En el marco de su primer informe, tuve la oportunidad de entrevistar al gobernador Rubén Rocha Moya.
Al ingresar al despacho, todo en orden. Amabilidad en su equipo de trabajo. Disposición para apoyar en lo que hiciera falta, siempre en todo momento. El mandatario sinaloense se rodea en su circulo más íntimo de personajes eficaces y atentos.
Todo listo y el gobernador Rocha apareció. Venía de su ya después de un año, tradicional semanera. Sonriente, de buenas. Recordó a quien escribe de entrevistas años atrás. Tuve la oportunidad de hacerlo cuando presentó dos de sus libros. Buena memoria del mandatario.
La entrevista inició. Los detalles se los comparto en video. Imperdible la charla con el gobernador del estado de Sinaloa Rubén Rocha Moya. Hablamos diversos temas. El maestro no rehúye a ninguno. En el rancho decimos que “tiene más salidas que un cerco viejo”. Sus salidas son legítimas. Argumenta, explica, razona.
Su paradigma mental está posicionado desde una formación personal, académica y política. De cuna humilde, entiende el valor de lo simple. Su formación académica le da el plano de la reflexión, la sapiencia. Izquierdista de toda la vida, tiene sus ideas políticas más que claras. A ello, sume usted experiencia que dan los años.
En el video verán completa una entrevista que se prolonga por casi una hora. Entre temas de gobierno, números y logros de su primer informe, pudimos hablar de política.
¿Hay Rochismo en Sinaloa?
Rápido dijo que no. “Sería un culto a la personalidad y no va con él”, dijo. Al fondo, de su equipo, gritaron un “sí”. Hay cariño por el jefe político. Humilde niega el “Rochismo”, pero en los hechos, ha reformado un reglamento para que un joven menor de 35 pueda desempeñar funciones. Apoya a la juventud y cree en el relevo generacional.
Recordó al ex gobernador Alfonso G. Calderón como a un hombre muy identificado con la gente de abajo. Me da la razón cuando en este espacio he señalado que tal vez Rocha Moya sea el gobernador más parecido al oriundo de Calabacillas, Chihuahua. Sobre todo, en la cuna humilde y en el cúmulo de poder que ha acuñado con gran respaldo social. Hay Rochismo en Sinaloa.
Otro tema que abordamos fue la polémica Reforma Electoral.
“Usted fue legislador, ¿cómo ve el tema de la Reforma Electoral propuesta por el Presidente López Obrador?”
Sin empacho dijo ver bien el tema. “Nadie está queriendo quitar al INE. Quieren simplificar el tema, reducirlo a ‘todo o nada’. Que el INE incluya el tema de la consulta, la constitución en el artículo 35 lo reconoce, pues que el INE también. Los lujos y privilegios, también deben irse. Lo otro es, reducir el gasto de los partidos. Nadie quiere acabar con los pluris. El esquema debe modificarse, qué más democrático que una lista, y el que tenga más votación ese sea pluri. Todo eso se ha presentado de manera mal intencionada”, señaló.
No obstante estar de acuerdo con la propuesta de López Obrador debe de consensuarse. Y le puso el cascabel al gato. Dijo “que se dejen de reformas constitucionales y que se hagan las reformas secundarias”. Ahí si puede morena, irse solo. Es una vía que puede explorarse, como con la reforma eléctrica, el resultado ha sido positivo. Al final, reconoce que el Parlamento es eso, la negociación, el consenso, ceder en sus pretensiones para llegar a acuerdos… “Finalmente ya no soy legislador, allá que se las arreglen los legisladores”, espetó al final.
El 2006 creo que hay un parteaguas en la historia política reciente y también en la ruta del INE ¿hubo fraude electoral? ¿Cómo lo vivió? ¿Llegó tarde la izquierda a México?
Yo creo que hubo fraude electoral, sin lugar a dudas. Y responsable principal es el INE. Quienes estaban en ese entonces es la clase política a la que pertenece mi querido Pepe (Woldenberg). Nos presentaron un hecho denigrante porque atentaron contra la legitimidad de la elección. Desde un principio empezaron a manipular. No metían las actas que les eran adversas. Fue un golpe lamentable a la democracia.
Sin embargo, la izquierda llegó cuando tenía que llegar. Gracias a un líder que siguió y perseveró. Tenemos un régimen de izquierda, que es una izquierda moderna. Con sentido del Bienestar y del desarrollo. Si lo puedes calificar por sus programas también califíquenlo por el Tratado de Libre Comercio. Ahí te habla de atención a los que menos tienen. Es un régimen equilibrado. Que los inversionistas generen los empleos. No es una izquierda con radicalismos fuera de tiempo.
En un diálogo interesante, nos cuenta un poco de la lucha de la izquierda. Sus inicios y lo que la democracia, el poder y la política significan para él. Pero eso, es para la PARTE II de esta entrega.
Vanessa Félix en Twitter: @vanessafelixmx