Como cada temporada alta, la invernal trae aparejado caos en las terminales aéreas, y es el pan de cada día. Por eso no debe asombrarnos que en estas fechas se planeen “huelgas”, que pondrían de cabeza (aún más) a los usuarios de las líneas aéreas en Europa.
Han emplazado a huelga tanto el Sindicato Unión General de Trabajadoras y Trabajadores de España (UGT) como la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO). También lo han hecho los representantes de la línea aérea Iberia, por una negociación que mantienen en torno a un conflicto que se derivó de la pérdida de la facultad de operar los servicios de tierra dentro del grupo International Airlines Group (IAG).
Contexto vertiginoso: IAG surge gracias a la fusión de British Airways, Vueling, Aer Lingus, Level e Iberia y es una holding o tenedora. El conflicto se presenta cuando Aena, la empresa pública española que gestiona los aeropuertos de interés general en España, no le otorga las licencias al personal de tierra de Iberia en 8 de los aeropuertos que administra y en consecuencia, los trabajadores no pueden darle servicio a ninguno de los vuelos de IAG.
Por eso han emplazado el estallamiento para el 29 de este mes. Por supuesto que un paro de actividades en vísperas del año nuevo sería caótico. Según el diario El País, el esquema de huelgas está programado de la siguiente manera:
“La huelga de 24 horas está convocada por los sindicatos UGT y CCOO para los días 29, 30 y 31 de diciembre y 1, 4, 5, 6 y 7 de enero. Están llamados a secundar los paros los 8000 trabajadores de Iberia Airport Services, la filial de la aerolínea que presta sus servicios en tierra, entre ellos, el traslado de pasajeros, carga y recogida de equipajes, y servicios de rampa a los aviones.”
Y hay que ser muy puntuales, en España las fiestas navideñas son una gran celebración, que se junta con el día de los Reyes Magos -o cómo ellos les llaman “Sus majestades”-, finalmente es una monarquía que utiliza los símbolos de la cristiandad a manera de reforzamiento para la aceptación de su aristocracia.
Esos días son los más ajetreados en la península Ibérica; quien haya viajado o vivido en esas épocas sabrá que todo está lleno, y que la gente suele viajar para reunirse con sus seres queridos, por lo que una huelga no se vería nada prometedor para quienes planean usar avión como medio de transporte.
Además de realizar esta protesta o paro de operaciones en los 8 aeropuertos que maneja Aena, también se verían afectados alrededor de 29 aeropuertos más, y eso incluye a los que tienen un alto tráfico, como el de Barajas en Madrid, el Prat en Barcelona, incluso los de Bilbao, Tenerife, Palma de Mallorca, Sevilla, Alicante o Valencia, por solo nombrar algunos.
Por su parte la empresa Iberia ha hecho un llamado a los sindicatos para que desistan de su idea de estallar una huelga en plena temporada vacacional. El diario El Mundo recoge la siguiente declaración: “…daña irreparablemente el derecho a las vacaciones y a la reunificación de familias y amigos en fechas tan señaladas y lo hace, en este caso, de manera irresponsable y carente de sentido”.
Finalmente, la clase trabajadora y los sindicatos están denunciando que sus agremiados se han quedado fuera de la jugada al no otorgarles la licencia para operar, y en cambio en su lugar estarán ofreciendo los servicios terrestres compañías trasnacionales como Aviapartner, Groundfource, Swissport o Menzies; estas últimas dos también dan servicio en los aeropuertos mexicanos.
Anteriormente, las aerolíneas tradicionales tenían contemplados todos los puestos de su cadena de producción (por llamarla de alguna manera), desde los administrativos, hasta los operativos, como personal de tráfico, tierra, tripulaciones, operaciones, despachadores, trabajadores generales, señaleros, etc.
En la actualidad, y en aras de reducir los costos en la operación de una aerolínea, muchos de los servicios que se requieren son contratados a terceros, desde Call Centers, (para venta de boletos, agencia de viajes, reservaciones, etc.) como el servicio terrestre. Así es que existen empresas como Menzies o Swissport, que dan atención a las líneas aéreas en ciertos aeropuertos.
Como lo que acaba de suceder en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA): los militares descubrieron que estaban introduciendo mercancía ilegal y que los responsables habían sido los trabajadores de Menzies, y no lo pensaron dos veces: les rescindieron el contrato para operar en dicha terminal aeroportuaria y de inmediato contrataron a Swissport para que diera el servicio.
El conflicto actual en España es porque en el mes de septiembre los trabajadores de tierra de Iberia perdieron la adjudicación que da Aena para su red de aeropuertos. Estamos hablando de una afectación de alrededor de más de 3 mil trabajadores que de golpe y porrazo se han quedado sin empleo. Lo que les dicen es que pueden aplicar con las nuevas empresas que darán servicio a los aeropuertos gestionados por Aena, y esa es justamente la respuesta que los sindicatos no quieren.
Según lo que han manifestado en distintos medios de comunicación, ellos temen que esta subrogación de los servicios, que en México dejamos de llamar outsourcing para decirle de manera elegante “Prestadoras de Servicios Especializados u Obras Especializadas”, sea el principio de la pérdida de los derechos, tanto laborales como salariales; y que esto represente la puerta de entrada a un recorte por parte de Iberia, pues a la postre será personal que “sale sobrando”.
Pero por si este asunto no fuera dramático, hay que sumarle las tensiones entre el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) y los Servicios Aeronáuticos de Control y Navegación, SL (SAERCO) en el aeropuerto de Lanzarote. Como se recoge en diarios de circulación nacional en España. El CCOO “desmiente rotundamente que haya avances en la negociación del IV convenio colectivo de empresas proveedoras civiles privadas de tránsito aéreo de mercado liberalizado y sujeto a régimen concesional. SAERCO no solo no está en pro de llegar a un acuerdo, sino que dilata la negociación colectiva que, a día de hoy, sin previsión de acuerdo en el corto / medio plazo, se alargan a más de 18 meses”.
Observemos: sus proveedores de servicios de navegación aérea son privados, esto es, lo manejan particulares, y lo que pretende la parte sindical es que rescindan el contrato que tienen con Aena, ante la incapacidad de SAERCO de asegurar los salarios y las condiciones laborales.
Porque la parte sindical (CCOO) asevera que no tolerará “el abuso al que se está sometiendo a los trabajadores, así como el deterioro de sus condiciones laborales, asegurando todas las acciones legales y sindicales necesarias para detener este atropello”, como recoge el medio Biosfera Digital. En pocas palabras esto significa que pueden irse a huelga.
En pleno diciembre y coincidiendo con la huelga del personal de tierra de Iberia, ya veremos si las autoridades españolas logran mediar entre las empresas y los sindicatos, y pueden llegar a un acuerdo que impida el estallamiento de huelga, y así evitar que se desate el caos en los aeropuertos españoles.