Con el juego presidencial adelantado llegan también los mecanismos en cómo se llevará a cabo el proceso de designación de Morena de cara al curso del 2024. En esa coyuntura, el partido debe priorizar la transparencia, y aceptar que será, una vez llegado el momento, una decisión que influirá significativamente en el resultado.
Está claro que la encuesta es un mecanismo desgastado y hecho a la medida cuando hay interés o determinaciones unilaterales. Ejemplos hay muchos. Si Morena quiere verdaderamente democratizar el proceso, tiene que abrir el abanico para aceptar alternativas o propuestas donde sea la militancia la que realmente decida a través de un desarrollo transparente.
La encuesta dejó de ser una opción. Además de ser calificada como un instrumento desgastado, no ha logrado sentar las bases de la auténtica democracia- porque se convirtió, incluso, en un mecanismo que carece de credibilidad. Nadie ha podido penetrar al método; sólo la dirigencia se encarga de nombrar, ¿pero cómo saber la metodología? Nunca han mostrado una ponderación o cuadro comparativo que muestre el pulso de la sociedad.
Por tal motivo, los fines nos llenan de dudas pero sobre todo de zozobra ya que se han mostrado casos inexplicables donde los aspirantes dominaban todas las encuestas a priori, de tal manera que no existía, al menos en la lógica, una justificación para revertir una victoria cantada.
Siendo así, son muy fáciles de ser manipulables, más si se trata de una decisión unilateral. Así pues, la encuesta no está ni cerca de lo que la sociedad requiere para tener certidumbre; lejos ha quedado de que se respete la voluntad de militantes y simpatizantes de Morena. Entonces, eso significa que la encuesta no funciona desde ningún ángulo.
Morena necesita cambiar el método de selección. En este caso, el propio INE sería una alternativa viable para salvaguardar el resultado a través de la organización de una elección primaria para evitar cualquier susceptibilidad ya que lo más sagrado, en términos de democracia, es la voluntad del pueblo.
Y con esa premisa, la elección primaria lograría resolver la problemática enraizada en una encuesta que no sirve. Así de simple. Dejó de ser un mecanismo confiable desde que se cometieron injusticias de actores que siempre conservaron una ventaja monumental, y en un sinfín de casas encuestadoras de prestigio.
Solamente la de Morena daba la sorpresa como si se tratará de una obra mágica ir en contra de la naturaleza de una lógica estadística. Por esa razón, la única solución es cambiar el método por una elección primaria. De hecho, ese proceso se puede establecer a través de consultas abiertas a las bases, como lo hizo el ala democrática de Morena que empuja para dar un giro en la toma de decisiones.
Que el INE organice la elección primaria de Morena
La propuesta de que sea el INE quien encabece la organización de las tareas de consulta pública para decidir candidato de Morena es, hoy por hoy, una idea sensata y democrática en estos tiempos donde el propio presidente insiste tanto en la transparencia en una etapa en la que la incipiente democracia está tomando auge.
De eso depende el grado de confianza que de tranquilidad, sobre todo para evitar dedazos y dados cargados en los procesos. Asimismo, existe el riesgo latente de que exista favoritismo, máxime porque no hay condiciones equitativas cuando se considera a los perfiles desde Palacio Nacional.
Desde allí el juicio nos genera muchas dudas.
Por ello, Morena rompería con toda especulación si demuestra interés en que, tanto el proceso como la designación, se harán con reglas de participación democráticas donde se lleve un desarrollo sano y transparente. Eso significa que la elección primaria es la alternativa para democratizar un universo de claroscuros de una encuesta que, en muchas designaciones, frenó candidaturas y aspiraciones legítimas.
Y es que en términos de democracia, la encuesta es totalmente opuesta a la esencia y los principios de Morena.
Que sea el pueblo quien ponga y quite, no las determinaciones unilaterales.
Notas finales
En Tamaulipas ganará Américo Villarreal. Quizá esa sea una de las razones que detonó la guerra sucia en su contra, y que apunta hacia la oposición.
De la misma manera de que se trata de una maniobra política la maquinación en su contra, los cuadros de la 4T han cerrado filas a favor de Américo Villarreal. De hecho, ayer lo hizo el senado de la República que refrendó su apoyo al candidato de Morena al brindarle el cobijo ya que, con la facultad que tiene la Cámara Alta, llamarán a la cordura y al ambiente sano en el que reine el respeto y el diálogo para encontrar vías de solución.
Mientras pase eso, la ventaja que les lleva es muy superior y, a estas alturas, es prácticamente definitiva.
Vaya respaldo de los líderes de Morena en el Senado, pero también de los aliados. (PT, PVEM)
¡Cerramos filas con nuestro candidato, Américo Villarreal!
De ese tamaño es el respaldo.