Sonora Power
De súbito Sonora se colocó en el centro de las miradas de todos, y es que los osados planes de desarrollo que se han concebido para mi estado a partir de la gestión de Alfonso Durazo Montaño además de traer entusiasmado al gobierno de la “Cuarta Transformación” ya logró llamar la atención del gobierno de los Estados Unidos.
Los planes que ya son conocidos, constan de construir una primer planta solar que es el modelo base para impulsar la construcción de 5 más, con capacidades extraordinarias en la generación de energía a partir de fuentes llamadas renovables.
Las inversiones son de enormes proporciones, ya mucho se habló del primer proyecto actualmente en desarrollo que tiene un valor de 32 mil millones de pesos (1 mil 600 millones de dólares) y que se encuentra en su fase 2 de construcción, para lo que se invierten hoy en día 16 mil millones de pesos.
Si pensamos en multiplicar ese proyecto por 5, las matemáticas ubican a Sonora con la captación de algunos de los mayores proyectos de inversión pública y privada de la historia, solo equivalentes a las grandes obras de infraestructura de la refinería de 2 Bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles en Santa Lucía y el Corredor Transítsmico.
Pero habrá que agregar las 2 plantas de licuefacción de gas natural que se plantea construir en Puerto Libertad y Guaymas.
Y claro toda la infraestructura relacionada al relanzamiento del Hub Logístico Guaymas, que incluye la modernización del puerto, un corredor fiscal a Nogales y un corredor carretero que conecte a Chihuahua, además de la modernización de los aeropuertos de Guaymas y Ciudad Obregón y los puertos fronterizos de Nogales, San Luis Río Colorado, Agua Prieta, Sonoyta, Naco y el Sásabe.
Todas son obras multimillonarias que suponen el relanzamiento de mi estado.
Es decir los sonorenses logramos ya el cometido de poner a Sonora como prioridad estratégica en materia de desarrollo económico nacional.
Esta visión tendrá un momento cumbre esta misma semana, con la visita del encargado de la Casa Blanca para efectos del cambio climático John Kerry, que estará justamente en Hermosillo, a fin de conocer de primera mano el llamado “Plan de Energía Sonora”, donde se incluyen las centrales solares, una gran planta de respaldo y las plantas para comprimir el gas natural.
La esencia de ese plan es aprovechar 3 condiciones de Sonora, la abundancia del recurso base que es la luz del sol (intensa además), la enormidad del territorio estatal y la ubicación geográfica.
Esto como base, ya que hoy en día Sonora es de hecho ya superavitario en su sistema de generación de energía e incorpora los excedentes al sistema eléctrico nacional, de hecho otro de los ejes del plan es conectar la península de Baja California al sistema noroeste; sin embargo a partir de esa necesidad se observa el potencial de exportar parte de esos excedentes al mercado eléctrico de los Estados Unidos.
Esto no es algo inusitado, de hecho los sistemas de California y Baja California están interconectados y el de Sonora y Arizona también, en una suerte de “no break” binacional, que permite operar los sistemas de manera coordinada en caso de emergencias o apagones masivos, que ya se han dado.
La propuesta que el gobierno de López Obrador y por ende el de Alfonso Durazo tienen es incrementar de manera importante la capacidad de generación en Sonora, a partir de la abundante radiación solar, e incorporar ese fluido eléctrico al sistema de la región, de modo que se puedan exportar volúmenes mayores de electricidad ante la creciente demanda de Estados Unidos y en especial aportar el componente de la energía limpia a ese enfoque, que es una de las condicionantes que existen actualmente en el mercado energético.
Adicionalmente está el asunto del gas natural, ya que Sonora cuenta actualmente con 3 gasoductos, el de Agua Prieta, el Gasoducto Sonora y el de Samalayuca-Sásabe y pronto dispondrá de uno más de Yuma a San Luis Río Colorado.
Dichos gasoductos están pensados para abastecer a una red de plantas de ciclo combinado en la región, sin embargo sus capacidades están realmente subutilizadas, por lo que se piensa en utilizar su capacidad de traslado del combustible justamente a Puerto Libertad y Guaymas para ahí construir dos plantas, cada una con valor de inversión de 2 mil millones de dólares.
El plan aquí consiste en exportar ese gas natural comprimido a la región de Asia-Pacifico, a Sudamérica o incluso a Europa, donde sea que ese recurso se necesite, pues las continencias energéticas que vive el mundo, así lo indican.
En otras palabras, la visión de Sonora como ese centro de energía y logística, hace ver enormes posibilidades, para un estado que antes estuvo en el olvido.
Lo dicho, todas las miradas están puestas en Sonora.
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