El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emitió una resolución mediante la cual instruyó a la Cámara de Diputados modificar nuevamente la convocatoria para la elección de Consejeros Electorales. Instruyó al Comité Técnico que la quinteta de la cual será electo el próximo presidente del INE esté integrada por mujeres, para garantizar el principio de alternancia entre géneros.

De esta sentencia hay que decir varias cosas. La primera, estamos a favor de la igualdad y equidad de género, pero este derecho no debe violentar otras garantías. De ese tema nos ocuparemos en otra ocasión. La segunda, en particular, el triste papel que el Tribunal Electoral realiza en el proceso de elección de consejeros electorales; en general, la intromisión del Tribunal en asuntos que no le competen.

Al revisar el diario de los debates de las reformas que dieron origen al Tribunal Electoral, desde su creación en la década de los noventas, hasta las reformas de 2014, comprobaremos que los legisladores otorgaron al Tribunal Electoral la importante función de ser la máxima y última instancia en esta materia; es decir, su competencia está circunscrita al ámbito de las leyes electorales.

El Congreso de la Unión nunca pensó y legisló que el Tribunal Electoral tutelara la totalidad de los derechos políticos, que invadiera las atribuciones de otros poderes y que se inmiscuyera en la disputa política. Bajo la idea de la ampliación de derechos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por la vía de los hechos, legisló.

En referencia a la convocatoria de los consejeros del INE, el Tribunal Electoral violentó el debido proceso. Se contradice así mismo. Inventa cosas, como el principio de alternancia. Da la impresión que no lee sus propias resoluciones. Me explico. En su sentencia de diciembre del año pasado instruyó modificar la convocatoria en tres aspectos: que en dicha convocatoria el Comité Técnico de Evaluación especificara cuál de las quintetas sería de la que se elegiría a la Presidenta o Presidente del Instituto; que la JUCOPO respetara la autonomía del Comité Técnico y que la redacción fuera con leguaje inclusivo.

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En su resolución de hace unos días, el Tribunal Electoral instruyó que la quinteta de la cual se elegirá al Presidente del INE sea de mujeres. La resolución ocurrió la semana pasada, pero notificó hasta el martes 28 de febrero a la Cámara de Diputados. El Tribunal Electoral invalidó su propia sentencia. ¿Por qué el Tribunal no incluyó este aspecto desde el primer cambio a la convocatoria? Por otra parte, la magistrada Janine Otálora dio un plazo de cuatro horas, para que la JUCOPO le remita los expedientes de los aspirantes, pero en su sentencia anterior el propio tribunal instruyó a la JUCOPO no meterse. ¿Quién los entiende?

La resolución del Tribunal Electoral atenta contra los derechos adquiridos de los más de mil aspirantes. Hombres y mujeres se registraron para ocupar la Presidencia del INE. Urge revisar las atribuciones del Tribunal, como está de poco sirve al país y menos a la democracia. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.

Twitter: @onelortiz