En la lucha por el poder, de cara a las elecciones del 2 de junio, es preciso señalar la obstinación por intervenir en la credibilidad y confianza del proceso de gobernanza bajo la retórica de que se puede influir en la decisión del pueblo.
En este sentido, con artimañas y el uso de recursos económicos se busca imponer en los mexicanos una visión que manipule su conducta con miras a conseguir una reconfiguración política.
Hay varias vertientes que en ese fenómeno se juegan y aquí me ocuparé de algunos sucesos relevantes, escandalosos y hasta curiosos que han tenido lugar en solo 15 días que llevamos de campañas por la Presidencia.
Relevante, la convocatoria de la Iglesia católica en un país laico
Un hecho importante tiene que ver con el papel de la Iglesia católica en la política y su “Compromiso Nacional por la Paz: Estrategias de Política Pública para la Paz”, que firmaron el candidato y las candidatas el pasado 11 de marzo.
Aunque parece loable la intención de la institución religiosa al conminar a quienes buscan la Presidencia a que se comprometan por la paz y el combate a la criminalidad, su postura es muy parecida a la de la oposición al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La convocatoria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se centra en la inseguridad, que si bien es un tema pendiente en el actual régimen, también es usado por PAN, PRI y PRD como discurso político para infundir miedo y desesperanza en la sociedad y crear el panorama de que la situación de violencia en el país está incontrolable por lo que es necesario un cambio de gobierno, aunque ello conlleve medidas violatorias de los derechos humanos.
Pero el papel del CEM no alcanza las dimensiones esperadas: Si bien, de acuerdo con datos del INEGI, la mayoría de los mexicanos se dice católico, la Iglesia debe saber que ya existe una conciencia en separar la religión de la política en el entendido de vivir en un país laico, por lo que es poco el control que tiene la jerarquía católica sobre los feligreses en lo referente a elecciones, mas que el simple llamado a salir a votar.
¡Escándalo por la injerencia política desde España!
Otro caso que llama la atención es la aparente desesperación de la derecha internacional por mover los hilos en asuntos que competen meramente a los mexicanos. Aquí destaca la diputada del Partido Popular (PP) en España, Cayetana Álvarez de Toledo.
¿Cree la política española que su escandaloso discurso en contra del populismo de izquierdas y sus críticas al gobierno de AMLO, así como halagar a la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, tendrán efecto en la intención del voto de los mexicanos?
El lenguaje pedante, contradictorio y conservador de la marquesa solo exhibió la descabellada ideología de las élites europeas y su evidente y grosero intento de injerencia en la política del país.
Una extranjera tratando de dar lecciones de democracia a los mexicanos en su propio territorio, pero ostentando un título nobiliario como la monarquía española, que a lo largo de la historia se ha caracterizado por no apegarse a los principios constitucionales de igualdad ante la ley ni impulsar a plenitud una equidad de oportunidades.
Cayetana habla a los jóvenes de la violencia en México, pero hace mutis sobre Felipe Calderón (a quien España resguarda desde hace tiempo), quien tuvo como encargado de la seguridad del país a Genaro García Luna, hoy acusado de narcotráfico y corrupción en Estados Unidos.
Sus palabras solo pueden estar dirigidas a ojos ciegos y oídos sordos porque a casi concluir el mandato de AMLO, se ha demostrado que el tabasqueño aún cuenta con el apoyo de la mayoría de los mexicanos, y que en las preferencias electorales sigue Claudia Sheinbaum a la cabeza y con ello la continuación del proyecto de la 4T.
Curioso que quienes han gozado de una plena libertad de expresión ¡pidan piso parejo en medios!
En los medios de comunicación tradicionales: radio, televisión y prensa escrita, recurso económico hay... y mucho... Lo que ya no hay son audiencias.
Cuarenta y seis periodistas, intelectuales y ex funcionarios se unieron para exigir a los medios de comunicación equidad en la cobertura de las elecciones presidenciales tanto en tiempo como en calidad... ¿En serio?
Es curioso que en esa carta de exigencia, publicada esta semana, se encuentran personajes como el historiador Enrique Krauze, señalado por estar detrás de campañas negras financiadas contra AMLO en 2018, con fake news y desinformación como aquello que el mandatario estaba financiado por Rusia. O el ex canciller Jorge G. Castañeda, quien recientemente en el programa “Es la hora de opinar” de Foro TV, en Televisa, sugirió emprender una “guerra sucia pero en serio” en contra de Claudia Sheinbaum. Ellos, además de Macario Schettino, quien ha dado vuelo a noticias falsas sobre el presidente, o Héctor Aguilar Camín, quien insultó a López Obrador en un encuentro virtual que mantuvo con ex compañeros de preparatoria “Grupo Generativo Patria 62″, llamándolo “pendejo” y cuya respuesta por parte del mandatario fue refrendar la libertad de expresión.
Es curioso que en los principales noticieros y mesas de análisis televisivos se puede hablar libremente y entrevistar libremente a los opositores al gobierno, por lo que ¡¿de qué me hablan cuando advierten que la prensa, la radio y la televisión padecen embates que “buscan privilegiar a la candidata del oficialismo en detrimento de la candidata de la o posición”?!
Si bien en los periódicos se manifiesta más la pluralidad de la sociedad mexicana, la televisión y la radio brillan por su fuerte crítica hacia el régimen de AMLO.
En todo caso, habría qué demandarles que revelen a quiénes específicamente les ha sido coartada su libertad de expresión por orden de López Obrador o su equipo.
Será que más bien se están quedando sin audiencia por la crisis en la credibilidad de los grandes medios informativos y cuya consecuencia es la migración hacia entornos más digitales como redes sociales o plataformas de video como TikTok.
El politólogo Javier Treviño destaca en su columna titulada “Las campañas negativas corroen la democracia” un análisis del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, de la Universidad de Oxford, sobre el consumo de noticias en todo el mundo, en 2023.
De acuerdo con el estudio, hay quienes están “agotados por la cantidad de noticias”, mientras que hay quienes aseveran que “las noticias no son confiables y están sesgadas”, en tanto que otros han determinado que “las noticias les deprime el ánimo”.
Treviño refiere en su texto que de 2017 a 2023, “en México, las noticias en línea, como fuente de información, disminuyeron de 91% a 80%; las noticias de televisión pasaron del 65% al 42%; y las impresas de 51% a 20%. Lo malo de todo esto es que el uso de los medios y la participación en las elecciones están estrechamente relacionados”.
Lo que es real y evidente es el desencanto de la sociedad mexicana hacia la oposición, la cual pese a que ha tenido casi 6 años para generar propuestas alternativas a lo que hace la 4T, solo se ha enfocado en sus intereses y planes políticos.
Las tendencias electorales muestran que los errores que ha tenido el gobierno de López Obrador no han sabido ser capitalizados por sus opositores y hoy por hoy siguen enfrentando el fracaso en simpatías y sin tener siquiera una buena crítica hacia el mandato de AMLO que propicie su tan anhelado cambio de poder.