Sin duda el equipo B737MAX sigue siendo un dolor de cabeza para la armadora norteamericana Boeing. Y no son pocos los motivos por los que este fabricante de aviones se encuentra hoy ante una encrucijada.

La recuperación de la industria aérea es un hecho innegable, y ello trae aparejada la constante demanda de más equipos por parte de las aerolíneas de todo el mundo, y esta regla básica de “oferta-demanda” es un nuevo escollo que podría retrasar el repunte de la aviación, paradójicamente.

Imaginen de qué tamaño ha sido el impacto de esta información sobre los equipos B737MAX, que las acciones de la fabricante han caído un 3.29%; esto es, hasta los $194 dólares por acción, todo a raíz de un nuevo informe sobre las recientes inspecciones a dicho modelo de avión.

Muy probablemente la ampliación de esta investigación termine por afectar la producción del Boeing 737MAX. En un comunicado enviado por la fabricante, avisa que se tomarán el tiempo que sea necesario con la finalidad de garantizar la seguridad de cada avión, pues “cada avión cumple las normas y los requisitos reglamentarios…”

Y ya tenemos a la primera víctima de esta nueva inspección realizada a estos aviones: la aerolínea irlandesa de bajo costo Ryanair, que por cierto en los últimos días ha sido tendencia en redes sociales por la manera en que su community manager suele dar respuesta a los clientes.

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Esta aerolínea resulta afectada por esta investigación, ya que ha tenido que realizar una serie de reprogramaciones para su temporada de invierno, a causa de los retrasos en las entregas de equipos. No podemos olvidar que es una de las temporadas altas de la aviación.

Imaginen todo el trabajo que tienen que hacer, pues tan solo entre septiembre y diciembre esperaban la llegada de 27 aviones. Ya les he platicado que lo normal es que las operaciones se planeen con un año de antelación.

Es evidente que, si su programación ya contaba con esos equipos, y ya habían armado las corridas de los aviones; muy probablemente ya habían vendido boletos, y por supuesto este caos afectará a los pasajeros.

Para hacernos una idea del panorama: hago una planeación basada en los equipos que tengo disponibles para operar en la próxima temporada invernal, saco a la venta esos boletos, los pasajeros adquieren sus vuelos, pensando que el que eligieron no tendrá cambios o modificaciones, a menos que el clima les diga lo contrario, pero no por motivos “operacionales”; ahora resulta que tendrán que hacer un recorte de asientos porque solo tendrán 14 aviones.

¿Pueden vislumbrar el desorden y desbarajuste que tendrán en plenas fiestas navideñas? Yo sí, y puede ser de características apocalípticas. Los pasajeros suelen desconcertarse, e incluso molestarse, cuando les cambian el equipo de vuelo; por ejemplo, se suponía iban a volar en un B737MAX, y terminan en un B737-800.

Hay de todo, a algunos esto les es totalmente intrascendente, pero para quienes compraron ese vuelo específico por el modelo del equipo difícilmente aceptarán sin chistar el cambio.

Y es que en el ejemplo que puse, el descontrol es inminente, porque hasta la configuración de asientos de cada equipo es diferente: el MAX tiene más capacidad de asientos, que el 800; así que, si usted como pasajero es reasignado a otro vuelo por cambio de equipo, puede ser que le toque la pésima suerte de no poder abordar el vuelo porque simple y sencillamente ya no hay asientos disponibles. Si a esto sumamos la sobreventa, aquello se convertiría en un aquelarre navideño.

Entonces, con una mano en la cintura desde este momento prevemos que Ryanair tendrá una temporada decembrina muy complicada, que no pinta para mejorar, pues, aunque Boeing está trabajando a toda velocidad para cumplir con las entregas de aviones pendientes con todas las aerolíneas del mundo, no ha podido cumplir a cabalidad con lo acordado.

Simplemente, en el mes de septiembre entregó 15 aviones B737MAX; esto representa menos de la mitad de los equipos que se entregaron en julio (32 aeronaves) y si en agosto logró entregar 22, entonces queda claro el decrecimiento en sus entregas.

El CEO de Ryanair Michael O´Leary declaró al medio Bloomberg: “ya no espera recibir 57 aviones para finales de junio del 2024, lo que afectará la capacidad de vuelo de la aerolínea en el próximo verano”. De este tamaño está el asunto del retraso en la entrega de aviones nuevos.

¿Esta situación afecta solo a Irlanda y a su bajo costera Ryanair?, ¡claro que no!, independientemente de que Boeing quedará mal con aerolíneas de todo el mundo, la sola afectación de Ryanair, en efecto dominó, traerá consecuencias a toda la industria aeronáutica.

Y traigo a colación el tema de la nueva Mexicana de Aviación. Como un día sí, y otro también aparecen voces y plumas tratando de desacreditarla, ya los veo ocupando este tema para golpetear. Lo digo con toda seriedad, no es nada sencillo echar a andar una línea aérea. Hay miles de causas que no son imputables a las líneas aéreas, como en este caso el retraso del fabricante para entregar equipos, ahí, ¿qué se puede hacer?

Por otro lado, este ejemplo nos sirve para aterrizarlo en un tema de nuestro país. Y me refiero a la insistencia de la familia Del Valle, que en fechas recientes aprovecha hasta los espacios como el Correo Ilustrado del periódico La Jornada para decir que “nada más que los trabajadores quiten la huelga (sic.) ya se van a limpiar las instalaciones y arranca de nuevo Interjet”.

Fíjense ustedes, un medio digital entrevistó a Alejandro Del Valle durante casi una hora, en la que reveló que dicha aerolínea tenía entre 16 y 18 arrendadoras, con equipos de la fabricante francesa Airbus; pero ahora es información pública que a todas estas arrendadoras les quedaron debiendo, ¿quién en su sano juicio, y ante la escasez de aviones, le rentaría equipos a una aerolínea que tiene casi 3 años sin volar? Sobre todo, porque para esas arrendadoras Interjet es una empresa deudora.

Usted, amable lector, debe estarlo infiriendo: el retraso en la entrega de equipos Boeing no es inocuo para el resto de las armadoras de aviones, pues imprime presión a otros fabricantes como Embraer y Airbus, entre otros; si a esto le sumamos un nuevo conflicto bélico en el mundo, las cosas no pintan bien, y podría ser que entremos en una meseta, pues la aviación, tras la pandemia de Covid19, iba en una hermosa curva de recuperación, con alguno que otro escollo, pero en franco crecimiento.

A pesar de todo, el anuncio de Boeing de alguna manera imprime confianza en el mercado, pues aseguran que no saldrá un solo equipo sin que cumpla con todos los estándares de seguridad, aunque eso implique más tiempo.

Eso es bueno, pues se está privilegiando la seguridad por encima de la ganancia económica. Justamente por eso fue que han tenido tantos problemas con los aviones MAXES, pues la armadora buscaba ganar una carrera solo con la ganancia económica descuidando la seguridad. Dos accidentes fatídicos, lo hicieron reflexionar, y ahora están haciendo las cosas de manera diferente.

Estaremos muy atentos a las entregas de los aviones del fabricante Boeing. Vamos a ver cómo nos pinta la realidad, con dos conflictos bélicos simultáneos., y observadores también de si la industria aeronáutica entra en una meseta.