Bienvenidos amantes de la gastronomía. El pulque, bebida de origen prehispánico, sigue abriéndose espacio en el gusto de la población.
A diferencia del mezcal o del tequila, el pulque ha sido una bebida con una mala fama. El pulque fue representado en piedras talladas que datan de 200 años antes de Cristo, teniendo como origen la cultura Tolteca. Cuenta la leyenda que cerca de los años 1300, estaba un noble de nombre Papantzin pasando la tarde, y mientras caminaba cerca de unos magueyes observó un ratón ebrio, gracias a este gracioso accidente, descubrió el método para extraer el aguamiel y posteriormente obtener el pulque.
Otra leyenda dice que fue un tlacuache, sin embargo la leyenda más popular alrededor de esta bebida es la de la Diosa Mayahuel, quien le enseñó a una joven llamada Xóchilt los secretos para su elaboración.
Dejando atrás las diversas leyendas de su origen, una realidad indiscutible es el hallazgo de raspadores en la zona de Huapalcalco, Hidalgo, que datan del siglo IV a.C. Así como también han hallado rastros del pulque en Xochipala, Guerrero. En varios códices de la época prehispánica se habla del pulque, y en aquellos relacionados con la cultura mexica, de las reglas que había en torno a esta bebida y su poder embriagante.
Durante el virreinato, el pulque siguió siendo una bebida sumamente popular, tanto que en 1692 terminó provocando un motín en la Ciudad de México, registrado por Carlos de Sigüenza y Góngora “No se oía otra cosa en toda la plaza, sino “¡Viva el Santísimo Sacramento! ¡Viva la Virgen del Rosario! ¡Viva el rey! ¡Vivan los santiagueños! ¡Viva el pulque!”.
Tanto en el México independiente, como durante todo el siglo XIX, el pulque conservó su lugar en el gusto de los pobladores de este país. Los ricos hacendados de fincas de magueyes formaron compañías que empezaron a cotizar en lo que entonces llamaban La Bolsa Privada de México, S.A.; su nombre fue Compañía Realizadora de Pulques, S.A., ubicada en la ciudad de Puebla, con la consiguiente monopolización de la producción y venta del pulque en los estados de Puebla y Tlaxcala.
No obstante, el gusto no les duraría mucho, pues surgieron leyendas negras en torno a esta bebida; la más común y difundida: que para la elaboración de esta bebida se requiere de hacer una “muñeca” -un trapo o bolsa que en su interior contenía materia fecal, o de vaca o humana-, para poder “fermentarlo”.
Esta leyenda surgió con la llegada de las compañías cerveceras, y se tenía que impulsar el consumo de la “nueva” bebida, reemplazando al pulque que fue tachado de “insalubre”. Se menciona que personajes como Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles tuvieron intereses en la industria de la cebada, que servía a la industria cervecera.
Razón por la cual el consumo del pulque decayó, convirtiéndose en una bebida marginal, para pobres y gente inculta. A tal grado que se pensó en un momento que la bebida iba encaminada a su desaparición.
Ahora el pulque comienza a ser valorado, pues ya no solo es la mera experiencia de beber pulque, sino que también forma parte de la creación de varios platillos que utilizan el pulque como uno de sus ingredientes para sus elaboraciones, por ejemplo, carne de cerdo con salsa de pulque y chile pasilla.
Es por eso que no se puede perder la oportunidad de asistir al primer “Gran Festival del Pulque en CDMX”, que se llevará a cabo los días 16 y 17 de julio; el costo de la entrada será de $50 pesos, incluye acceso al festival, música en vivo todo el día, juego de pelota prehispánico, y noche mágica con globos aerostáticos.
Pero si busca algo más, también puede adquirir la entrada más cara, que tiene un precio de $1,350, e incluye el acceso al evento, zona preferente para comer, barra libre de pulque y de tacos en horario específico, música en vivo, meseros, juego de pelota, noche de globos aerostáticos, zona de camping (únicamente para el sábado), vaso y gorra.
El lugar del evento será en el Deportivo Cuemanco, Antiguo Canal Cuemanco 3, Pista Olímpica Virgilio Uribe, Xochimilco, 16034 Ciudad de México. Durante el evento podrás probar diversos platillos mexicanos, así como más de 100 sabores de pulque. También te encontrarás con un pabellón artesanal, área de talleres y hasta concursos.
Así que aparten la fecha y sucumban a la “bebida de los Dioses”, una experiencia gastronómica que no podemos dejar pasar.
¡Bon appétit!
Cat Soumeillera en Twitter: @CSoumeillera