En España llaman goleada a la “gran diferencia de goles por la que un equipo gana a otro” (definición de la RAE). En México, preferimos usar la palabra goliza. Lo que sea, vaya paliza demoscópica la que hoy se han llevado en tres encuestas, de tres medios de comunicación, los rivales de Claudia Sheinbaum.
¿Paliza demoscópica? Esto es, en las encuestas aplicadas para medir preferencias electorales.
Desde hace bastantes semanas, en el tracking diario publicado por SDPNoticias, Claudia Sheinbaum supera a Marcelo Ebrard, por pocos puntos, pero en ningún momento ella ha perdido la ventaja; lo anterior sugiere que la diferencia terminará por ampliarse en forma notable.
Desde luego, en ese estudio de la casa encuestadora MetricsMx, la jefa de gobierno también le gana a Adán Augusto López, con mucha mayor facilidad.
Hoy, una encuesta de El Financiero confirma la ventaja de Claudia que día a día se percibe en los análisis de MetricsMx para SDPnoticias; en los números del encuestador Alejandro Moreno la jefa de gobierno también vence por un ligero margen a Marcelo y por muchísimos puntos a Adán. En las estadísticas del diario de Manuel Arroyo queda claro que la tendencia la favorece a ella y los perjudica a ellos.
Una tercera encuesta ha sido difundida hoy; la realizó la empresa Enkoll para W Radio y El País, de España. En esta “Morena arrasa con Sheinbaum como candidata favorita”. Y es que en el estudio de Enkoll la ventaja de Claudia sobre Marcelo crece notablemente; el que de plano mejor debería renunciar a sus aspiraciones es Adán, ya que está mucho muy abajo en lo relacionado con las mediciones de preferencias electorales.
Si hiciéramos una encuesta de encuestas solo con las de hoy lunes, la conclusión sería que Claudia va ganando a Marcelo ya por goleada… y que Adán pues nomás no.
¿Encuestas de encuestas? Sí, un promedio de los diferentes estudios. Es compleja la metodología para algo así, pero los expertos podrán realizarla, y obviamente incluyendo otros estudios, como los de El Universal.
Que Claudia, mujer, supere a dos hombres —Marcelo y Adán— significa que nunca más nadie debe volver a hacer la pregunta de si México está preparado, o no, para una presidenta. Nuestra sociedad lo exige, y creo que en el sexenio de López Obrador un hecho tan relevante al fin será posible. Será la última de las grandes transformaciones de Andrés Manuel, el más feminista de los gobernantes.