Paola Schietekat es una talentosa joven que fue becada para estudiar en Oxford. Politóloga y economista logró un empleo como científica social conductual en Qatar, en el Comité Organizador del Mundial de Futbol 2022.
Reside en Doha, donde impera la ley islámica sharía que es particularmente estricta y conservadora. Paola fue víctima de una agresión sexual: un hombre latino irrumpió en su hogar mientras ella dormía, tratando de violentarla. Ella se despertó y quiso defenderse, quedando herida con moretones y golpes. Antes de presentar una denuncia formal, se preparó. Así, acudió a la policía para interponer la denuncia en compañía del cónsul de México en Qatar, Luis Ancona; sin embargo, la interrogaron en árabe, idioma que el cónsul desconocía. Es decir, el cónsul no estaba preparado para atender una situación como esta.
Qué gran absurdo. Según la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares las embajadas y consulados tienen la obligación de notificar a personas mexicanas detenidas sobre sus derechos, brindar protección consular y garantizar el cumplimiento de las formalidades esenciales de procedimiento. Pero Paola tuvo la muy grave situación de que ni el cónsul ni la embajadora sabían hablar árabe. ¿Por qué no contrataron traductores? Por negligencia, por irresponsabilidad.
La SRE de Marcelo Ebrard, de plano, no envía a profesionales a representar a México en el extranjero; por lo visto, los nombramientos de Ebrard recaen solo en gente buena para nada.
Paola Schietekat fue citada a comparecer frente a su agresor durante un turno en el que las autoridades cataríes hablaban únicamente árabe jurídico, en términos que ella no comprendía. A pesar de conocer un poco del idioma local, no pudo defenderse con propiedad y pasó de víctima a victimaria.
Qatar comenzó a investigarla (y tratarla) como si hubiese delinquido, pues en ese país las relaciones fuera del matrimonio son consideradas un delito que amerita la sanción de 100 latigazos y 7 años de prisión.
La primera atribución de un agente consular es, justamente, la protección de los nacionales del Estado que lo envía y en este caso, falló la Secretaría de Relaciones Exteriores encabezada por Marcelo Ebrard. Desde la barrera del idioma hasta el desconocimiento sobre la ley sharía, Paola tuvo quesalir huyendo con ayuda de Human Rights Watch.
En ese mundo al revés que Paola enfrenta en soledad, sin apoyo de la embajada y sin dinero para pagar una defensa en Qatar, la corte criminal absolvió a su agresor, la mantiene acusada por una relación fuera del matrimonio ignorando sus dictámenes médicos, la violentaron al solicitarle una “prueba de virginidad” y además, enfrenta una respuesta hostil por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores que, prácticamente, la responsabiliza por haber sido agredida sexualmente, por haber decidido denunciar, por no haberse casado con su agresor y por no “ajustarse” a la ley de Qatar.
La audiencia final será el 6 de marzo y aunque Paola Schietekat busca ayuda para que los cargos sean retirados y pueda regresar a Qatar para retomar su trabajo, parece que la SRE de Ebrard no tiene interés en respaldarla.
Lo más escalofriante: México es uno de los países con más boletos comprados para el Mundial 2022 en Qatar. Con esa representación consular es inimaginable lo que podría esperar para las mujeres en caso de que sean víctimas de una agresión por parte de alguien con quien no estén “en matrimonio”.