El sistema Cutzamala que surte de agua al Valle de México se encuentra en su punto más bajo, la peor crisis de la historia. La falta de lluvias ha provocado que las presas que abastecen el sistema se encuentren en sus puntos mínimos y uno de cada cuatro habitantes ya sufre las consecuencias de la falta de agua.

La Comisión Nacional del Agua ha iniciado medidas como la reducción de los bombeos de 12.5 metros cúbicos por segundo a 9.2, es decir una disminución del 25 por ciento en el caudal que abastece a toda la zona metropolitana de la CDMX.

Desde julio de 2022 México se encuentra en un estado de emergencia por sequía y prácticamente el 80 por ciento del territorio nacional sufre estrés hídrico, una situación que se puede prolongar indefinidamente en perjuicio de millones de personas.

Necesario, urgente e inaplazable

El “hubiera” no existe, lo sabemos, pero ¿qué hubiese pasado de haber implementado medidas a tiempo? ¿De haber previsto desde hace unos 10 años que las presas, manantiales y el cuidado de toda el agua en general es una necesidad que requiere de planeación, acciones y políticas públicas serias? Pues que no estaríamos así y viviríamos agradecidos con gobiernos buenos, responsables y bien llevados, pero... No les importó.

Entre otras cosas faltó visión y previsión y por desgracia, la crisis del agua ya alcanzó su límite y las consecuencias ahí están. Lo que sigue es actuar en consecuencia, hay mucho por hacer, pero se requiere el trabajo comprometido, responsable y conjunto de la sociedad civil y de los tres niveles de gobierno.

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La Presa de Villa Victoria se encuentra a un 25.8 por ciento de su capacidad de almacenamiento, los pobladores se encuentran preocupados por el bajo nivel y las escasas lluvias

¿Por qué para ningún gobierno ha sido un tema prioritario el agua?

Definitivamente, ninguna autoridad federal, estatal, municipal de antes o actual le ha dado el grado de importancia que el tema amerita. Sus prioridades siempre son otras y el resultado ahí está. Las principales presas que abastecen el Sistema Cutzamala, la Miguel Alemán, situada en Valle de Bravo al 37 por ciento de su capacidad., la de Villa Victoria al 27 y la del Bosque en Michoacán, al 50 por ciento, sin embargo, en esta última hay que considerar que tiene apenas la mitad de capacidad de almacenaje que la de Valle de Bravo.

Aunque el Sistema Cutzamala está diseñado para recibir un caudal de 19 metros cúbicos, ahora se encuentra en nueve y se prevé que en los próximos días pueda reducirse a ocho. Esta grave situación no solo es provocada por la falta de lluvias, hay un rezago de muchos años en infraestructura y planeación en la zona del Valle de México y en otros estados, donde las crisis se presentan año con año, como Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán y Zacatecas.

Lo que sigue

Lamentablemente, las consecuencias y las acciones acaban recayendo sobre la población y lo que nos queda como simples ciudadanos es unirnos y poner nuestro granito de arena.

En el caso particular de Valle de Bravo, la crisis de la presa no solo afecta el suministro de agua a la zona metropolitana de la CDMX y del Estado de México, sino directamente en la economía y empleo de una buena parte de la población que vive del turismo que acude a la zona. La situación es grave, y más si se toma en cuenta que la temporada de lluvias ya terminó y continúa el estiaje.

Por lo pronto son 16 municipios del Estado de México y 12 alcaldías de la capital del país las que ya se ven afectadas por las reducciones en el suministro y de mantenerse como hasta ahora, el Valle de México corre el riesgo de quedarse sin agua en pocos meses.

El jefe de gobierno Martí Batres señaló la semana pasada que ya se toman medidas en conjunto con la Comisión Nacional del Agua y con la Comisión del Agua del Estado de México para la rehabilitación de pozos de producción local y de los sistemas Lerma y Chiconautla para mejorar el abastecimiento a todo el Valle de México.

Anunció que por parte del gobierno se plantea una inversión de mil millones de pesos y la inauguración de la planta potabilizadora de la Presa Madín, dicho embalse destinará la mitad de su abasto al Estado de México y la otra mitad a la CDMX.

Lo cierto es que las autoridades han tardado bastante en responder a una crisis más que anunciada y las consecuencias recaen sobre los ciudadanos. En Valle de Bravo la sociedad civil es muy proactiva y aparte de proponer acciones, algunas muy viables y novedosas ya se movilizan para que se bloquee por completo la sustracción de agua de la presa y llaman a un paro civil este martes para exigir soluciones.

X: @diaz_manuel