Ayer, en conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente López Obrador avaló la propuesta de debate en la víspera de la selección del candidato de Morena. De hecho, se inclinó por el ejercicio al ser un espacio plural y democrático para expresar las visiones y planteamientos de cara a la transición que viviremos en 2024.
Será, en su momento, una coyuntura clave para demostrar la capacidad que posee cada uno de los aspirantes de Morena que buscan suceder al presidente Obrador. No sabemos cuándo será, pero sería importante que la propia dirigencia del partido guinda trace mecanismos claros y transparentes. En otras palabras, que muestren condiciones equitativas para que todos aquellos qué -legítimamente- buscan participar lo realicen sin ningún temor a vivir la indiferencia o la segregación.
El punto es que, en ese ejercicio, necesariamente tienen que estar presentes los cuatro aspirantes presidenciales de Morena. Es sencillo: tanto Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto y Ricardo Monreal deben estar contemplados en el debate que se realizará en la previa del proceso de selección del candidato.
Con ello, no deben tener inconveniente ni pasar por alto a ningún perfil de lo contrario reforzaremos la teoría de qué hay favoritismos, pero también exclusión al negar la posibilidad a quien no tengan contemplado pues algunos seguimos creyendo que, hasta este momento, los dados están cargados a favor de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Sin embargo, ojalá privilegien la apertura a la democracia para que cada uno de los aspirantes presidenciales muestre sus planteamientos y propuestas a fin de seguir profundizando las políticas públicas del país que, por cierto, siguen siendo mayúsculas. Entonces, retomando la propuesta de debate de Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard, el presidente ve con buenos ojos esa posibilidad porque -de ahí- la sociedad puede ir reconsiderando su decisión de cara al proceso electoral.
Por esa razón, el debate puede marcar un punto coyuntural y una diferencia para mover la perspectiva estratégica que han sembrado grupos afines a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México. No pueden seguir negando lo que a todas luces se nota; hay una campaña masiva fuera de la Ley a favor de Sheinbaum que curiosamente apareció de la noche a la mañana. Sabemos que se hacen los desentendidos, incluso hasta se victimizan, no obstante, hay muchos activistas y hasta funcionarios que coordinan esa tarea.
Resulta que, esa situación, sí ha favorecido la imagen de Sheinbaum porque -el esquema de propaganda abundante- está descarado por todo el territorio nacional siendo que, los tiempos que marca la norma electoral, no son todavía oficiales. Sin embargo, le han sacado provecho a cada una de sus giras con el pretexto de ir a dar conferencias.
Pero llegará el instante crucial para demostrar la capacidad y sagacidad política en los debates. Ese será, para tomar una determinación, el factor clave de la propia población civil que calificará el desempeño una vez que llegue el momento porque esto influirá para poder cambiar de opinión o mantenerla. Por ello, se espera que los cuatro aspirantes presidenciales estén presentes el día y la hora que establezcan para escuchar y ver el esquema de propuesta de cada uno.
Qué atractivo sería ver a Ricardo Monreal contrastar propuestas con Claudia Sheinbaum. Sabemos de la habilidad comprobada del zacatecano, incluso ante el propio clima adverso. Sino pregunten al delegado de Bienestar en Hidalgo que lo silenció con categoría y sagacidad. A raíz de ello, valdrá la pena la espera mientras definen la hora y fecha, eso sí, tendrán que estar los cuatro aspirantes de Morena para que la dinámica sea atractiva, pero también para demostrar que hay voluntad de garantizar piso parejo.
Si esto no es así, la militancia de Morena tendrá que resignarse -que no creo- al dedazo porque se consumará el favoritismo del que tanto hemos hecho énfasis. Ojalá que no. Sería una pena y una gran decepción que una corcholata sea impulsada desde el oficialismo.
Al país le conviene un perfil capacitado y experimentado capaz de llevar a buen puerto la política de estado. Por ello, y para un ejercicio puntual, queremos ver un debate serio y sin ningún sesgo a favor de alguna corcholata. Algo así como un espacio plural organizado por el partido, pero con un moderador apartidista que demuestre sapiencia para conducir el ejercicio.
Mientras tanto vayan contemplando a todos los aspirantes presidenciales que -por cierto- son cuatro sí es que hay democracia interna en su partido. Ellos son: Marcelo Ebrard, Adán Augusto, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal.
Notas finales
Los grandes temas o los asuntos más dominantes de la agenda fluyen desde el legislativo federal, en especial de la Cámara Alta por el interés que nace de conocer qué pasará con la minuta que llegó en relación al tema electoral. Por ello, el Senado de la República actuará con serenidad y buen juicio; es una decisión, será una discusión racional, inteligente. Se cuidará el procedimiento legal, el procedimiento ordinario. No habrá atropellamiento, no habrá esto llamado vía rápida y también van a imprimirle el mayor análisis, cuidado en la deliberación y a procurar, sean escuchados todos los grupos parlamentarios, todas las voces y votar en consciencia sobre el contenido de estas cuatro leyes, así lo aseguró Ricardo Monreal en conferencia de ayer.
Y por supuesto no podía faltar la pregunta expresa sobre el tema de Morena y el 2024. Dijo que no ha existido algún tipo de ofrecimiento en Palacio Nacional, ni tampoco una propuesta del contrapeso. Lo que es un hecho es que luchará por ser el Presidente de la República, quien suceda al presidente López Obrador. “No he hablado de ningún otro escenario, ni tampoco estoy buscando puestos de consuelo, ni tampoco reacomodo personal. Formo parte de un equipo, y ese equipo en el país habrá de decidir en su momento. Pero no hay nada. Tengo ya algunos meses que no hablo con el presidente y no suele enviarme mensajes de esa naturaleza con nadie”, finalizó.