La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) llevará a cabo el próximo mes de febrero la Revisión Universal de Seguridad (USOAP por sus siglas en inglés) la cual es en realidad, para mayor claridad de los lectores, una auditoría que revisa que el país auditado cumpla con las directrices planteadas en los 19 anexos de la OACI. La finalidad primigenia es la de mantener los sistemas de vigilancia y seguridad operacional funcionando de manera eficaz en la industria aeronáutica.

Recordemos que la aviación de nuestro país fue degradada a categoría 2 por incumplimientos diversos a los compromisos hechos por nuestro país tras la primera degradación, allá por el lejano 2010. Ante tal situación, la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés), no tuvo más remedio que degradarnos de nueva cuenta, y no fue hasta que se resolvieron de forma satisfactoria todos los puntos, que la aviación de nuestro país regresó a la categoría 1.

Por tal motivo, la evaluación de la OACI tuvo que ser prorrogada, y por fin se llevará a cabo este año. Cabe aclarar que esta evaluación no es para las líneas aéreas del país, sino para todos los organismos que están relacionados con la aviación, y no solo a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), como sucede cuando hablamos de la categoría 1.

A principios de este año, el Diario Oficial de la Federación publicó la “RESPUESTA a los comentarios al Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-064-SCT3-2021, que establece las especificaciones del Sistema de Gestión de la Seguridad Operacional (SMS: Safety Management System), publicado el 15 de noviembre de 2022.”

Justamente la OACI va a verificar que como país estemos cumpliendo con sus 19 anexos, y este “Proyecto” versa sobre que “fueron estudiados, discutidos y resueltos por los integrantes del Comité Consultivo Nacional de Normalización de Transporte Aéreo (CCNN-TA), en sesión extraordinaria el 01 de agosto de 2023, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 35 fracciones V, VI, VII y TERCERO TRANSITORIO de la Ley de Infraestructura de la Calidad, [con lo que] se da respuesta a los mismos en los términos de la siguiente tabla…”

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En ella señalan que está “parcialmente aceptada” y que se realizaron los cambios propuestos en el proyecto de “Sistema de Gestión Operacional de la Seguridad Operacional”. Esto va de la mano con las modificaciones se que hicieron a la Ley de Aviación Civil y la Ley de Aeropuertos, que a su vez fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación en mayo del 2023.

"Aeropuerto Internacional de Tulum, Felipe Carrillo Puerto”

Ahora, por muy interesantes que puedan ser estos tecnicismos, quiero que hablemos de cómo van a usar este tema para golpear a la 4T, porque finalmente, no es que la oposición esté interesada en los temas aeronáuticos, a menos de que les sirvan de capital político.

Ya dijo la candidata del frente opositor que va a retomar la “reconstrucción” del NAIM, por eso lo sendos reportajes que han hecho al respecto, sobre el TUA, y que si este se ha desviado., pero nadie dice que justo el TUA es un dinero que se jinetean todas las aerolíneas, tanto nacionales como extranjeras, y que cobrarlo para que entren a las arcas del país es un reverendo suplicio.

Por eso, antes de que empiecen, los invito a que veamos cómo van a usar el tema de la auditoría de la OACI, para señalar lo que -desde su punto de vista- está mal con la aviación civil del país.

Empezando por la nueva Aerolínea del Estado Mexicano, conocida ahora como Mexicana de Aviación. Por cierto, que acaba de incorporar un nuevo equipo a su flota (digo, aprovechando el espacio), un B737-800NG, con el que tienen proyectado abrir más rutas para el mes de febrero.

Otro tema que saldrá a relucir es que la línea aérea es manejada por militares, y que eso es contrario a la aviación civil, ergo la OACI nos va a reprobar, ya que la aviación civil no puede ser controlada por militares. Y ya encarrerados, pues también le toca su evaluación a los aeropuertos. Y varios de estos están siendo gestionados y administrados por militares.

Inevitablemente en las próximas semanas veremos este tipo de alegatos, pero por ahora centrémonos en la auditoría. Deben ustedes saber que se lleva a cabo cada 10 años, y que para abarcar los 19 anexos de la OACI, se analizan 8 puntos:

  • Operaciones
  • Licencias
  • Legislación
  • Organización
  • Aeródromos
  • Investigación de Accidentes
  • Aeronavegabilidad
  • Servicios a la Navegación Aérea.

La última vez que la OACI nos auditó fue en 2012, y el país consiguió una calificación de 85.06 sobre 100. Podemos decir que el 8 de calificación nos habla de que en ese momento México cumplía con los estándares de implementación de la OACI en un 70%, pues la media fue de 71.28. Esto es, en aquella ocasión quedamos por debajo del promedio respecto a la calificación de los otros países.

De todos los rubros, quizá el eslabón más débil siga siendo “licencias”. El día de hoy los tripulantes y trabajadores aeronáuticos siguen padeciendo el patético hecho de que solamente se tenga una impresora para la emisión de los plásticos, y no se esté buscando la digitalización del documento.

Los otros puntos, en realidad fueron ya subsanados con las auditorías para el regreso a la categoría 1. Sin embargo el tema de las licencias es el pan nuestro de cada día en la aviación. No exagero cuando digo que todos los días hay quejas al respecto.

Un aliciente es que -por lo menos- en el tema de los exámenes médicos y las citas, el proceso se ha agilizado un poco, pero todavía falta mucho para poder decir que es “óptimo”; sin embargo en el caso de las licencias, las cosas siguen exactamente igual; y yo sigo sin dar crédito del tiempo que lleva tramitarla.

Y es que tengo mi propia experiencia: en mis tiempos (frase que ya me permiten mis canas) normalmente me tardaba 24 horas, máximo 48 en sacar mi licencia, y sin que existieran los trámites en línea, ni los equipos para automatizar y digitalizar el proceso.

Ahora escucho que mis compañeros llevan más de 6 meses y siguen sin liberarles la licencia, con todas las nefastas consecuencias que eso conlleva. Por tal motivo, y ante la próxima auditoría de la OACI, sería por demás prudente digitalizar la licencia del personal aeronáutico, para que no se tenga que depender de un plástico y una (literal) impresora, que sirve un día, pero al otro no.

Desde mi percepción, ese es nuestro talón de Aquiles, al mismo tiempo que representa una gran oportunidad para la modernización de la oficina de licencias. Se sienten las condiciones para que sea una realidad, y dicho sea de paso, serviría para cumplir con la auditoría de la OACI.

La OACI recientemente (2022) hizo pública una herramienta para la verificación de las “Licencias Personales Electrónicas (EPL)” para todo el personal de vuelo: desde las tripulaciones (pilotos y sobrecargos), operaciones, controladores aéreos y mantenimiento -por nombrar algunos-, las cuales sirven de manera alterna a las licencias en plástico.

No por algo las licencias están en el Anexo 1, porque son sumamente importantes para garantizar la seguridad aérea, tal y como lo ellos mismos lo describen en su página:

“Las normas y métodos recomendados para el otorgamiento de licencias al personal fueron adoptadas inicialmente por el Consejo el 14 de abril de 1948 de acuerdo con lo dispuesto en el Artículo 37 del Convenio sobre Aviación Civil Internacional (Chicago, 1944), con la designación de Anexo 1 al Convenio, y comenzaron a surtir efecto el 15 de septiembre de 1948… Toda especificación de características físicas, configuración, material, performance, personal o procedimiento, cuya aplicación uniforme se considera conveniente por razones de seguridad, regularidad o eficiencia de la navegación aérea internacional, y a la cual, de acuerdo con el Convenio, tratarán de ajustarse los Estados contratantes.”

OACI

Estaremos, pues, atentos a esta nueva auditoría de la OACI, y espero que nos vaya bien. Ojalá se aprieten las tuercas correctas en los sitios adecuados, porque nos merecemos una aviación segura y eficiente, que esté a la altura de los retos que la industria nos pone día a día. Invito desde ya a la oposición a revisar con lupa toda la información al respecto. Ahí hay mucha tela de dónde cortar para sacar propuestas, y hacerlo mejor de lo que puede estar haciéndolo el gobierno actual. Por ejemplo, si sacamos de su marasmo a la oficina de licencias, gana el país entero, no solo los partidos políticos.