La soberbia de AMLO al imponer una reforma al poder judicial que deja sin límites la vida pública y las acciones de gobierno, bien puede considerarse como el establecimiento de un régimen, se le puede revertir, no en términos legales como se quisiera, pero sí en el manejo que haga cualquier otro de ese poder infinito.

AMLO no deja de ordenar, de imponer nombramientos; no deja de increpar al vecino del norte, sigue comprometiendo a México con Rusia, Cuba y Venezuela y manteniendo alianza con los grupo criminales, esos, a los que exige que se refieran con respeto y a los que afirma, les debe de garantizar sus derechos humanos.

La región

Por donde se vea, la relación con Estados Unidos es determinante, somos sus vecinos y aliados comerciales y políticos. EU busca proteger sus intereses y quizá no vean tan peligrosa como parece la reforma al poder Judicial, por eso de una u otra forma permitieron que avanzara. En países con debilidades democráticas prefieren tratar con una sola persona, estimulando en ocasiones regímenes cuasi dictatoriales, como sucedía en la década de los sesenta y setenta cuando promovían golpes de Estado para tener una relación de dependencia, como en Chile, Brasil, Argentina Uruguay, Paraguay.

En el caso de México no fue necesario, con el PRI como partido “hegemónico” se negociaba la agenda bilateral, regional y los controles se mantenían a través de un presidente poderosísimo que actuaba con atribuciones “metaconstitucionales”.

A su llegada, AMLO con su visión bananera del mundo y de México, decidió jugar con su aliado comercial y político para favorecer a los enemigos de la región. Consolidó alianzas con Rusia, China, Cuba, Bolivia, Venezuela y Nicaragua. Permitió que en nuestro país operaran espías rusos y mostró apoyo a las dictaduras de Cuba, Venezuela y otros más de la región.

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El usufructo del poder

¿Es posible que AMLO y sus súbditos no alcancen a dimensionar que el poder demencial que construyeron en torno a una persona será para Claudia Sheinbaum?

Esta historia ya se vivió en México, cuando Lázaro Cárdenas tomó posesión como presidente y rompió con el creador del Maximato, Plutarco Elías Calles quien, cuando entregó el país a Cárdenas, manejaba todos los hilos, controlaba el Congreso y el poder judicial e impuso a la mayoría de su gabinete, pero todos los callistas nombrados duraron seis meses en sus cargos, Cárdenas cambió a los secretarios de gobernación, relaciones exteriores, hacienda, guerra y marina, economía, agricultura, comunicaciones y transportes, educación, trabajo, salud y al jefe del departamento del Distrito Federal.

La situación era un tanto similar a la de ahora, estaba por estallar la Segunda Guerra Mundial, Calles coqueteaba con Alemania y le vendía petróleo. En estos momentos las cosas no son tan diferentes, el mundo está convulsionado, a punto de la guerra y AMLO coquetea con Rusia y China, los enemigos de EU y de México.

En el poder, Cárdenas restableció la relación con Estados Unidos y se sentaron las bases del desarrollo del país, México se institucionalizó y se logró una relación más estructurada y conveniente para ambas naciones.

La agenda bilateral

Independientemente de quién gane la elección en Estados Unidos, sea Kamala Harris o Donald Trump, la idea estrabajar de manera conjunta.

Existe una agenda muy amplia y delicada como la renegociación del T-MEC; temas migratorios, de seguridad y combate al narcotráfico y dos temas vitales, la energía y el cambio climático.

Quizá se podría utilizar todo el poder que le están heredando a Sheinbaum para construir las bases de un México mejor y no para el empoderamiento, la corrupción y la represión.

Ya tiene a sus equipos trabajando en temas de seguridad con Omar García Harfuch, en economía y revisión del T-MEC con Marcelo Ebrard, muy diferente al infame y corrupto Jesús Seade; en energía con Luz Elena González, para impulsar el desarrollo energético del país, e inclusive, con el apoyo de personajes como Jorge Islas, para la integración energética con Estados Unidos; en relaciones internacionales con el Dr. Juan Ramón de la Fuente, sin las cartas mal redactas de Jesús Ramírez, o los osos diplomáticos; en hacienda Rogelio Ramírez de la O, que tendrá un manejo de la economía mucho más estructural y retomará los fundamentos económicos que dieron estabilidad macroeconómica al país.

Todo estos cambios impulsados por AMLO, serán lo que podrá llevar a la barandilla al grupo de delincuentes que entregaron el país a los intereses más perversos y peligrosos. En el pecado llevará la penitencia.

X: @diaz_manuel