En las últimas horas, México se encuentra en una encrucijada tanto en el ámbito interno como en el internacional, enfrentando desafíos que exigen firmeza, estrategia y unidad. La reciente aprobación de la ley de ingresos para 2025 en la Cámara de Diputados destaca como un logro significativo del actual gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum, con el respaldo del secretario de hacienda y su equipo. Esta legislación no solo consolida los pilares de los programas sociales sino que también perfila el rumbo económico en un contexto global incierto. Sin embargo, su implementación demandará transparencia y rendición de cuentas para evitar desconfianzas en un año electoral.
En el plano de la seguridad, Michoacán vuelve a acaparar los titulares. El despliegue de las fuerzas de SEDENA en municipios afectados por la violencia de cárteles como “Los Viagras” pone de manifiesto que la pacificación de ciertas regiones sigue siendo un reto mayúsculo. Aunque las acciones inmediatas son necesarias, el verdadero cambio debe enfocarse en una estrategia de prevención del delito y desarrollo social que ataque las raíces de la delincuencia. Aquí, la coordinación con gobiernos estatales y locales será crucial para evitar que estos operativos se diluyan en medidas temporales.
Por otro lado, en el ámbito internacional, las declaraciones de Donald Trump sobre posibles aranceles a productos mexicanos generan inquietud. Trump, en su conocida narrativa proteccionista, pretende imponer tarifas de hasta un 25% a partir de enero de 2025, lo que no sólo impactaría la economía mexicana, sino también a sectores clave de Estados Unidos. La presidenta Sheinbaum ha respondido con diplomacia y firmeza, subrayando la importancia del T-MEC como pilar de cooperación regional. La interdependencia económica entre ambos países no debe ser subestimada, y cualquier medida unilateral podría desencadenar una guerra comercial de consecuencias imprevisibles.
El traslado de “El Guacho” a Estados Unidos, un paso clave en investigaciones internacionales sobre narcotráfico y casos de alto impacto como el de Ayotzinapa, demuestra el compromiso de México con la colaboración internacional. Sin embargo, este avance debe ser complementado con una estrategia nacional que fortalezca las instituciones de justicia y garantice que casos emblemáticos no queden en la impunidad.
Finalmente, la creación de las secretarías de la mujer y de ciencias, humanidades, tecnología e innovación, recientemente aprobadas por el Senado, representa un paso positivo hacia una agenda de igualdad y desarrollo científico. Estas instituciones tienen el potencial de transformar áreas clave, pero su efectividad dependerá de contar con recursos adecuados y un liderazgo comprometido.
México enfrenta el cierre de 2024 con retos monumentales y oportunidades históricas. La unidad entre sociedad y gobierno será indispensable para sortear las adversidades internas y externas. Mientras tanto, el papel de los actores políticos e instituciones clave seguirá bajo el escrutinio de una ciudadanía cada vez más exigente y participativa. Solo con un compromiso real y acciones concretas se podrá consolidar un futuro próspero y justo para el país.
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