Recientemente Claudio X. González en entrevista con Carlos Loret de Mola declaró que es un hombre de izquierda, lo que desató una gran polémica, como parte, claro, de la polarización que se ha generado desde Palacio Nacional.
Actualmente existe un fuerte debate sobre quiénes representan a la izquierda “bondadosa y democrática” y quiénes a la derecha “maligna, déspota y autoritaria”, es decir, el debate se centra en quién está en un extremo o en el otro.
Palabra de don Andrés
Así lo planteó el compañero presidente y camarada Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera del 8 de septiembre de 2021: “El otro día estaba yo viendo a alguien que decía: ‘Yo soy de centro. Sí, ‘ni de derecha ni de izquierda, yo soy del centro’. Pues eso es una toma de partido. Pero ya no es así. Ojalá y cada vez se transparente más la vida pública, porque eso ayuda mucho, que la gente se manifieste y que no les dé pena”.
Y poniendo de ejemplo a la senadora Lilly Téllez, comentó:
“Por eso, cuando dijo la señora Lilly Téllez: ‘Ya no quiero equivocarme porque estuve con Andrés Manuel, con López Obrador, y es de un extremo, y estuve con Abascal y es el otro extremo, y yo quiero estar en el centro’, pues yo pensé que está bien, porque no hay, en épocas de transformación, justo medio, son tiempos de definiciones”.
AMLO
Blanco y negro
Tal como AMLO lo declara, no existe el reconocimiento de los puntos medios, o estás en un extremo o en el otro y de ahí parte la discusión que contempla a los extremos y alimenta la polarización sin reconocer el pluralismo ni la democracia. Ahora veamos quién es quién en la geografía política.
Zurdos contra diestros
En su forma más simple, el hablar de izquierda y derecha tiene que ver con la diferencia de enfoque a la hora de gobernar. Según la ideología de izquierda para que un país funcione hay que fortalecer el conjunto de la sociedad y los servicios básicos como salud, educación, infraestructura y pensiones a través de instituciones financiadas por los impuestos; mientras que la derecha bajo un pensamiento conservador sitúa al individuo en el centro de sus políticas y adquiere parte de su legitimidad a través de la fe y la religión.
Sin embargo, los académicos han documentado que los extremos se juntan y el mismo AMLO lo ha reconocido, es decir, los extremos de izquierda o derecha actúan de forma similar y al final, resultan perniciosos para la democracia.
Claudio X. González
Recientemente comentó que se considera un hombre de izquierda:
“Soy un hombre de centro, de centro progresista se puede decir... Más de izquierda que de derecha... Aunque se burle (AMLO), pero yo creo en la necesidad de atender la salud pública, la educación, la seguridad, pero se requieren los recursos para atender las necesidades sociales. Y del lado empresarial tiene que haber más compromiso”.
Claudio X. González
En términos generales, X. González confirma su discurso, efectivamente se trata de un hombre de izquierda progresista porque en los hechos algunas de sus acciones así lo confirman:
Ante la inequidad y desviaciones que se generaron en los gobiernos pasados del PAN y del PRI, desde el sector empresarial impulsó instituciones filantrópicas para apoyar a la ciudadanía, al “pueblo bueno” como diría el compañero presidente. Participó como co-fundador de diversas organizaciones que entre otras cosas buscaban combatir la corrupción, mejorar la calidad de la educación e impulsar el desarrollo tecnológico, entre ellas Fundación Televisa, Aprender Primero, BÉCALOS, Mexicanos Primero y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
En 2017 renunció a Mexicanos Contra la Corrupción para tener una participación más activa en política y promover ideas colectivas, como oponerse a la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, o coadyuvar a un desarrollo político más democrático y plural a través de Sí por México.
El compañero presidente y camarada
Aunque en los tres años de su gobierno ha manifestado que representa a un socialismo progresista, en los hechos no ha sido ni tan progresista ni liberal como afirma.
La 4T se sostiene a través de la fe con los evangélicos. Arturo Farela, quien es líder de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), confirmó que ha orado con el primer mandatario en Palacio Nacional, precisamente donde se encuentra el Recinto de Homenaje a Benito Juárez, el presidente que impulsó la separación entre la Iglesia y el Estado.
En campaña AMLO prometió que al ganar regresaría a los militares a sus cuarteles. Pasó exactamente lo contrario, las fuerzas armadas participan cada vez más en las actividades de la vida nacional, desde la construcción de obras magnas de infraestructura como Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto, hasta en la creación de una empresa militar para administrar los bienes de la nación. Pero AMLO lo justifica asegurando:
“Esto nos va a garantizar que no se privaticen estas obras, nos garantiza también buena administración y nos garantiza seguridad en todo lo que es el sureste, el istmo y el suroeste, tanto con Marina como con la Sedena.”
AMLO
Lo mismo hizo Augusto Pinochet con la Junta Militar de Gobierno y con el mismo argumento, pero en su caso, para garantizar que los “comunistas” no regresaran.
Según datos de CONEVAL y del INEGI, el número de personas en situación de pobreza ha aumentado en más de nueve millones y 6.3 millones dejaron la clase media y bajaron de estrato durante los tres años de esta administración, además la inflación, considerada por muchos como el peor impuesto para los pobres, subió al doble de lo estimado.
Por otra parte, los programas sociales, son vistos bajo un criterio más individualista, prácticamente como una limosna que ofrece el presidente en turno.
Entonces, ¿quién es de izquierda y quién el ultra-conservador de derecha?