Hace un par de días se terminó el proceso electoral. Es decir, la campaña concretamente ha llegado a su fin y, el próximo domingo 4 de junio, los votantes saldrán a tomar decisiones en torno al futuro del Estado de México y Coahuila. De hecho, en el post de ese ejercicio de proselitismo, lo que se promueve, de parte de la derecha, es una tendenciosa campaña para intentar confundir a la población civil. En efecto, han divulgado que, de acuerdo con algunos “datos” que han llegado a Palacio Nacional, la contienda se cerró en vísperas del 4 de junio.

A estas alturas, esa hipótesis es prácticamente un hecho sin fundamento porque la mayoría de las encuestas, hasta este día, dan una ventaja holgada a la maestra Delfina Gómez, candidata de Morena en el Estado de México. Incluso, la propia medición que realiza SDPnoticias, muestra un margen importante que, desde cualquier óptica, podemos considerar como políticamente decisivo, lo que ayuda a nutrir el anhelo de la alternancia política.

Es verdad, las elecciones se ganan con votos, sin embargo, la propia opinión pública nos ha ido anticipando que ha tomado una determinación y, en esta coyuntura, el proyecto de la Cuarta Transformación es el motor de la alternancia que podrá fin a una era dominante del PRI. Incluso, las encuestas han ido esclareciendo el camino y, en prácticamente todas, Morera ha dado el brinco que se necesita para augurar un escenario positivo para el lopezobradorismo.

Con estos mecanismos que nos permiten acercarnos a una realidad tangible, es como hemos hecho un pronóstico de ello. Además, es evidente que el efecto y el poder de convocatoria lo jaló Delfina Gómez. Esa estimación, sumada a los estudios de opinión que coinciden en el triunfo de Morena, nos posibilitan tener una lectura más clara de lo que pasará el próximo 4 de junio.

Sobre la campaña que han divulgado de qué la elección se cerró, es una estrategia para tratar de persuadir a la sociedad. O sea, es una forma de crear un clima de confusión, debido al paso dominante de Morena. Pese a ello, no hay poder que, a estas alturas, revierta esa tendencia a favor de Delfina Gómez. Es más, la posibilidad de que la maestra se convierta en la primera gobernadora del Estado de México se fortalece, luego de la información que envuelve a la candidata de la alianza Va por México en escándalos de corrupción.

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Quizá por eso están tratando de desviar la atención hacia afuera, pues el golpe mediático de la noticia que trascendió, políticamente noquea a la abanderada del PRI. Eso se convirtió en un problema mayúsculo que no será nada fácil de sacudirse porque a cualquiera que señalen con datos en la mano, sobre un tema de corrupción, se convierte en flanco vulnerable, especialmente en virtud de un proceso electoral próximo. Y como no han podido superar a Morena en lo territorial, se nota un esquema de propaganda de hipótesis irrelevantes de qué Alejandra del Moral, ya superó a Delfina. Eso es totalmente irreal.

De hecho, estos días restantes viene, todos sabemos, la operación territorial y estratégica desde las redes sociales. En ese sentido, Morena aprendió de la elección del 2017 y, con una organización y logística, cuidará el voto y las casillas a lo largo y ancho del territorio del Estado de México. Eso ayudará en mucho porque, hace cinco años, el común denominador fue precisamente la falta de un ejército de activistas que tuvieran tareas específicas de vigilancia. Efectivamente, la estructura del partido guinda ha crecido y su red de apoyo es, hoy por hoy, una maquinaria que será determinante para que Delfina gane la elección.

A propósito, nos cuentan que, desde el Estado de México, la noticia que corrió como reguera de pólvora impactó negativamente en el cuarto de guerra de la candidata de la alianza Va por México. Eso, por supuesto, terminó por diluir cualquier mínima esperanza y, más allá de qué con publicidad tendenciosa y sesgada traten de persuadir a los votantes con qué la elección ya se cerró, eso no tiene ningún sentido.

De entrada, no es posible que ese factor tenga una lógica porque, de la noche a la mañana, Alejandra del Moral no puede revertir casi 15 puntos de ventaja de Delfina Gómez. De igual forma, y como la campaña ha terminado, no hay un proselitismo abierto; los anuncios y espectaculares se han retirado y, lo que no creció la candidata del PRI, difícilmente lo hará en tres días. O sea, lo que está sucediendo son patadas de ahogado e intentos desesperados de un Perogrullo. El Revolucionario Institucional vive sus últimos días en el poder en aquella entidad federativa.

Será doloroso. Más de 100 años en el poder están dinamitando el despertar de las conciencias de la mayoría de la población que, en este lapso, tomaron la determinación de apoyar la alternancia que encabeza Delfina Gómez. Así de sencillo. Lo demás es publicidad.