El siguiente año habrá elecciones en seis entidades del país y un tema sustancial de carácter nacional: la Revocación del Mandato. Por esa razón, el escenario en varios aspectos comienza a subir de tono; la oposición se organiza, aunque peor aún, no logra canalizar una auténtica opción u alternativa para hacerle frente al gran dominio que tiene Morena.

En este espacio nos hemos propuesto construir un análisis de cada una de las entidades. Algo que es indispensable porque, desde hace meses, vienen circulando varios ejercicios. De hecho, el propio portal de SDPnoticias adelantó muy pronto algunos sondeos previos que darán, igualmente, un escenario en este tramo.

Por ello, es importante asumir una lectura de lo que acontece en el país.

En general podemos decir que Morena es el gran favorito para conquistar 5 de 6 estados. Todo indica que, entre esas entidades, se encuentra Durango. Ese escenario cada vez se hace más sólido y, damos por hecho, que muy pronto habrá alternancia en aquel territorio del norte.

Hay manera de ir adelantado, entonces, una lectura predecible a estas alturas de la fase previa. Es un hecho o más bien, una situación nítida porque Morena llega con grandes expectativas de crecimiento, en cambio, los partidos tradicionales van en franca decadencia.

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De hecho, diversos sondeos colocan a Morena con una estimación previa de 2 votos a 1 a favor del partido guinda; una distancia que parece inalcanzable, máxime cuando el lopezobradorismo vive su mejor momento político en el país.

Y si a eso le sumamos la gran decepción administrativa de José Rosas Aispuro, actual gobernador de la entidad de Durango, crece la expectativa. De hecho, en este último tramo el jefe del ejecutivo estatal enfrenta una de sus peores momentos antes de cerrar su gestión. Se habla de un déficit financiero que empeoró en su endeudamiento.

Entonces, con una administración cuesta abajo y con todos los pronósticos a su favor— Morena parece que encuentra la llave de acceso para terminar con una fase hegemónica del PRI y una sola alternancia del PAN que, con el paso del tiempo, cada vez se desdibuja más como partido.

En medio de todo ello, ni la propia suma de alianzas lograría, al menos en este instante, hacerle competencia a Morena que, parece, se perfila a ganar la gubernatura el próximo año. Con esa lógica a favor, las condiciones están dadas para que Durango viva la alternancia y siga, en el mapa político, extendiendo su dominio como fuerza.

Ante ello, la opinión pública y los especialistas dan fe de los pronósticos anticipados de quienes asumirán el protagonismo en vísperas de la elección interna. Se habla de Gonzalo Yáñez, Manuel Espino, Alma Marina, no obstante, los sabedores dicen que la pelea estará entre José Ramón Enríquez y Lilia Margarita Valdez Martínez, lo cual coincido completamente, ambos, poderosamente favoritos para encabezar a Morena en la boleta del 2022.

Uno de ellos será quien vivirá el instante culminante y se convertirá, de acuerdo con la lógica de los hechos, en el próximo gobernador o gobernadora constitucional llegado el momento. Ambos traen buen nivel político; han tenido en sus manos grandes momentos y desafíos para la consolidación de un número sustancial de Reformas Constitucionales. Son eficientes.

Por ello, los vientos soplan a favor de Morena que, para fortuna, tiene buenos aspirantes desde uno de los bastiones más influyentes del país: el Senado de la República, donde hasta hace poco salieron la mayoría de candidatos que ahora son gobernadores de sus estados.