Tuve la ocasión de conversar con el gobernador de mi estado, Alfonso Durazo Montaño, a propósito de los primeros 6 meses de su administración y lo primero que hice fue ponerle sobre la mesa esa visión que sus adversarios insisten en impulsar de que no ha hecho nada y que en Sonora todo sigue igual que antes y que en todo caso su gobierno se deja llevar por la inercia.

Le dije que en efecto conozco su proyecto y que me queda claro que para Sonora hay cosas muy importantes en el escenario, pero también le hice ver que lamentablemente en política los espacios que se van dejando vacíos —es decir sin información— tienden a llenarse noticias falsas y contracampañas de quienes quedaron dolidos por su victoria en las ahora distintas elecciones de junio pasado, o bien por quienes persiguen fines distintos al bienestar de la población y que quisieran seguir en la lógica de amasar enromes fortunas a costillas de los sonorenses.

El gobernador atajó mis comentarios, señalando que su gobierno avanza en lo fundamental, que es colocar las bases de un resurgimiento del estado, y en esos términos reconoció que puede haber muchos hechos intangibles, ero que de manera paulatina se logró enderezar el rumbo en aspectos básicos como es la gobernabilidad, la seguridad pública y la estabilidad financiera del gobierno.

En ese sentido la visión del gobernador es que el trabajo que se ha hecho en 6 meses es similar al proceso de construcción de una casa, es decir se debe comenzar por los cimientos, a fin de colocar y ordenar todo lo que es necesario para el buen funcionamiento del edificio una vez que esté construido, e impedir así que la casa se nos venga encima.

Durazo fue rudo con su antecesora y quienes formaron su equipo de gobierno y me hizo algunos comentarios que dejan ver que en la administración 2015-2021, que encabezó Claudia Pavlovich Arellano, en Sonora privó el desorden, el amiguismo, el compadrazgo, la frivolidad de la ex mandataria, el desconocimiento de las necesidades de Sonora, el desdén y falta de atención a las necesidades de los ciudadanos y muy en particular el ánimo de hacer enormes negocios a costillas del erario.

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Por eso el nuevo gobernador me dijo “lo primero que buscamos es poner orden en la casa y recuperar el gobierno, recuperar la gobernabilidad, comenzando por las instituciones encargadas de la procuración y administración de justicia, en especial la Fiscalía General de Justicia y el Poder Judicial, pero también el Poder Legislativo que ya funciona y opera de manera correcta”.

Acto seguido su esmero fue recuperar las finanzas públicas, comenzando por los quebrantos ya documentados aquí y donde se hablar de entre 6 mil y hasta 12 mil millones de pesos en recursos que se utilizaron para cualquier cosa, menos para el interés público de los sonorenses, con deudas de todo tipo, anticipos de participaciones federales indebidos y la necesidad de generar un orden financiero.

De acuerdo con el gobernador esto se logró a tal grado que ya en el primer trimestre de este 2022 hay ahorros y con ellos pagos a obligaciones, por un total de 1 mil 607 millones de pesos.

“Tenemos un avance importante en la estabilización de las finanzas, sin eso no hay solvencia económica para tomar iniciativas”, me dijo.

El gobernador subrayó que su empeño es operar el gobierno con transparencia, austeridad y honestidad, “nuestro compromiso es no robar, no mentir y no traicionar al pueblo y partimos del enfoque financiero”, acotó en nuestra conversación.

A partir de ahí también advirtió que su gobierno ahora trabaja en el desarrollo de los proyectos detonantes, que son un conjunto de obras extraordinarias (también ampliamente detalladas en este espacio), que le darán nueva viabilidad y herramientas competitivas a la economía estatal y regional.

“Hay tiempos largos desde que se proyecta a que se construye, vamos a ganar tiempo y buscamos llevar los procesos en paralelo, trabajamos en todos los proyectos ejecutivos de obra y la parte más importante ya está resuelta, que es la parte presupuestal, comentaremos a verlas lo más pronto posible”, me dijo.

Durazo agregó: “Hemos ido avanzando, quizá no todo sea visible, pero sí se ha cambiado la dinámica de las cosas, trabajamos en el cumplimiento de nuestra responsabilidad con una vocación de servicio, no venimos a hacer negocio con los recursos públicos.

El gobernador me reconoció que su gobierno heredó una crisis de seguridad, y que Sonora lamentablemente está envuelto en una espiral de violencia, sin embargo —acotó— era necesario recuperar el gobierno y la gobernabilidad para dar con la punta de la madeja de ese enredo que es la seguridad pública.

“La violencia comienza a ceder y de manera paulatina vamos a recuperar la paz y la tranquilidad, debemos tratar en el reforzamiento de las estructuras de seguridad, aunque ya vemos los primeros resultados, la violencia y los homicidios bajaron en Cajeme y esperamos que en cada región lo que hacemos cambie el escenario y la percepción que tienen los ciudadanos”.

Durazo me dijo que todo esto se hace de manera paralela, y que además se hace respetando a los ciudadanos y a los opositores, en Sonora —dijo— no hay abuso de poder, no hay represión.

Demian Duarte en Twitter: @Demiandu