Eder Guevara es fundador de Morena además de experto en movimientos sociales y revoluciones, actualmente, es consejero de ese partido representando al Estado de México, en esta entrevista, hablamos acerca de la apropiación cultural que ha sido una de las más duras críticas sobre la entrega del bastón de mano que realizó en días recientes el presidente Andrés Manuel López Obrador a Claudia Sheinbaum tras ser electa como coordinadora de los Comités para la Defensa de la Cuarta Transformación, así como de los retos que se afrontarán. Esta es la primera de dos entregas que condensa una plática fraternal, transparente y honesta en voz de quien ha colocado los pilares de la Cuarta Transformación acompañando a López Obrador desde hace más de 10 años.
- Frida Gómez, SDPNoticias: queremos conocer tu opinión sobre si la entrega de bastón de mando es una intervención que podría ser ilegal por parte del presidente o si es que este acto pudiera ser apropiación cultural como acusan.
- Eder Guevara: si a mí me gustaría, primero que quienes ahorita hablan de apropiación cultural nos explicaran con certeza el origen y el uso histórico del bastón de mando, porque hay mucha confusión sobre sobre este elemento que es simbólico, profundamente cultural de nuestra tradición mexicana, pero que no es exclusivo de grupos originarios.
Se ha utilizado entre el campesinado en su momento para los procesos de organización de las tierras, porque también se usaba una especie de bastón de mando y después los movimientos sociales lo han utilizado toda la vida de esa época. En su momento tuvo un bastón de mando dentro del movimiento Jaramillo donde está nuestro querido maestro Félix Serdán Nájera. El movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), o sea, el neo zapatismo, le entregó una bandera en la Marcha del color de la Tierra. Una de las marchas que vinieron a la Ciudad de México, hicieron escala en Morelos y le entregaron el símbolo. A él le regresaron la bandera que el ejército mexicano en su momento le había arrebatado. Cuando lo reprimieron y lo torturaron, le entregaron una bandera y el bastón de mando, y le dio un nombramiento especial porque Félix Hernán, en ese momento era el puente de comunicación, al ser Jaramillo el último sobreviviente, era el puente de comunicación del zapatismo histórico de Emiliano Zapata con el EZLN.
Entonces los movimientos sociales en distintos momentos han recurrido a esta figura, pero no solo en México, en varias zonas de nuestro continente se recurre a la figura del bastón de mando como una manera simbólica y de darle continuidad a una posición ética y a una lucha que se lleva a cabo. Así es como se asume en los movimientos sociales. Yo creo que a la oposición se le olvida que nuestra casa está encabezada por un movimiento. Partido no es. Nosotros no somos un partido político formal. Desde nuestros estatutos, desde nuestra definición organizativa, siempre dijimos que teníamos que ser un movimiento-partido. Es decir, somos un partido porque necesitamos jugar con las reglas que nos fijó el Estado mexicano para lograr conquistar el poder político, llegar a la presidencia y para seguir avanzando en los espacios de poder. Pero en realidad nosotros somos un movimiento social, un movimiento social que abandera una lucha.
Es como la democratización de nuestro país, la justa redistribución de la riqueza en México, el hecho de que se priorice a los pobres, que es una reivindicación que compartimos con la Teología de la Liberación. Hay un montón de reivindicaciones que nuestro movimiento social siempre ha enarbolado. Y ahora el hecho de que nuestro líder máximo, el fundador del movimiento, el precursor más bien de nuestro movimiento y el formador ideológico y ético de nuestro movimiento haya entregado el bastón de mando es muy poderoso y ojo pues entregar no es heredar, como quieren hacerlo ver en la oposición.
El presidente López Obrador está entregando el bastón de mando como una institución propia de un movimiento social. Se le está entregando a la compañera que le va a dar continuidad a este proceso histórico que es nuestro movimiento partido, que es la 4.ª transformación nacional. Lo hizo en un espacio privado, en un restaurante, lo hizo por la noche, lo hizo sin que fuera, sin que hubiera una convocatoria. Incluso ni siquiera quienes participamos en el movimiento, la gente que fue lo hizo de manera voluntaria y cómo ustedes vieron, fue muy poquita, porque no era un evento público. Y esto es porque es parte de la mística del movimiento social. Además, el presidente le está entregando el bastón de mando a quien ganó un proceso democrático interno en nuestro movimiento.
Se hicieron cinco encuestas que se cruzaron, que fueron muy observadas por todas las personas que participaron, por las corcholatas, pero también por los medios de comunicación y por la derecha. ¿Y quién triunfó en ese proceso? Es que el presidente le está entregando el bastón de mando, porque es un asunto simbólico. Él ya quiere dedicarse este año a eso de consolidar su sexenio, que parecieran tres sexenios por la carga de trabajo que tuvo el presidente y por la cantidad de resultados que está entregando él, quién se va a dedicar a cerrar, porque cuando termine el sexenio él se va a retirar. Pero el hecho de que ahorita él le haya entregado el bastón de mando a nuestra compañera, la doctora Claudia Sheinbaum, no le exime a ella de que todavía tiene que disputar y que tiene que en buena lid salir a hacer campaña y ganar la elección.
Y para eso está todo el movimiento, preparándose para continuar con esta, con esta ruta de triunfo. Pero es un asunto simbólico de decir, el que es el gran líder de nuestro movimiento: “Yo ya tengo otras cosas que hacer estratégicamente. A nuestro movimiento le conviene que yo me dedique de lleno ahorita a terminar mi sexenio y que quien va a darle continuidad se dedique de lleno a construir la victoria electoral y a recorrer el territorio nacional para visitar a toda la estructura de nuestro partido.” Entonces, eso es lo que acaba de suceder. Es un asunto histórico, porque además nunca habíamos visto una sucesión tan democrática, tan transparente y que termine beneficiando ese proceso sucesorio a la persona más ética, la que viene de los movimientos sociales, que no tiene una tradición en la partidocracia mexicana, que es académica, especialista en un tema que le urge y que le duele mucho a la humanidad, que es el de medio ambiente.
Entonces digo que es un proceso, un círculo virtuoso que se consumó con la entrega del bastón de mando, quien no entienda lo profundamente simbólico que es eso, no está entendiendo lo que está pasando en México en este momento.
Frida Gómez, SDPNoticias: totalmente. ¿Y a partir de este acto qué sigue? ¿nace una nueva tradición simbólica que en su momento clave, de ser presidenta, podría repetir? ¿Esto ya es un precedente que se va a marcar para los futuros procesos de elección de candidatos?
Eder Guevara: yo creo que esta tradición del bastón de mando ya debe ser una institución y que si el compañero con el presidente con más aprobación en la historia de este país, el compañero que representa un movimiento de más de 3 millones de personas afiliadas, de más de 15 millones de simpatizantes activos y activas en todo el territorio nacional, en medio de su mejor momento de popularidad, está entregando el bastón de mando, entonces debe ser eso ya una institución, debe ser ya una tradición que no se rompa nunca. Y otra cosa que se me olvidaba: que decía que la entrega del bastón no exime a la doctora de que se debe disputar y hay que ganarles a las distintas opciones de derecha, pero tampoco exime que este bastón no sustituye el bastón de mando, que los grupos originarios eventualmente podrán o no entregar a la doctora. Yo creo ya le han entregado algunos ahora en el recorrido. Porque además hay que recordar que esta esta tradición del bastón es muy común entre los pueblos originarios y si se les entregan hay una entrega simbólica que el presidente hizo también cuando tomó protesta, pero normalmente se los entregan a los mismos aspirantes desde que son candidatos a quienes ellos sienten que van a ganar, o con el aspirante con el que ellos simpatizan.
Entonces a la doctora ya le han entregado algunos pueblos originarios bastones. Pero el que el presidente le entregó el día de ayer a ella, no implica suplantar ni la tradición ni la ceremonia de entrega del bastón de mando de cada uno de estos grupos originarios, porque cada uno tiene una ceremonia distinta y tampoco está invisibilizar ese ejercicio, ya que los dos tienen sus cargas simbólicas, tienen también sus cargas y tradiciones históricas y cada uno tiene un peso específico.