actual.
En Durango, la imposición de candidatos impopulares ha llevado a una pérdida significativa de simpatías para Claudia Sheinbaum, como lo demostraron las elecciones locales de 2022. En medio de esta crisis interna, la figura del senador Gonzalo Yáñez surge como una alternativa sólida, con un respaldo significativo entre los ciudadanos. Sin embargo, la falta de consideración hacia figuras como el senador José Ramón Enríquez Herrera, quien cuenta con un fuerte respaldo popular, plantea interrogantes sobre la estrategia del partido.
Por si fuera poco, el desdén hacia los seguidores de Marcelo Ebrard y la exclusión de sus figuras prominentes le podrían pasar factura a la aspirante presidencial. Esta decisión, que parece haber sido un error estratégico, refleja una desconexión entre la dirección del partido y las bases.
El descontento interno y las tensiones políticas podrían amenazar la viabilidad de la campaña de Sheinbaum, dejando en evidencia la fragilidad de la coalición gobernante y la urgencia de un cambio de rumbo antes de que sea demasiado tarde.
Punto Cero
Sobresale el poder político de Cuauhtémoc Blanco en Morelos y su respaldo hacia Margarita González Saravia, aliada política conocida como la “Juanita” del “Cuau”. A pesar de ser subestimado por su pasado como futbolista, Blanco ha consolidado un control absoluto en la entidad, demostrando su astucia al tejer alianzas. El respaldo público de Andrés Manuel López Obrador hacia Blanco y González Saravia refuerza su influencia en la región, y desafía las expectativas de quienes lo minimizaban.
Sin embargo, Blanco, tras perder el control del PES, ahora busca apoderarse del Partido Verde, orquestando movimientos a través de sus operadores políticos como Jaime Juárez, titular de Ceagua y tío de los hermanos Blanco Bravo. Juárez, previamente denunciado por favorecer a la Secretaría de Hacienda local, ahora busca influir en el Verde para contrarrestar a los aliados de González Saravia. Este plan incluye colocar a candidatos afines y contra operar a los de González Saravia.
La estrategia se extiende al coqueteo simulado de Arnulfo Montes Cuen, otro cercano a Juárez, quien habría sido tentado con la Secretaría de Organización de Morena para después simular interés en el Partido Verde y finalmente declinar, apoyando a la candidata del frente opositor. Este juego político revela la maquinación de Cuauhtémoc Blanco y sus aliados para socavar a sus adversarios.
El destino del Partido Verde en Morelos parece encaminarse hacia la misma suerte que el PES, ya que, a pesar de contar con recursos y el respaldo gubernamental, los operadores políticos de Blanco no han logrado asegurar victorias electorales. La incertidumbre sobre el destino del Partido Verde y el papel de González Saravia en este escenario político complejo plantea desafíos significativos para su campaña y su futuro político en Morelos.