En el acto de inauguración del AIFA, se pudo ver a los empresarios de “la mafia del poder” tragándose sus palabras para aplaudir a AMLO y brindar un apoyo total a una obra sobre la que pesan grandes dudas sobre su funcionamiento.
El apoyo cuesta caro
Empezando por el empresario más rico de México y, hasta no hace mucho tiempo, del mundo, el dueño del Grupo Carso, el ingeniero Carlos Slim, quien fuera uno de los mayores defensores del NAIM.
En abril de 2018, en medio de las campañas electorales, Carlos Slim convocó a una conferencia de prensa donde dijo, refiriéndose al malogrado proyecto:
“En mi vida he visto un proyecto que pueda tener tanto impacto económico en un área como lo es el nuevo aeropuerto. Es un gran detonador, sólo puede compararse con el Canal de Panamá”.
Carlos Slim
Mencionó también que, de existir irregularidades, deberían castigarse, pero no suspender la obra, porque de cancelarse, se cancelaría la mejor alternativa.
Slim también esgrimió los mismos argumentos de organizaciones aeronáuticas internacionales con respecto al error de hacer convivir los dos aeropuertos:
“Trabajar los dos aeropuertos tiene problemas técnicos de la seguridad de los vuelos, entonces lo que harían sería alargar los minutos entre un avión y otro al doble ya ven que son tres minuto y pico y llevarlo a siete minutos o algo así o ponerle horarios alternos a uno y al otro, o sea que es una solución un poco parchada”.
Carlos Slim
Slim siempre mantuvo una postura a favor del NAIM, incluso, poco antes de que se anunciara su cancelación definitiva, envió una carta personal al presidente en la que ofreció asumir los costos del proyecto de Texcoco si se entregaba a la iniciativa privada, pero, como ya vimos, AMLO se negó.
Poco después de que fuera entregada la famosa carta, AMLO y Slim se reunieron y todo quedó en santa paz, al grado de que en la inauguración apoteótica del AIFA, a Slim se le olvidó todo lo que había dicho del NAIM y de la propuesta de AMLO para señalar lo mismo que antes decía de NAIM, pero ahora para referirse al AIFA:
“Es una construcción espectacular, en un tiempo extraordinario. Se necesitan ver los intereses de México, y las políticas que benefician a México y las inversiones importantes para México y la generación de empleo y de trabajo”.
Carlos Slim
¿Cuántos contratos, concesiones y proyectos tuvo que dar AMLO a Slim para que cambiara de opinión? Actualmente se dice que ya recibió más de lo que le dio Salinas con la transacción de Telmex, aún cuando se decía que Slim era el prestanombres del innombrable.
Los Salinistas
Pero no fue el único empresario que acudió a aplaudir la obra-capricho de AMLO, también estuvo el heredero del Grupo Atlacomulco, Carlos Hank González, quien el día de ayer, apenas un día después de acudir a respaldar el evento del presidente, anunció el inicio de una campaña para adquirir Banamex, bajo el slogan de que el banco sea para los mexicanos.
En plena sincronía, AMLO anunció en su mañanera que su gobierno, o sea él, quiere que sean mexicanos los que adquieran Banamex.
Otros empresarios que fueron aplaudir -y quizá a buscar algunos contratos más- fueron Miguel Rincón, dueño de Biopapel y compadre de AMLO; Fernando Landeros, de la Fundación Teletón y Eduardo Tircio, de Grupo Lala, quien probablemente acudió para limar asperezas con el mandatario.
Lame suelas
No fueron los únicos, por motivos diferentes que los empresarios, pero en el mismo sentido, asistieron los gobernadores priistas del Estado de México, Alfredo del Mazo y de Hidalgo, Omar Fayad, quienes en su momento al igual que Slim, defendieron el NAIM a capa y espada, pero ahora hacen exactamente lo mismo con el AIFA, todo gracias a quién sabe que inconfesables acuerdos con AMLO.
Quien quizá dio en el clavo a la hora de dar su discurso, fue la regenta, Claudia Sheinbaum, al afirmar que el AIFA muestra “la esencia” de la 4T y en efecto, porque es precisamente el AIFA donde mejor se conjugan los intereses políticos y económicos del poder que encarna AMLO.
Habrá que esperar al final del mandato de Andrés, en 2024, para saber qué pasará con estos empresarios, ¿mantendrán el monopolio que les regaló AMLO en muchos sectores? ¿Apoyarán financieramente al próximo gobernante con tal de no perder sus privilegios?
Al final a AMLO le pasará lo que dicen de los reyes de Francia: “el rey ha muerto, viva el rey”.