Ernestina Godoy, la fiscal General de la CDMX, en reiteradas ocasiones ha externado su capricho de reelegirse en ese cargo, sin embargo, a días de que se pretenda el nombramiento, no se olvida su sumisión a Gertz Manero en el caso de Alejandra Cuevas y la cantidad se víctimas en su haber.
Represión
Ayer, manifestantes que se encontraban afuera del edificio de la fiscalía fueron replegadas por las fuerzas de seguridad capitalina y terminaron por retirarse sin ser atendidas sus demandas, la principal, una audiencia directa con la fiscal Godoy.
Una de las manifestantes, Alejandra Rojo de la Vega, dijo que las agresiones y represión de la que fueron objeto es tan solo parte de la persecución que sufren mujeres víctimas de delitos que buscan justicia, e hizo un llamado a que los capitalinos pongan atención a una fiscal que se quiere reelegir otros cuatro años a pesar de que lo único que ha demostrado es una “total incompetencia”.
Otra víctima es María Albarrán, una madre que levantó la voz para denunciar a su exmarido por haber violado a sus hijas y a ella, la fiscalía lejos de justicia, le responde con siete carpetas de investigación en su contra.
Ernestina Godoy sabe que cuenta con el respaldo de Morena y de Claudia Sheinbaum, sin embargo, el intento del partido oficialista y sus aliados de ratificar por la vía del fast track a la fiscal capitalina, aparte de inconstitucional, pondría en entredicho la autonomía del órgano de justicia de la CDMXy son muchos los ojos que están pendientes de este proceso.
Los muertos en el closet de Ernestina
Son muchos casos los que se acumulan en contra de la actuación de la fiscal Godoy, como su participación en el invento de delito que mantuvo encarcelada a Alejandra Cuevas; absolver a la ministra plagiaria, Jasmín Esquivel y no haber llamado nunca a cuentas a Sheinbaum, Florencia Serranía y al grupo Carso, para deslindar responsabilidades por el desplome de la Línea 12 del Metro que dejó numerosas víctimas mortales.
Recientemente se supo de la muerte de Arturo Zavala Munguía, una víctima de los enfrentamientos políticos de la CDMX a quien la fiscalía le inventó una carpeta de investigación por el caso Márquez Sterling, un edificio donde supuestamente Miguel Mancera tenía un bunker de espionaje.
Arturo permaneció encarcelado sin pruebas más de 500 días y murió por negligencia médica en el reclusorio norte a la espera de que se resolviera un amparo que le permitiera seguir su proceso en libertad y de recibir la atención médica que requería.
Murió jurídicamente inocente a la espera de algo de justicia o la más mínima humanidad por parte de las autoridades.
Este lamentable caso de Arturo Zavala no termina ahí, él fue uno de 14 implicados que se desempeñaba en el supuesto centro de espionaje de Miguel Ángel Mancera, algo que se presta a muchas interpretaciones ya que era de interés de Sheinbaum y, se dice, el caso fue armado por motivos políticos.
Otros detenidos como Nicolás Pineda y Roberto Uribe, aseguran que ni siquiera se conocían, que trabajaban en otro edificio y que fueron acusados injustamente por la fiscalía de Ernestina Godoy
Los delitos que les imputan son graves e incluyen asociación delictuosa y aunque sin pruebas, al menos dos de los acusados fueron detenidos porque según la fiscalía no estaban “localizables” y eso ameritaba orden de aprehensión.
Sin esperanza de justicia
Al final son extrabajadores del Gobierno de la CDMX, cuyo principal error fue trabajar para la administración equivocada y llevan presos más de 500 días sin que se les compruebe algún delito.
Tan solo un testigo aseguró que Arturo Zavala laboraba en el C5 del congreso y que desde ahí manipulaban las cámaras de toda la Ciudad de México para dar la información al ex jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera. Pero, aunque Arturo nunca trabajó en el C5, la fiscal Ernestina Godoy determinó involucrarlo. Ante el deterioro de su salud y de tener un hijo menor que necesitaba atención, la defensa solicitó un cambio de medida cautelar que el juez Enrique garrido García negó y en cambio le contestó que seguiría en la cárcel y, si no había alguien para hacerse cargo del menor, lo enviaría al DIF. Arturo era inocente y una víctima de la injusticia, no pudo llegar a defenderse porque la fiscalía de la Ciudad de México retrasó una y otra vez sus audiencias.
El uso político de la justicia
La fiscal Ernestina Godoy opera políticamente y no cumple con las responsabilidades de su cargo, funcionarios como ella son instrumento de golpeteo y revanchas a modo con sello de la impunidad y la corrupción que llega a los órganos de impartición de justicia en México.
Ernestina es un fiel reflejo de la 4T, nula capacidad, instrumento de vendettas políticas, uso de recursos ilegales, impunidad y el cinismo de pretender reelegirse a pesar de ser todo lo que prometieron acabar.