En ClaudiaMetrics está claro que la inseguridad es el problema que más preocupa a la sociedad mexicana. Así lo expresa el 46.5% de la gente entrevistada para la elaboración de esa encuesta de seguimiento.
Parece haber buenas noticias en el tema. Después de la presentación de la estrategia de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum, se nota una oleada de optimismo, inclusive en los medios más críticos al primero y segundo pisos de la 4T.
Ni duda cabe, hay confianza en que las cosas mejorarán gracias a que, de nuevo, trabajarán coordinadamente en un proyecto para reducir los niveles de violencia la presidenta Sheinbaum y su principal colaborador, Omar García Harfuch.
En la capital de nuestro país Claudia y Omar ya lo hicieron, y lo hicieron bien. Ahora deberán llevar el modelo a toda la nación. Como dijo un articulista de Reforma, Carlos A. Pérez Ricart, “Si la Ciudad de México fue ensayo, la Federación es escala”.
Sintetizaré enseguida tres escritos publicados hoy en la prensa mexicana, empezando por el de Pérez Ricart:
- La apuesta es por la inteligencia policial. Y es una apuesta ganadora.
- Pérez Ricart dice de Harfuch que es “el policía que todo lo pudo en la Ciudad de México”.
- Ahora, en la presidencia de Sheinbaum, sobre Harfuch “descansan las expectativas de cambio de un país que entra en su décimo octavo año consecutivo de conflicto criminal”.
- Son 18 años de la espiral de violencia, que inició en 2006 cuando Felipe Calderón lanzó su absurda guerra contra el narco para intentar que se olvidara el fraude electoral que lo llevó al poder.
- Harfuch, dice el articulista de Reforma, trabajó en reconfiguró la Secretaría de Seguridad, que es ahora “una institución más ágil, que mantendrá (e incorporará) a miles de policías de élite en torno a cuerpos de investigación especializados”.
- La apuesta de Harfuch es por los “golpes de precisión”.
- El modelo Harfuch fue exitoso en la Ciudad de México gracias a que la exfiscal Ernestina Godoy colaboró en todo.
- Se pregunta el columnista de Reforma si hará lo mismo que Ernestina el fiscal general de la república Alejandro Gertz Manero. Creo que sí: Gertz es disciplinado y sabe trabajar en equipo.
Ahora, lo que ha dicho Julio Astillero Hernández, de La Jornada:
- “García Harfuch tratará de nuclear bajo su mando a instituciones” complejas: la Fiscalía General de la República y las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina.
- Necesitará Harfuch gran habilidad política para “coordinar esfuerzos de tales instancias y hacer que se dirijan a objetivos específicos sin guardarse información, regatear personal, pelear por medallas o, peor, prestarse a intereses nacionales o extranjeros corruptos”.
- Por el tono de su escrito, particularmente por decir que Harfuch es el único superfuncionario claudista, no hay duda de que el Astillero piensa que este hombre alcanzará sus metas. El columnista de La Jornada lo ve ya, como precandidato presidencial, junto a Marcelo Ebrard, Gerardo Fernñandez Noroña y Andrés Manuel López Beltrán.
- Inclusive Julio pone a Omar como puntero, ya que su “popularidad y reconocimiento social serían muy altos si lograra reducir sensiblemente los índices nacionales de criminalidad; aunque no sólo a título estadístico o retórico, sino, sobre todo, con ética y principios a salvo, como señaló ayer la académica Teresa Rodríguez de la Vega en una mesa de análisis”.
Darío Celis, de El Heraldo de México, dio información de la mayor relevancia:
- Que una de las prioridades de Harfuch será combatir a los huachicoleros.
- Así las cosas, el director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, entregó la dirección de Pemex Logística a un policía, Israel Benítez López, muy cercano a Omar García Harfuch,
Por lo demás, se rumora que Harfuch ha tratado de llevarse a su dependencia a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda. No sería mala idea: al crimen organizado solo se le debilitaría golpeando sus finanzas.
Y en una de esas, hasta valdría la pena que Harfuch pusiera a gente de él entre quienes mandan en la Cofepris, Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud, dependencia que impacta en el 12% del PIB pues regula 19 sectores, destacadamente el farmacéutico, tan ligado a las mafias del narcotráfico.