“La política está cambiando y no te conviene quedarte siendo la última con un collar de perro en la mano”.
JASON CLARKE, ‘LA NOCHE MÁS OBSCURA’
“La brilladora lumbre es la alegría; la temerosa sombra es el pesar: ¡Ay!, en la oscura noche de mi alma”.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Las lágrimas
Mal augurio cuando un presidente llora en la tribuna pública. El último en hacerlo en México antes de López Obrador fue su colega de apellido, López Portillo, esto al anunciar una de las peores devaluaciones del peso. En el caso del López actual, es preludio de un mortal momento para los periodistas en nuestro país y también el pretexto perfecto para buscar la desaparición del INAI.
Veamos: su petición a ese órgano en el sentido de que den a conocer cuánto y cuáles son los ingresos y patrimonio de Carlos Loret de Mola y su familia, no solo es inconstitucional. También forma parte de la batalla del tabasqueño en contra de los órganos constitucionales autónomos del Estado. Con esto, ante la negativa de concederle una petición a todas luces ilegal, tratará de venderlo como que el organismo no cumple con su función cuando paradójicamente lo que hace es salvaguardar la integridad de las personas privadas al NO develar —esto es, proteger— datos personales. AMLO está creando el pretexto perfecto para desaparecer al INAI.
Y, lo que es más, como respuesta al llanto de López Obrador, las plañideras morenistas del Legislativo federal espetaron que quien no esté de acuerdo con el Ejecutivo federal, será tomado como “traidor a la Patria”.
La traición
El comunicado en cuestión, signado por la fracción parlamentaria morenista, califica así a todo aquel quien se oponga o no esté de acuerdo con el tabasqueño. Esto no solo es terrible, están llevando una situación particular a tamaños nacionales.
En adición, sin disimulo, hacen alarde de no detentar un poder de la Unión distinto al del Ejecutivo federal. Su adulación roza la ignominia, olvidando que son representantes de todos los mexicanos y, como tal, en ocasiones se difiere y en otras se apoya las propuestas del presidente. Con su declaración pareciera que representan al inquilino de Palacio Nacional…
El encono legislativo del morenismo y el ataque al INAI no deben verse como diferentes frentes o como tretas para olvidar la casa en Houston o para sojuzgar —sin derecho ni razón— al conocido periodista. Se tratan más bien de una estrategia coordinada que sigue el camino ya harto conocido de minar a un órgano constitucional autónomo. Y en el proceso, claro está, vulnerar los derechos de los ciudadanos y desaparecer de facto la función de contrapeso del Poder Legislativo.
El INAI
Debe quedar claro: la petición que hace López Obrador al Instituto Nacional es ilegal. El INAI no está facultado para solicitar o abrir los datos personales de los particulares. El derecho a la protección de los datos personales es una garantía constitucional.
Aunque AMLO sea el presidente de la nación, no puede pedir esos datos y menos aún divulgarlos. Ello es violatorio de los derechos individuales de cualquier persona. Su alto encargo no le da la potestad de atropellar así la privacidad y la protección de datos de terceros.
Mas seguramente esto él lo sabe de sobra y todo el asunto es tan solo un recurso para —como hizo de otra forma con el INE, con Banxico, con el extinto INEE, con la Cofece, con el IFT— una vez que le digan que eso no se puede hacer, tener elementos para “justificar” el recorte al presupuesto del INAI. Lo asfixiará.
Es muy claro: ante la negativa del INAI de acceder a dar los datos personales de Loret de Mola y de sus familiares, por el solo hecho de que la norma NO lo permite, el Ejecutivo federal solicitará la disminución del presupuesto para dicha instancia —ya lo ha anunciado— y la fracción morenista del Congreso acatará el reajuste. Un golpe más a los organismos autónomos, a los pocos contrapesos que existen contra el poder absoluto del mandatario.
A lo anterior, agreguemos su enojo ahora a partir de que el Consejo Consultivo del Instituto ordenó a los comisionados iniciar un procedimiento de oficio para emitir medidas precautorias para garantizar la protección de los datos personales de Carlos Loret de Mola y su familia… ¡Ahhh!, eso y que el Instituto le está reiterando la solicitud de dar a conocer los estudios de impacto ambiental de la construcción del Tren Maya.
La noche obscura
Podemos visualizar lo que viene: López Obrador descalificará al Consejo Consultivo y a todo comisionado que ose señalar lo ilegal de esta petición, de otras más, así como la reticencia del gobierno federal de entregar información solicitada relativa al quehacer de su gestión.
Ya lo he dicho: López Obrador se mueve en la confrontación y en ella siempre triunfa. El tema de la “traición a la patria” es llevar la misma a un punto muy delicado que no augura nada bueno, incluyendo la parálisis (a falta de desaparición) de los órganos constitucionales autónomos.
¿Qué mejor que socavar la institución a través de la cual cualquier mexicano puede exigir —y bien que mal conocer a veces— la información de lo que hace el gobierno y las razones de su actuar?
No nos confundamos: el enojo no está carcomiendo la capacidad de raciocinio de López Obrador; aún no. Por lo pronto este le sirve para canalizar su furia y ensañarse para asestar un golpe tanto al INAI como a las garantías individuales de los mexicanos. Dos pájaros de un solo tiro.
La petición al INAI no es un error, tampoco es abrir un nuevo frente desde el desconocimiento. Es solicitarle algo que es imposible de conceder, haciendo quedar al órgano como una estructura cara, ineficiente e inoperante.
Entre lágrimas, una traición a la patria y el INAI diciendo: ¡qué noche más obscura!; estamos siendo testigos de un nuevo tétrico capítulo de la vida nacional de nuestro país.
Quedarnos callados no solo sería desconcertante, también sería dejar sumido —por el resentimiento y las ambiciones de unos— el futuro de la nación en una noche mucho muy obscura.
Verónica Malo en Twitter: @maloguzmanvero